Capítulo 45: Hermandad

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Pov. Serena

Michiru acabo dejándome en mi habitación, mientras Hotaru iba por el botín para curar mis heridas, al ver los ojos de ambas pude notar el dolor de haber perdido a Haruka, las palabras de Aphofis vinieron a mi mente, observo el broche entre mis manos, conocía perfectamente lo que él quería decir, aunque en el fondo sentía miedo. No quería perder a la familia que ya tenía, olvidar mi pasado, a Sammy, papá y mamá Ikuko, mi amiga Molly, quien no volví a ver después de ascender al trono de Tokio. Todas habiamos hecho miles de sacrificios para llegar a este punto, pero al pensarlo podía crear el punto correcto en el que todo se equilibraría. Dos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos, papá se encontraba allí, Hades mi padre. No tenía porque decirle lo que pensaba, su mirada me dió a entender que ya sabía lo que sucedía por mi mente, Hotaru me entrega el botiquín, observo a papá tomar un poco  de algodón para llenarlo de alcohol.

- Llegó el momento. - Asentí, no pude evitar hacer una mueca de dolor al sentir el alcohol en mi herida. - Te dolerá.

- Papá...- me da una sonrisa. - Sí funciona, todos podrían tener una vida feliz.

- ¿Y tú? - Desvió la mirada. - Cuando enfrentaste a Beril en el siglo XX, pediste el deseo de tener una vida normal, tus amigas y Endimion, volvieron a la vida, nadie recordaba su pasado.

- Y todo estuvo bien en ese momento. - Negó. - Lo estuvo padre.

- ¿En serio? Recuerda ese momento de tu vida, te sentías feliz pero sabías que algo te faltaba y te empeñabas en saber que era, no fue hasta que apareció Luna de nuevo y pudiste entender tus sentimientos. - Apretó con fuerza mis sábanas, sentía que las rompería con mis uñas. - Serena, puedes ir y luchar sola, usar el cristal de plata, desear una vida normal para todos y simplemente sería como volver a esa época, pero está vez más personas están involucradas y tú, ¿Dónde quedas tú?

- Desaparecía junto al cristal de plata. - El sonido de algo caerse me alarmó, Michiru me observaba con sorpresa, la bandeja con el té se encontraba en el suelo junto a los pedazos. No supe cómo reaccionar solo la vi acercarse a mi, el ardor en mi mejilla logro sorprenderme, Michiru me había dado una bofetada, sus ojos estaban llenos de lágrimas.

- C-Como...- Su voz temblaba. - ¡Después de todo lo que hizo Haruka! ¡No puedes hacernos esto!

- Michiru, - Mi padre la toma del brazo al ver su intención de querer golpearme de nuevo. - si lo hago podrían vivir en paz.

- Haruka nunca te perdonaría que sacrifiques tú vida, siempre has conseguido soluciones impensables y está vez no será diferente. - Se suelta del agarre de papá, deja en mis manos la pluma de transformación de Haruka. - No puedes hacer eso, no puedes hacerlo y sacrificar todo lo que amas, Eos, Helios, Selene y Seiya.

- Ella tiene razón. - No pude evitar llorar al oírlos. - Te espera un hermoso futuro, no arriesgues eso por una salida fácil.

- Aún podemos ganar, simplemente danos la oportunidad de luchar de nuevo a tu lado, - Por una vez podía ver en ella una mirada de súplica. Asentí. - Hotaru y yo te acompañaremos.

- Nuestros lazos no son los de una guerrera hacia su reina, son de hermanos. - Hotaru se encontraba en la puerta, me miraba con una expresión serena. - Mi reina, siempre ha luchado con ayuda de sus amigas, nosotras tenemos la costumbre de hacer las cosas por nuestro lado, sin pedir su ayuda o de las chicas, pero está vez la paz depende no solo de usted, sino de todas. Déjenos apoyarla como en el pasado lo hicieron las demás.

- Gracias chicas. - Estaba acostumbrada a luchar codo a codo con Rei, Amy, Lita y Mina, pero está vez las cosas serían diferentes. Mi padre me toma de las manos besandolas. - ¿Papá?

