EJERCICIO Nº19 LA LLAVE
Este ejercicio parte de la premisa "Se preguntó qué hacía esa llave debajo de la mesa". A partir de aquí, anota 3 motivos que expliquen esa frase y 3 posibles personajes para protagonizarla. No te preocupes porque tus respuestas sean disparatadas o sin sentido. Escríbelas sin preocuparte, déjate llevar.
Recuerda: "Se preguntó qué hacía esa llave debajo de la mesa".
¿Quién y por qué? ¿Qué abre esa llave? 3 respuestas.
Cuando hayas terminado la lista, elige el personaje y el motivo que más te gusten. Con estos elementos, crea un texto que, si quieres, puedes comenzar con la frase "Se preguntó qué hacía esa llave debajo de la mesa", pero no es obligatorio. Lo que sí debe tener el texto es un inicio (presentación breve de la situación), un nudo o medio (desarrollo de la situación o de la acción) y un desenlace (en el que se soluciona la situación).
Ahora, mi ejercicio.
LA LLAVE
Tan pronto como se cerró la puerta detrás de Ahsling, Brian Kerry suspiró aliviado. Aquella mujer tenía la capacidad de sacarlo de quicio siempre. No estaba seguro de qué era lo que ella había estado buscando en su habitación, pero sí sabía que había removido algo en su ordenador. Estaba bastante seguro, de que ella sola no habría descubierto las contraseñas de su programa, probablemente las obtuviera de manos de Clare. Era lamentable que su propia hermana lo hubiera traicionado de esa manera, dejándose conquistar por la naturaleza cariñosa y amable de esa criatura viperina llamada Ashling Murray, hasta el punto, de ayudarla en lo que fuera que tuviera entre manos esta vez.
Claro que, bien mirado, él había hecho unas cuantas de esas a su hermana cuando ésta andaba tonteando con el que ahora era su marido. Como aquella vez que le hizo pasar por un infierno de examen técnico y psicológico de lo más complicado antes de entrar a trabajar en una de sus empresas, sólo porque le divertía ver sudar al tipo. Pero eso no le daba derecho a su hermana a invadir su intimidad y a propagar sus secretos, ¿no?
Enfadado y frustrado con su hermana y la situación en la que se hallaba, se dirigió a la pequeña mesa en la que estaba el maletín con su ordenador, para comprobar que el daño hubiera sido mínimo. Justo cuando caminaba hacia allí, algo brillante bajo la mesilla le llamó la atención. Primero pensó en alguna pieza de joyería que la pequeña bruja hubiera perdido, pero luego cuando se agachó y la cogió entre la punta de los dedos, se dio cuenta de que se trataba de una pequeña llave dorada.
Observándola detenidamente, recordó dónde la había visto por última vez y sonrió de forma sibilina porque sabía la importancia de la pequeña joya que ahora mantenía entre sus dedos. Era una llave de oro, grabada y tallada por el que podría ser un virtuoso joyero. No era una pieza demasiado grande, apenas ocupaba la yema entera de su dedo pulgar, pero sí era maciza y tenía cierto peso. Una preciosa joya que Ashling llevaba siempre colgada de su cuello, con una delicada cadena, también de oro. Ella siempre estaba tocando, acariciando la pequeña joya y él se había preguntado numerosas veces de dónde sería esa llave.
No estaba seguro de si sería algo verdaderamente importante, puede que se tratase sólo de una de esas pequeñas llaves que abren un delicado candado en algún diario. Ashling tenía aspecto de ser de ese tipo de mujeres que compartían sus secretos con un papel y luego los mantenían bajo llave. Sin embargo, podría jurar que la pieza era de oro macizo y eso no casaba demasiado con un candado para un diario. No, esta llave probablemente abriría otra cosa.
Estaba seguro, de que fuera lo que fuese lo que esa llave abría, era algo importante para Ashling y seguramente, ella estaría dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de poder recuperarla. ¿Y no sería él un buen samaritano si se la entregaba en mano como había hecho días antes con aquél estúpido pájaro de colores que no paraba de hacer ruidos? Ella estuvo luego dos días dulce y suave como la miel... Agradecida. Hasta que había cambiado de opinión cuando volvieron a hablar sobre la dichosa deuda del hospicio.
Si ella supiera que había estado actualizando todos los papeles y hablando con el mismísimo alcalde para solucionar el tema de una vez por todas...
Él había vuelto a sus raíces, sin saber cómo ni por qué, un día se encontró observando el elaborado trabajo de artesonado en la barandilla de la escalera que conducía a la planta superior. Luego, descubrió la maravillosa puerta doble que se abría hacia el comedor. Estaba completamente seguro, de que bajo aquella espesa capa de pintura enmohecida, se ocultaba una verdadera obra de arte que él se moría por recuperar. Al igual que en las bellas contraventanas y en los marcos de los ventanales de la planta baja, que daban al descuidado jardín. Podría devolver la vida a tantas cosas en aquel lugar...
No tenía claro cuándo había decidido trasladarse a aquél decrépito lugar, ni tampoco si en realidad había sido una decisión propia. Lo único que sabía con seguridad, era que en estos momentos se hallaba viviendo allí. Que su mansión estaba en manos de su mano derecha y mayordomo principal y que él sólo quería tallar madera y convencer a una joven terca, de que él ya no era el hombre que había conocido en un principio. Sin embargo, al recordar el momento en el que la había encontrado escondida en el armario y su mirada de total desconfianza, no supo cómo convencerla de ese hecho. Quizá ahora, con esa llave en su poder, puede que por fin el destino estuviera de su parte.
Mirando la pequeña llave entre las yemas de sus dedos, sonrió mientras se preguntaba qué hacía esa llave debajo de la mesa y qué secretos abriría.
¿Qué os ha parecido el ejercicio? La verdad es que hacer estos ejercicios me está ayudando bastante. Me da pena que van quedando cada vez menos y con el final de ellos también va llegando el final de Brian y Ashling. Gracias por leer.
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24 Ejercicios de Escritura
Random24 ejercicios de escritura que tienen varios propósitos, como por ejemplo, practicar a escribir con distintos tipos de narrador, jugar con los puntos de vista de los personajes o incluso, hacer de disparador creativo los días en los que la hoja en b...