24 ejercicios de escritura que tienen varios propósitos, como por ejemplo, practicar a escribir con distintos tipos de narrador, jugar con los puntos de vista de los personajes o incluso, hacer de disparador creativo los días en los que la hoja en b...
Hoy traigo un disparador creativo basado en la hoja en blanco del escritor, aunque en realidad se refiera al famoso cuaderno del escritor (sí, ya sabéis, esa libreta que todos a los que nos gusta escribir siempre llevamos encima aunque dispongamos de cien apps para apuntar).
Para este ejercicio, cogeremos la frase: "Escribió aquella palabra en el cuaderno". A partir de aquí, anota 5 motivos que expliquen esa frase y 5 posibles personajes para protagonizarla. No te preocupes porque tus respuestas sean disparatadas o sin sentido. Escríbelas sin preocuparte, déjate llevar.
¿Quién escribe en el cuaderno y por qué? ¿Qué palabra escribe? 5 respuestas.
Cuando hayas terminado la lista, elige el personaje y el motivo que más te gusten. Con estos elementos, crea un texto de al menos 500 palabras. Este texto debería tener un inicio, nudo y desenlace.
Ahora, mi ejercicio.
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La recompensa.
Recompensa. Ashling escribió aquella palabra en la hoja blanca del viejo cuaderno de cocina y pensó unos instantes mientas observaba la jaula vacía, donde hasta hacía un par de días, había habido un bonito jilguero de brillantes colores. "¿Cuánta recompensa debería ofrecer por aquél pájaro cantor?" se dijo en voz baja. Ella no tenía una economía muy boyante, pero estaba segura de que algo del dinero que había conseguid ahorrar para sus vacaciones de primavera, sería suficiente para que un alma caritativa entregara el pajarillo en el hospicio.
Aunque si se desprendía de demasiado dinero, su viaje primaveral saltaría por los aires y otra vez tendría que quedarse en casa, haciendo trabajo extra. Recordó el enorme disgusto de la señora O'Brian cuando descubrió la puertecilla de la jaula abierta y la ausencia de su querido pájaro llamado Peter. La pobre mujer se había puesto hoy tan nerviosa al ver que Peter, el pajarillo se entiende, no había vuelto, que el doctor MacKoy, le tuvo que dar un par de calmantes, y seguro que eran de los fuertes, porque la señora O'Brian llevaba toda la tarde durmiendo en su habitación.
Ashling volvió a mirar la jaula y decidió que si tenía que quedarse sin viaje esta primera, valdría la pena por volver a ver a la señora O'Brian feliz, cantando con su jilguero por las mañanas. La verdad es que eran pocos los entretenimientos que estas personas podían tener en aquél lugar y para aquella mujer, ese pájaro era algo muy especial. Entonces, con la decisión tomada, escribió el número de la recompensa que había pensado que podría ofrecer.
—¿Qué está haciendo? —preguntó Kerry a la joven por segunda vez, después de haberla llamado por el nombre otras tres veces sin que ella le hiciera el menor caso y permanecía absorta mirando una estúpida jaula vacía y escribiendo.
La voz del señor Kerry había sido tan inesperada que la sobresaltó de tan mala manera, que arrojó por los aires el cuaderno y el bolígrafo mientras gritaba como una loca.