- Las acompañare a su batalla, estaré con ustedes hasta el final. - Pude notar la sonrisa en Michiru y Hotaru, en cualquier momento iríamos a Neos. Sería el momento final, cierro los ojos sintiendo el poder del cristal del sol en mi hogar, Seiya lo usaba inconscientemente para detener el poder de mi cristal, eso me hizo sonreír, pasará lo que pasará él deseaba protegerme aún si debía luchar contra mí para poder alcanzarme.

- Mi reina. - Hotaru se arrodilló junto a mi cama. - Una vez estuve a punto de acabar con usted, quería hacerlo cuando se unió con Aphofis, pero no pude. - Aquella niña siempre valiente por un momento la veía frágil al decirme aquellas palabras, tanto Neptuno como mi padre parecían comprender a dónde quería llegar. - si sacrificara en este momento mi vida por usted me sentiría feliz y orgullosa, soy la Sailor del silencio, Sailor Saturn y confío en la Neo Reina Serena no importa que, se que usted nos traerá de regreso en una última oportunidad.

- Eso es cierto. - Michiru acaricio el cabello de Saturn, su sonrisa era maternal. - Volveremos una vez más eso es seguro, el Milenio de Plata nos espera después de esta batalla.

- Así sea. - Con Ayuda de papá me levantó de la cama, me sentía débil, aún así tenía algo que hacer antes de poder partir a Neos. Ambos salimos de la habitación siendo seguidos por Hotaru y Michiru, ellas sabían a dónde me dirigía, el palacio se encontraba en silencio, las risas de mis hijos ya no estaban, los regaños de Luna y Artemis por sus travesuras no se oían entre los pasillos, sacudo mi cabeza al creer que en algún momento Rei aparecería corriendo de un lado al otro porque Selene se le habría perdido en medio de algún paseo, mientras Lita caminaría con Helios leyendo un nuevo libro de recetas con algún postre que le llamaba la atención, mientras mi pequeña Eos iría en brazos de Michiru o Haruka hacia el jardín, sin embargo nada de eso pasaría, al menos no por ahora. Nos detenemos frente al salón principal, las puertas se abren sin emitir ningún tipo de sonido, dentro del salón estaban varias mesas de cristal recubiertas por cristal, el plata los había llevado allí y les protegía, Mina y Yaten se encontraban juntos, Lita al fondo con Luna en brazos, Rei acunaba Artemis consigo, Setsuna en brazos de Endimion y finalmente mis pequeños niños, mi Helios abrazaba a Selene, ambos parecían dormír tranquilamente, por la sonrisa en sus rostros quería suponer que tenían un hermoso sueño, era como verlos durante la noche antes de irme a la cama. Me acerco a mi pequeña Eos, acaricio su cabello con suavidad, hubiese deseado que su regreso no estuviera marcado por un enemigo. Me inclino besando el cristal que me impedia tocarla.

— Pronto estaremos juntos de nuevo. — Me alejo para regresar con los demás y partir a Neos, pero no pude hacerlo, algo me sostenía de mi vestido, no quería voltear pero sabía quién era, Seiya había logrado burlar el poder del cristal de plata con el poder del sol. Me abraza la cintura con fuerza.

— B-Bombón...— Podía sentir su respiración agitada, me dolía verlo así, sin energía. — No irás sola.

— Seiya debes quedarte aquí, no...— Tomo mis  manos entrelazando sus dedos con los míos. — Por favor.

— Lo haremos juntos, te apoyaré nuevamente, como lo hice una vez contra galaxia. — Doy media vuelta notando la determinación en su mirada, ya no era un adolescente impulsivo, era un hombre que actuaba por el bien de los que amaba y yo era una de esas personas. Me arrodilló a su lado. — Serena.

— Prométeme que no harás nada estúpido. — Ríe divertido por mi petición para luego besarme. Aquel beso era su respuesta, no me prometía nada pero estaría luchando pasará lo que pasará.

✨✨✨🌘✨✨✨

Muchas gracias por leer 😁

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