Primero que nada este capítulo se desviará del hilo principal, espero sea de su agrado.
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☀️Manantiales de Hermes
Quizás en ese momento debía estar junto a sus hermanos y esposa buscando la forma de enfrentar a Ghost, aún así no podía, su corazón le pedía sellar ese pasado que había logrado recordar, los manantiales de Hermes habían sido el último lugar que visitó en el pasado, su mente recordaba sus últimos momentos a su lado, las horas en sus brazos antes de recibir aquel ataque que acabo arrancandole la vida. Golpeó con su pie una roca cercana, está dió contra un muro de la casa de vacaciones que usaron en aquel momento, no deseaba entrar y recordar sus últimos minutos, su yo del pasado aún sufría no poder ayudarla.
- Mila, - Se recostó de la pared más cercana al pasillo que daba hacia su habitación matrimonial, aún podía recordar su sonrisa enamorada el día de su boda, su emoción al comprometerse. Aunque su felicidad duró poco. Luego de verla morir tomo una decisión importante proteger a Amy, y fue la última que trato de cumplir pues Aphofis destruyó el reino hasta acabar con su propia vida, en el proceso aquella niña soltaría fue enviada al milenio de plata. - Lamento no haber podido hacer más.
En su antigua habitación aún se mantenía intacta la pintura de quién fuera la mujer que amo hace tanto tiempo ya. El polvo la cubría haciendole ver opaca, su cabello azulado y ojos del mismo color, la sonrisa de niña mientras abrazaba a su hermana menor; Amy. Hasta ese momento se había dado cuenta de lo parecida que eran ambas físicamente, pero él amaba con locura a la niña creyente en el amor y los sueños, esa que fue conquistando su corazón con lo testaruda y terca que podía llegar a ser, su inteligencia y capacidad de amar. Esas cualidades y más hicieron que la amará en esta época, no se sentía culpable al amar a la que en un pasado fue la hermana menor de su esposa, al contrario estaba feliz de haberse dejado amar por ambas. De entre su ropas extrajo un anillo dorado decorado con trozos pequeños de amatistas, lo dejo frente al cuadro.
— Te ame con locura pero este es mi adiós a ti, a lo que una vez fue nuestro pasado. — Bajo la mirada encontrando su vieja espada, la sostuvo entre sus manos sintiendo la energía de ambos. — Está arma fue hecha para protegerte y falle en ese entonces.
— Te espere tanto tiempo mi amado Renji. — No quería voltear, pensó era un broma de su imaginación, pero al verla supo que no fue así. Allí estaba ella vistiendo aquel hermoso traje azul celeste, su cabello azulado adornado por su tiara de perlas y plata. Sus manos entrelazadas a la altura de su vientre. — Mi alma sigue presa a mi hogar, hasta que el fuego de Ghost no se apague no podré liberarme.
— Una vez te jure protegerte y no pude. — Taiki empuño con fuerza su espada, miro hacia fuera, las llamas que rodeaban el castillo de Hermes y el pueblo, todo ardía sin ser consumido.
— Tienes una familia que cuidar, no trates de cumplir una promesa que no debes. — Le sonrió levemente antes de pasar a su lado ignorando su llamada. Pensó en su hijo y Amy, quizás algún día le perdonarían su locura. Alzó la mirada al ver ante su ojos a una mujer de cabellos azabache, en sus manos cargaba una lanza negra, el filo brillaba manchada de un líquido carmesí.
— Estuve aquí esperando por ti, mi nombre es Miza. — Alzó su lanza apuntandolo, Taiki corrió hacia ella con su espada en alto, ambas armas chocaron creando un fuerte sonido que solo era ahogado por el choque constante de ambas. Taiki retrocedió al sentir como el filo de la lanza daba en su costado izquierdo cortando su traje y de paso hiriendo su piel superficialmente. Llevo sus manos a la herida sintiendo la sangre que comenzaba a brotar. Su enemiga giro su lanza creando un remolino de fuego que fue enviado contra él, Taiki salto alejándose, pero el fuego parecía tener vida propia pues se movía siguiendo sus pasos a voluntad, blandio su espada solo para clavarla en la tierra abriéndola, dejando el fuego del lado izquierdo de la grieta, entre las llamas su oponente se dejó ver pasando por encima del vacío mirando como en el interior del planeta aún corría el fuego producto de su poder.
— No seguiré huyendo. — Levantó su mano formando un disco de energía, con un movimiento de su dedo lo envío hacia ella, quien solo uso su lanza desviandolo hacia el cielo. Taiki miro con sorpresa como su ataque era tomado como una broma.
— ¡Burbujas de mercurio, estallen! — Miro con miedo como Amy aparecía en medio del campo de batalla protegiéndolo. — No debiste venir aquí.
— La reina te aviso. — Asintió, negó levemente. Kakyuu no había podido guardar el secreto. Amy tomo su mano con fuerza. — Si se pone peligroso huye.
