Luz de estrellas

Capítulo 49: Paz

Pov. Serena.

Sentía una sensación de paz recorrer mi cuerpo, no sabía dónde estaba ni que pasaba a mi alrededor, mis ojos se mantenían cerrados, a la distancia podía oír el canto de las aves, pero en Neos no había vida y después de ese momento todo habia acabo, ya no sentía la energía maligna de Ghost ni a mi padre, ¿Estaba sola? Esa pregunta se repetía en mi mente, quizás así era y ahora flotaba en el espacio pero en el espacio no había aves solo estrellas hermosas que iluminaban la noche. Abro los ojos encontrándome con el cielo azul, las pequeñas nubes blancas eran llevadas con el viento. No quería levantarme pero debía hacerlo, me encontraba sentada en el jardín del castillo de mi madre, la reina Serenity. No puedo evitar jadear debido a la sorpresa que sentía al estar en ese lugar, miro mis manos llenas de tierra por estar en el suelo, mi vestido blanco un poco sucio.

- ¿Esto querías? - Mi madre me observaba desde la fuente, papá sostenía su mano. - Deseaste  dejar de luchar, descansar.

- ¿Estoy muerta? - Ambos se acercan a mi, la mirada de mi padre era inexpresiva, mientras la de mi madre me transmitía seguridad. Ambos se sentaron junto a mi observando el cielo.

- No, aún no pero si sigues allí lo harás en poco tiempo. — Papá acarició mi cabeza dandome una suave sonrisa. Movió su mano derecha frente a él mostrando una escena que no esperaba ver, mire con curiosidad  como mi cuerpo flotaba en medio del espacio, estaba suspendida dentro de una barrera creada por el cristal de plata, Neos había desaparecido por completo, quizás había sido producto de mi choque de poder contra Ghost. — Serena, se que te duele y deseas cambiar todo, quieres que ellos vuelvan pero dime, ¿Y tus hijos?

— ¿Que pensaría Seiya? Dime, ¿Que harás? Te niegas a volver es un suicidio para ti abusar así de tu poder  hasta el punto de quedar en ese estado. — La reina Serenity, mi madre me rodeo los hombros con su brazo miramos nuevamente la  escena. — Hija mía, regresa con las personas que amas.

— Haruka, Michiru, Amy, Taiki,  Hotaru y Seiya no están. — Me acurrucó en brazos de mamá, me sentí decaída por esa razón. — Ellos murieron por esta causa y yo sobreviví.

— Así lo ha querido el destino. — Papá se levantó extendiendo su mano hacía mamá, la mire tomar su mano de apoyo para levantarse. Ambos volvieron a mirarme una última vez antes de alejarse en medio del  jardín bañado por la luz, la escena  desapareció ante mis ojos. Pensé en mis hijos y en lo egoísta que era al dejarme morir. Sonreí al cielo mirando las mariposas revolotear encima del prado, aún tenía algo que hacer en otro lugar.

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2 año después

Selene corría de un lado al otro mientras Eos trataba de atraparla, Helios tocaba su violín siendo escuchado atentamente por Sailor Plut, la antigua guardiana del tiempo mantenía en sus brazos a su pequeña bebé de apenas un 1 año de edad, su cabello rosa estaba peinado en pequeños bucles adornados por broches de pequeñas estrellitas. Aún recordaba la batalla ocurrida contra Ghost y Aphofis, todo lo que eso conllevó durante su desarrollo, las lágrimas derramadas y toda la tristeza que ese momento causo. Aún así habían ocurrido algunos momentos felices, el regreso del reino del Sol, el nacimiento de su pequeña Chibiusa y el despertar de su sobrina Eos, aquella niña era una pequeña copia de su hermana durante su infancia, aunque debía admitir que Helios y Selene eran igual de imperativos. Tokio de cristal crecía próspero y brillante bajo el reinado de Endimion su ahora esposo, las sailor no le rendían protección, los guardianes de Endimion habían regresado a la vida volviendo a jurar lealtad a sus nuevos reyes. El Milenio de plata nuevamente había renacido y sus protectoras habían subido de nuevo a su hogar para darle protección, aunque luego de la muerte de Ghost el origen de todo mal fue erradicado, aún así siempre quedaba quien quisiera causar desorden y tratar de romper la paz.

