Fuimos a la iglesia los cuatro juntos, ninguno de nosotros había visto a Carlos y eso nos generaba nervios por volver a verle después de tanto tiempo. El único que había compartido un poco de tiempo había sido Charles, pero aun así había estado muy distante para centrarse en su nueva etapa con Ferrari. Una vez llegamos al lugar donde se iba a celebrar la misa nos reunimos con el primo de Carlos y con su madre, que estaban recibiendo a los invitados.
-Hola Sarah, chicos, ¿qué tal?- Dijo Reyes.
-Hola Reyes, todo genial. ¿Tú qué tal?-Respondí yo por los demás porque era la única que hablaba en español.
-Pues nerviosa, para qué te voy a engañar-. Dijo la mujer sonriendo.
-Normal, yo también lo estoy, y ni si quiera soy su madre-. Respondí.- ¿Dónde está Carlos padre?
-Está con su hijo, tranquilizando un poco la situación porque Carlitos está de los nervios-. Dijo Reyes.- Si queréis podemos ir entrando.
Todos los invitados comenzamos a entrar dentro de la iglesia, donde nos fuimos sentando en los bancos. Nos situamos en la tercera fila de bancos de la derecha, la verdad es que nos pusimos en un muy buen sitio. Al cabo de unos minutos salieron los dos Carlos, tanto padre como hijo. Carlos Jr iba guapísimo, llevaba un traje de un azul muy oscuro, casi rozando el negro, con un chaleco debajo y una camisa blanca con corbata plateada. Al verle le mandé un beso al aire y él me lo devolvió.
Antes de lo esperado sonó una música nupcial con la que todos nos levantamos para ver entrar a Isabel. Aunque ya la había visto en la habitación, se me saltaron las lágrimas de lo preciosa que estaba. Pude ver la reacción de Carlos, que era un poema. Sus ojos se comenzaron a cristalizar y tuvo que rascárselos un poco para no llorar. Al minuto y poco llegó Isa al altar, dio un pequeño abrazo a Carlos y el cura dio comienzo a la ceremonia.
-Hoy estamos todos aquí reunidos para celebrar la unión en matrimonio de Isabel Hernáez Fuster y Carlos Sainz Vázquez de Castro...-. El cura prosiguió la ceremonia durante una hora más.
Reyes subió al altar a leer un pequeño discurso que les había preparado a los novios y justo después comenzaron los votos.
-Carlos, ¿quieres a Isabel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza; y así amarla y respetarla todo los días de su vida?-. Dijo el cura.
-Sí, quiero-. Respondió Carlos.
-Y tú, Isabel, ¿serás fiel a Carlos en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza; y así amarle y respetarle todo los días de su vida?-. Repitió el hombre.
-Sí, quiero-. Dijo con la voz temblando.
-Pues por el poder que me es concedido, yo os declaro marido y mujer. Carlos, puedes besar a la novia-. Dijo el padre.
Carlos cogió a Isa de la cintura y le dio un dulce beso en los labios. Todos comenzamos a aplaudir y a bendecirles. A los pocos minutos nos colocamos en la entrada para esperarlos y tirarlos arroz cuando salieran, y así hicimos cuando aparecieron.
Fuimos al palacio de nuevo, donde había primero un cóctel y después daría lugar la cena.
-¡Carlos!- Dije nada más verle.
-¡Sarah!- Cuando me vio vino corriendo a abrazarme.- Me he casado Sarah, Isabel es mi mujer, ¿te lo puedes creer?
-¡Sí! Estoy tan feliz por ti-. Dije dándole un beso en la mejilla.- Por cierto, Lando te busca, te ha echado un poco de menos...
-Y yo a él, voy enseguida a verle-. Dijo.
Vi a Carlos acercarse a Charles y a Lando y abrazó a ambos, aunque Lando se aferró un poco a él. Estuvieron un rato riéndose entre ellos. Vi a Isa con Charlotte y me acerqué.
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De Repente Tú
Fiksi PenggemarSarah, una periodista española comienza las prácticas siendo una becaria de Movistar+, el canal que se encarga de emitir la fórmula 1 entre otras cosas y conoce por sorpresa a uno de los pilotos en el primer gp al que va a ayudar. Desde entonces su...