— No, nos iremos juntos, Neji nos espera en casa. — Escuchar el nombre de su hijo le hizo darse cuenta que estaba siendo un idiota al dejarse llevar por su pasado. Los aplausos de su enemiga atrajo la atención de ambos.
— Vaya, los dos morirán en el mismo lugar que la reina Mila, espero su hijo tenga quien lo cuide.
Amy, cerro sus ojos dejando que el cristal de mercurio se manifestará, frente a ella apareció un báculo azul, en su base se encontraba un hermoso cristal plateado en su centro brillaba un pequeño óvalo azul. El traje de Sailor Mercury desapareció siendo reemplazado por un vestido azul cielo. Taiki levantó su espada volviendo atacar, mientras Amy canalizaba la energía que aún se conservaba en las tierras de Hermes. No pudo evitar jadear al sentir como sus fuerzas fallaban, ella no era como el resto de sus amigas con la fuerza suficiente para luchar, siempre se empeño en ser el cerebro del equipo, Amy Mizuno la niña genio, la joven que amo con locura a una estrella fugaz, con quién tuvo al niño más hermoso del universo. Pero en ese momento sentía que debía retribuir todo lo que en un momento le fue otorgado por su mejor amiga, el sacrificio en el pasado de su hermana mayor dónde ella fue salvada gracias a la intervención de la reina Serenity. No quería perder al hombre que amaba ni a nadie más.
— Por favor dios de la sabiduría, tu que nos diste vida...— Apretó con fuerza el báculo entre sus manos. — Gran Hermes, deja caer sobre nuestra tierra tu eterno resplandor.
— ¡Amy! — Abrió sus ojos al oír la voz de Taiki, su esposo caía al suelo al ser golpeado por un fuerte golpe de la lanza. La peliazul dejo que la energía encerrada de el óvalo explotará hasta causar una explosión en todo el valle apagando las llamas que durante siglos permanecieron encendidas. El báculo se rompió en pedazos, cerro sus ojos producto del impacto, unas pequeñas gotas cayeron sobre su rostro, al mirar su corazón se helo, Taiki cubría su cuerpo con el suyo, la lanza atravesaba su abdomen, mientras su espada hacia lo mismo con Riza, está dió un paso atrás jalando la lanza hacia ella. Taiki se dejó caer de rodillas observando como el cuerpo de aquella mujer se convertía en cenizas hasta ser llevadas por el viento. Amy lo sostuvo entre sus brazos, tantos conocimientos médicos y en ese instante no podía salvar su vida, estaba segura que la herida era grave por la cantidad de sangre que emanaba de su abdomen y eso la aterraba, solo pudo hacer presión tratando de así salvarlo. Las manos de él sostuvieron las suyas.
— Te amo. — Ella apenas podía tratar de sonreírle, su corazón se rompía en pedazos mientras él cuerpo de su esposo perdía fuerza. — N-Neji...
— No hables...por favor no hables. — Su mirada se posó en el firmamento, no pudo evitar sonreír pese al dolor de su cuerpo, el cielo había regresado a ser azul, así mismo el ambiente había pasado a ser mas sereno. — No era tu batalla, no debiste.
— E-Estaba en deuda. — Apenas podía hablar, la sangre se acumulaba en su garganta, llevo una de sus manos a su mejilla, su propia sangre manchaba la piel de su esposa. Amy se acercó besando sus labios, no pudo evitar reprimir un gemido de dolor al dejar de sentir su respiración, Taiki cerro sus ojos luego de aquel beso, su mano dejo de sostener su mejilla.
— ¿Taiki? — Lo movió varias veces esperando que pudiese responder, que fuese una mala broma. — contestame..por favor Taiki.
Se dejó caer en su pecho llorando, no le importaba la sangre que cubriera su cuerpo, solo deseaba que su amado volviera, que su corazón latiera una vez más y poder ver su sonrisa única para ella, pensó en su hijo en las preguntas que haría al ver que su padre ya no estaba.
— Todo es culpa de Cosmos, si ella no se hubiese negado a dar su poder ahora Taiki estaría vivo. — Alzó a mirada al oír aquellas palabras, Ghost se encontraba frente a ella extendido su mano. — Ven conmigo Amy Mizuno y te daré el poder de vengar a tu amado esposo.
La peliazul dudo en seguirlo, pero al ver su rostro no tuvo ningún duda. Sujetó su mano dejando que el poder oscuro de Ghost la rodeará.
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Muchas gracias por leer y dejar sus comentarios, nos leemos en el próximo.
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Luz de estrellas
FanfictionTokio de Cristal fue fundado bajo el mandato de dos gobernantes amados por su pueblo, ella serena y con un espíritu infantil que poco a poco se fue encerrado hasta sólo quedar el recuerdo de quién fue, él era todo lo contrario. formaron un futuro gu...