El día que despertaron después de su hermana llevarlos a ese profundo sueño sintió todo el poder el cristal de plata purificar la galaxia pero después de eso nada más ocurrió, espero que volviera pero no fue así, entonces Endimion hizo el anunció de la muerte de la Neo Reina y sus guardianas, así como Solaris informo de la muerte de su príncipe o al menos eso pensaron durante más de un mes. Durante mucho tiempo las sailor buscaron un indicio de que sus cuerpos estuviesen flotando en algún punto de la galaxia hasta que pasado cuatro meses, recibieron el llamado de un planeta vecino a Kinmoku, sus Sailor exploradoras encontraron a la reina en un sueño invernal dentro de una extraña barrera de poder, sin embargo lo más extraño era que aparte de los cristales de plata y solar, dentro de la barrera flotaban unas semillas estelares, una vez que fue llevaba a la tierra trataron por todos los medios de liberarla sin éxito, no fue hasta que los pequeños príncipes entraron con su hermana menor al salón del trono y sus insignias brillaron rompiendo la barrera de protección. Después de mucho tiempo Serena pudo despertar, ella había ido en medio de una fuerte proyección astral al caldero primordial y llevo consigo las semillas estelares de sus compañeros, nadie supo cómo logro hacerlo pero solo paso. Las semillas respondieron a la luz de la reina, Michiru al ver a Haruka corrió a sus brazos, Hotaru por su lado fue corriendo con Setsuna, Amy y Taiki no creían el estar nuevamente uno frente al otro, por su parte Seiya seguía sorprendido al verse de nuevo frente a sus amigos, pero el escuchar la voz de sus hijos volvió en si dando gracias al cielo por estar con su familia.

— ¡Tía Setsuna! — Selene corrió hacia ella cargando a Eos. — Lo has sentido, regresaron.

La nueva soberana de Tokio de cristal sonrió, siguió a sus sobrinos hacia el jardín principal, por fin sus padres habían vuelto de sus vacaciones en Solaris después de su pequeña y secreta boda realizada en la luna dónde sus únicos testigos fueron sus amistades más cercanas decidieron irse de vacaciones los dos solos y olvidar el pasado. Serena soltó la mano de su esposo para correr junto a sus hijos, tenían dos meses sin verlos por estar disfrutando de sus vacaciones y verlos de nuevo era como sentirse nuevamente en casa. Seiya sonrió al verlos por fin podían estar todos juntos, agradeció con la mirada a su cuñada por cuidar de ellos antes de reunirse en un abrazo. Setsuna siguió mirando como su hermana y Seiya por fin podían vivir su amor y disfrutar de  su familia después de mucho sufrimiento.

— ¿Así lo viste? — Endimion se acercó a ella tomando su mano para besarla y luego a su bebé.

— No, deje de ver el futuro después de amarnos esa primera noche. — Recostó su cabeza de su hombro sin dejar de ver a la pareja, quienes reían con sus hijos dándoles alguna noticia que les provocó una gran sorpresa. En ese instante Setsuna deseo saber cómo sería el futuro, pero era mucho mejor dejar que todo fuera sorpresa, después de todo las puertas del tiempo ya no se abrían para ella, la luz de una estrella cubría su localización. No permitirian que nuevamente acciones egoístas hicieran sufrir a otros.

Fin...

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Muchas gracias a todos los que apoyaron está historia hasta el final, gracias por sus comentarios.

Espero no haberlos decepcionado, pude haber escrito un capítulo más, pero al hacerlo me quedo así y no quise cambiarlo.

Saludos y gracias 🌠