Siglo XXXI - Centro de control
Pov. Setsuna
Me sentía devastada al ver toda la destrucción en este mundo, las pantallas que proyectaban imágenes del espacio exterior no me alentaban mucho, los planetas habían sido reducidos a cenizas, las estrellas iban muriendo, igualmente ya no había un lugar del que pudiese nacer nuevas semillas estelares, Aphofis destruyó el origen de ellas. Sailor Galaxia había cedido a su control, el amor del pasado pudo mas que su deber. Serena poseía una mirada perdida, mi hermana estaba sola, sus sailor habían muerto una a una, las pocas que aún se mantenían en pie usaron su poder para levantar la barrera que nos protegía, este mundo para mí era casi una imagen del futuro que nos mostró Rini. Llevo mis manos al vientre, aún no se notaba pero podía sentir como el brillo de su estrella me confirmaba mi presentimiento.
- Serena, ¿Tuve algún hijo? - La miró negar. Eso significaba que allí mi vida era diferente. - ¿Te casaste con Endimion?
- No, huí de mi boda y fui a Kinmoku, allí di luz a mi primera hija, Eos. - Note su débil sonrisa, esa sonrisa borraba el dolor en su mirada. - Este mundo es diferente al tuyo, eres la esposa de Endimion.
No supe que decirle, conocía las eventualidades que se daban en casa línea del tiempo, nunca pensé haber ido a una de ellas para poder darme una idea del problema que teníamos encima. Vuelvo a mirar la pantalla, el sol había sido cubierto por una mancha negra, era idéntica a la que vimos el día del ataque de Beril al antiguo Milenio de Plata. El hogar del reino solar había sido destruido hasta no quedar nada. Una de las pantallas me mostraba la ciudad destruida, algunas personas deambulaban buscando comida, otros morían en el frío, no había señal de esperanza en ellos. Me detengo al ver la imagen de las sailor sobrevivientes, de rodillas tomadas de las manos utilizando sus poderes para proteger el palacio, su principal misión era proteger la vida de Serena, habían olvidado cuidar de los inocentes. Apretó con fuerza mi báculo, este escenario me conducía a una sola solución, dejar que mi hermana se entregará y para este momento eso ya debía haber pasado.
- Soy una cobarde. - Me giro a verla, observaba el cristal de plata en sus manos. - Cuando luche con Galaxia me rendí y mi mundo se derrumbó por el caos, huí ocultandome como una niña para recibir ayuda y tu hermana, ese yo de otra línea temporal me enseñó que debía ser valiente y creer en mí, tener esperanza. Ahora nuevamente me escondo mientras los demás se sacrifican por mí.
- Eres valiente. - Me acercó, tomo una de sus manos apretandola. - Solo debes creer en tu capacidad, no eres una cobarde, de ser así nadie daría la vida por ti, te dejarían morir.
- Setsuna...- Me abraza llorando, no pude más que acariciar su cabeza buscando calmar su dolor. Estaba herida y no había nadie quién le ayudará. - Seiya murió ante mis ojos, se volvió polvo.
- Si algo aprendí es que puedes contra todo lo que se interponga. - Me dejó caer junto a ella, me sentía cansada y con hambre. - Perdona, ¿habrá algo que pueda comer?
- Tenemos algunas cosas en la alacena, te traeré un poco. - Al verla partir, decido recostarme en el sofá, viajar en el tiempo me había agotado al extremo de perder mi transformación. Cierro los ojos dejándome llevar por el sueño.
- Setsuna. - La voz de mi madre me hacía querer despertar, mis párpados se sentían pesados. Al abrir los ojos me encuentro con su silueta en la distancia, detrás de ella Tokio de Cristal ardía en llamas, una figura flotaba en el cielo, no dude en reconocer a Serena. - Regresa, ella te necesita.
- Ella no sería capaz. - Madre me sostiene de los hombros obligandome a caminar, las ruinas del palacio nos rodeaban, Sailor Neptuno usaba su maremoto par atacarla, Lita y Mina huían con los niños, Endimion usaba su cristal dorado para poner a salvó a los habitantes de la ciudad, Seiya se alzaba sosteniéndose con ayuda de su espada, sus brazos sangraban debido a la batalla. Puedo observar Aphofis abrazarla por la cintura, besaba su cuello sin dejar de sonreír, la persona en sus brazos no era mi hermana menor, él había logrado manipular su corazón. - ¿Es mi futuro?
- Deben encontrar el cristal solar y ayudar a despertar las últimas estrellas antes de que Aphofis logré corromper su corazón.
Abrí mis ojos asustada, no podía permitir que este futuro se cumpliera, debía volver a mi hogar y hablar con todos, Serena había caído en la trampa de Aphofis, él no deseaba destruir todo, quería que ella lo hiciera y así acabará con la pureza de su corazón.
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🎆 Muy feliz año nuevo 🎉
Espero disfrutarán del capítulo, nos leemos en el siguiente: Hermanos.
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Luz de estrellas
FanfictionTokio de Cristal fue fundado bajo el mandato de dos gobernantes amados por su pueblo, ella serena y con un espíritu infantil que poco a poco se fue encerrado hasta sólo quedar el recuerdo de quién fue, él era todo lo contrario. formaron un futuro gu...