Serena no sabía como reaccionar, la bebé en brazos de Michiru le atraía de la misma forma que la miel a las abejas. Setsuna pasó entre las guardianas, se arrodilló frente a su reina, podía ver claramente en ella la confusión y su debate interno por aquel bebé. Seiya se alejó de su princesa, fue con la guardiana de los mares, está al verlo sonrió entregandole a la niña, quien al sentir el calor del azabache sonreía entre sueños llamando la atención entre los presentes. El cetro granate de Plut comenzó a brillar, los talismanes de Neptuno y Uranus aparecieron formando un perfecto triángulo, una línea de energía se creó de uno al otro brillando incesantemente, el símbolo de Uranus brillo en la frente de Haruka, una lágrima resbaló por su mejilla al sentir cómo el sello se rompía, todos los recuerdos de aquella batalla, la lágrimas de su princesa, la "muerte" de Eos, el morir del rey del Milenio de Plata y como Sailor Saturn despertó asesinando un reino entero para poder erradicar el poder de Aphofis y con él, aquella hechicera maldita.
Un brillo eterno apareció en medio de los tres talismanes, todos veían con asombro aparecer la copa lunar, la misma que había desaparecido en la batalla contra faraón 90 y la dama 9, para Serena ver la copa era revivir los momentos de Uranus y Neptuno al morir para que apareciera aquel artefacto. La copa brillaba ante ellos, Serena se acercó sintiendo como está la llamaba, la tomo en sus manos.
— Madre. — Se abrió, un mítico polvo plateado caía desde el interior y fue alzandose hasta dejar en su lugar la figura de la reina Serenity, sus ojos cerrados fueron abriéndose levemente.
– Parece que al final Aphofis volvió, — Un suspiro de parte de la reina se escucho, su figura translucida indicaba que era en realidad un mensaje dejado por la reina. — Serenity hija mía, hace mucho tiempo amaste a un hombre muy bueno, te entregaste en cuerpo y alma a él, de su unión nació una pequeña niña que tuvo que nacer en el lugar más solitario del universo, Eos posee el poder del sol y la luna al ser una descendiente directa. Por favor hija mía acoge en tus brazos aquella hermosa niña, la prueba de todo el amor que ustedes se tuvieron hace mucho tiempo.
Su imagen comenzó a desaparecer, dejando en Serena dudas que su mente no solucionaba, veía a sus amigas, todas a excepción de Uranus, Neptuno, Saturn y Plut, quienes parecían entender todo lo que pasaba. La copa lunar se rompio en mil pedazos, de sus restos de formó una pequeña diadema plateada adornada con zafiros y esmeraldas, algunas estrellas alrededor de la luna y el sol.
— Yo no recuerdo nada de esto. — La diadema cayó en sus manos, sus dedos acariciaban las pequeñas gemas en ella. — Sin embargo, siento que esa niña es parte de mi.
— Lo es, — La voz de Seiya irrumpió. — Su nombre es Eos, es nuestra hija.
— Plut, ¿Es cierto? — Asintió. Endimion observó a la guardiana bajar su cabeza en señal de disculpa. — No entiendo, se supone que Endimion y yo...¿Qué es todo esto?
— Mi reina. — Plut tomo sus manos con suavidad. — Está historia está mucho más allá de lo que has de recordar, tan antiguo es el Milenio de Plata como sus vidas en ese entonces y sólo tu mi querida princesa tienes el poder para romper el sello.
Seiya se acerco a ella con la pequeña en brazos, Serena miró a la bebé, apenas volvía abrir sus ojos, aquella mirada zafiro era idéntica a la de sus gemelos, algo en su pecho le causo una gran calidez que no podía negar, se dejó llevar tomando a la niña en brazos, aquel sentimiento le era extraño pero al mismo tiempo natural, como si su alma reaccionará a la niña recordando su calidez, su gran brillo al estar entre ellos.
— Ella era quién nos llamaba. — Selene se acercó mirando a la bebé con una sonrisa. — Escuchaba su llanto cerca del pasillo a la habitación del tiempo y recordé que usando el cristal de plata mamá abrió una vez la puerta.
— ¡Eso es peligroso! — Endimion la miraba con preocupación. — Si algo les pasaba sería imposible regresarlos.
— Lo siento papá. — El rey acarició su cabeza sintiéndose aliviado de que nada hubiese pasado, Seiya quería decirles que él era su padre, sin embargo en ese momento no era la situación correcta para decir algo como eso. — Ahora debemos encargarnos de prepararnos.
— Seiya y yo regresaremos a Kinmoku. — El pelinegro no podía más que sorprenderse a la afirmación de su reina, ya que era lo menos que deseaba. — Es tú deber y debemos volver para dejar todo listo.
— ¿De que habla princesa? — Durante todo el tiempo que pasó Amy no quería interrumpir pero sentía que aquella pelirroja ocultaba algo importante.
— Pronto habra un eclipse y podremos ver el reino del sol, pero...— Plut asintió. — Viajaremos en el tiempo y quizás sufran en el proceso.
Nadie quiso preguntar, sólo se limitaron asentir, Serena miró a sus hijos con amor, Seiya quería ir a su lado pero hasta que todo lo sucedido no se arreglará no podría estar con ella.
..........(~>.<~)..........Disculpen por no haber actualizado pero no estaba segura de cómo se daría el capítulo. Gracias por sus comentarios, nos leemos en el siguiente.
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Luz de estrellas
FanfictionTokio de Cristal fue fundado bajo el mandato de dos gobernantes amados por su pueblo, ella serena y con un espíritu infantil que poco a poco se fue encerrado hasta sólo quedar el recuerdo de quién fue, él era todo lo contrario. formaron un futuro gu...