Se miró al espejo una vez más, hace mucho olvido su verdadera apariencia, su cabello había dejado de ser castaño y los pequeños reflejos púrpura también habían desaparecido, su cabello ahora era de un color negro, retiro los guantes de sus manos dejando ver las marcas de quemaduras, recordó la fuente de aquellas marcas; el cristal del sol le había herido al intentar tomarlo de la caja, volteó a mirar hacia la pequeña caja de cristal donde aún se mantenía guardado. La puerta de la habitación fue abierta, aquel hombre odiaba su apariencia, despeja de haber logrado huir del corredor del tiempo volvió a verse como en el pasado, sus ojos azules y su cabello rubio ceniza, Aphofis odiaba salir a la luz del sol pues recordaba a su hermana y el príncipe del Solaris.
— ¿Recordando el pasado? — Volvió a cubrir el espejo, fue hasta su cama recogiendo un libro. — No puedo creer que aún lo ames.
— Yo no puedo creer que aún no puedas destruir a Serenity, querías el cristal del sol y no puedes tocarlo, quieres a tu hermana, destruirla por completo no has logrado nada. — El azabache, la tomo por la cintura, llevo sus manos hacia las cintas de su vestido soltando poco a poco estas para degustar su piel. — No pienso ser tuya de nuevo.
La giró para ver su rostro, acarició sus brazos eliminando las quemaduras, sorprendiendola por lo sucedido. Cerró sus ojos dejando que besara su cuello.
— Hiperión nunca pudo hacerte suya. — Le empujó pegándole contra el espejo. — Prepárate, quiero que traigas a Eos.
— ¿Eos? Esa niña nunca nació. — rompió a reír causando confusión en ella. — No entiendo tu diversión.
— La pequeña Eos fue ocultada dentro del corredor del tiempo.
— Han burlado al gran Aphofis. — Gruño al escucharla reírse. — Ahora esperas que yo vaya a Tokio de Cristal y traiga a esa niña para ti, luego ¿Qué harás?
— Esa niña posee un poder inmenso y podría sanar por completo la herida que Cosmos dejó en mí. — Saori suspiro, era cierto que ella odiaba a Hiperión y Serenity, pero aquella bebé no tenía culpa de nada, saber lo que pasaría cuando estuviera en manos de Aphofis le daba un escalofrío.
— La vas absorber...— Saori se dejó caer en la cama mirándolo con miedo. — ¡Es sólo una bebé!
— ¿Y qué? — Reprimio un gemido al oír su pregunta. — Tu no eres una santa paloma, envenenaste al rey de Kinmoku, me dejaste entrar al reino del sol aún así, quieres seguir pensando que eres una niña buena.
— Yo sólo quería que él me amara...— Bajo la mirada al darse cuenta que sus palabras eras ciertas. — Pero no puedo hacerle daño a ese niña.
— Lo harás o morirás. — Chasqueo los dedos apareciendo un portal tras ella, podía sentir el roce de algunos tentáculos contra su piel. Aphofis salió de la habitación cerrando la puerta, una vez fuera el portal desapareció. Saori se dejó caer jadeando a causa del pánico, se abrazó a sí misma temblando a causa del miedo. Aún se reprendia por haber actuado de aquella forma en el pasado, no quería seguir siguiendo órdenes pero darle la espalda Aphofis significaba morir en un abrir y cerrar de ojos.
Flash back
Conocía perfectamente el salón de bailes donde se encontraba, miró la mancha de sangre en el piso, ella era la culpable de lo ocurrido sólo ella había permitido que Aphofis entrará al reino, ella causó todo aquel desastre. Alzó la mirada observando el cuadro quemado en la pared donde apenas podía ver la mitad del rostro del hombre que amaba. Escucho los pasos de su nuevo amo entrar al salón.
— ¿Te arrepientes? — No respondió. — No puedes abandonarme ni mucho menos intentar algo en mi contra.
Tomo sus manos señalando los brazaletes de oro en ambas muñecas.
— En el momento que quieras dejarme esos brazaletes acabarán con tu vida.
Fin flash back.
Volvió a colocarse los guantes, ato de nuevo las cintas de su vestido. No deseaba hacer lo que Aphofis quería, pero tampoco deseaba morir por ir en su contra. Salió de su habitación dejando atrás sus miedos y dudas, Aphofis le había dado una misión importante. Infiltrarse en Tokio de Cristal y capturar a la princesa Eos.
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Un capítulo algo corto que espero disfrutarán.
Nos leemos en el siguiente capítulo :)
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Luz de estrellas
FanfictionTokio de Cristal fue fundado bajo el mandato de dos gobernantes amados por su pueblo, ella serena y con un espíritu infantil que poco a poco se fue encerrado hasta sólo quedar el recuerdo de quién fue, él era todo lo contrario. formaron un futuro gu...