Luz de estrellas

Capítulo 17: Guardianes

Serena no dejaba de mirar a los conejos frente a ella. Después de la muerte de Saori los hizo ir al salón del trono, había decidido llamar a Luna y Artemis pues ellos debían saber algo de aquellos dos recién llegados a su hogar, sin embargo no espero que sus consejeros estuvieran al punto de un colapso nervioso al verlos. Luna, quien siempre demostraba ser la más segura entre ambos temblaba como una hoja al verlos.

— ¿Se conocen? — Rompió por fin el silencio. Luna le miró de reojo dando un leve asentimiento de cabeza. — Entonces soy toda oídos.

— La reina Serenity nos hablo de ellos una vez, — Artemis observó a los guardianes. — Se supone que fueron los primeros guardianes de la luna.

— Así es, — El conejo blanco dio un paso al frente. — Fuimos los primeros consejeros y guardianes reales. Mi nombre es Zafira.

— Soy Zafiro, fuimos los guardianes de Cosmos, nacimos al mismo tiempo que ella, juramos volver cuando nuestra señora despertará.

Luna y Artemis miraron a su reina, ellos conocían el destino  de ser Sailor Cosmos. Sabían que en cualquier momento Serena debería enfrentar al rey del caos; Aphofis y como ha pasado desde el inicio su vida se perdería para siempre, sólo tendría una oportunidad para sobrevivir un deseo al caldero primordial, como había predicho su antecesora. Zafira dio un salto hasta quedar junto a los felinos.

— Nosotros siempre hemos esperado entre las estrellas que Cosmos volviera y hace poco sentimos su brillo renacer; aquí estas. — Serena se acercó y acabó arrodillándose frente a ellos, acarició las orejas de zafiro, en el cuello de la pequeña conejita  había un collar con un anillo dorado, el mismo que en el pasado Hiperión le había dado. Zafiro noto la mirada confusa de la peliplata decido acercarse.

— Se que usted encontró los anillos, pero  este anillo es el verdadero, el rey nos entregó los anillos reales antes de su boda, — Zafiro movió su pelaje oscuro con su pequeña pata dejando ver la argolla. — Son anillos especiales y en ese tiempo Aphofis los deseaba.

— ¿Por qué? Seiya no ha mencionado nada sobre eso. — Zafira y Zafiro se miraron entre ellos. Fue Luna quien se acercó a su protegida.

— Hiperión bloqueo sus recuerdos sobre ellos y nos dejó a nosotros el conocimiento. Sin embargo aún no podemos decir el motivo de ocultar las argollas. — Artemis suspiro, los tres guardianes voltearon a verlo. — Sabes que no debemos.

— Ya Serena despertó como Sailor Cosmos, ellos dos han aparecido y Aphofis nos rodea, ¿Qué más vas a esperar Luna?

— Artemis por favor dime que está pasando. — Suplico su reina.

— Los anillos fueron creados para crear una prisión, en tus manos y las de Hiperión crearán una prisión que encerraría Aphofis en los confines del cosmos, su poder sería drenado. — Luna le miró con sorpresa por sus palabras. Artemis le observó de reojo quería ignorarla pues sabía que Luna quería decirle algo, Zafiro y Zafira no sabían del todo el motivo de crear aquellos anillos, pero estaban seguros que esa no era la historia.

Serena deseaba saber más, pero no tenía la intención obligarlos hablar, conocía a sus consejeros y guardianes, por la mirada de ambos felinos estaba casi segura que mentian para no traicionar su voto de confianza. Sonrió alejando las preguntas que deseaba formular  su mente.

— Protejan esos anillos, Luna llévalos a la cámara de tesoros reales. — Se alzó del suelo al sentir las puertas abrirse. Sailor Plut entraba en compañía de Michiru. — ¿Pasa algo?

— Es mejor que lo veas tu misma. — El semblante de la guardiana de los mares era de confusión, mientras Plut parecía alterada.

— Serena no se que pasa. — Al ver el miedo en la mirada de su hermana mayor supo que era algo grave. Luna y Artemis querían saber lo ocurrido, sin embargo no podían ignorar la orden real. Decidieron llevar a los nuevos consejeros a la cámara donde guardaban todos los tesoros místicos de la corona. Artemis caminaba en silencio, mientras sus compañeros hablaban, recordando el pasado cuando esos anillos llegaron a sus manos.

Flash back

Había acabado su ronda, Luna y él ya no debían estar en su forma animal mientras vigilaban el palacio en ausencia de sus soberanos, quienes habían ido con la princesa al reino de saturno. Esa noche todo marchaba normal, no había ningún contratiempo que necesitará horas extras de vigilancia.

— ¡Artemis! — La voz de luna lo asustó, la forma en que gritaba con miedo mientras se acercaba le produjo mala espina. La observó detenerse frente a ella. — Hiperión está aquí y se encuentra herido.

— ¿QUÉ? — Salió corriendo en la misma dirección por donde apareció su pareja. Lo vio recostado de los pilares del jardín, su cuerpo sangraba. Notó como empuñaba una pequeña caja en sus manos. Trató de ayudarlo pero él lo impidió. Extendió la caja hacia él.

— Llegará un momento donde vendré, los pediré, en ese momento tu me los entregaras y me iré. — Abrió la caja encontrando dos anillos.

— ¿Para qué son? — Hiperión sonrió. Dio un suspiro mirando dos grandes estrellas en el cielo.

— Son las estrellas que faltan a sailor cosmos, cuando llegue el momento ustedes se las entregarán y ella podrá enfrentar Aphofis.

Fin flash back

Salió de sus pensamientos al oír la puerta de la cámara real abrirse, los cuatro al entrar notaron cada una de las piezas sagradas de Tokio de Cristal, el báculo de la princesa de la luna reposaba en una repisa de cristal, la Copa lunar a su lado, en medio de la habitación el Cristal de oro junto al cristal de plata. Zafiro y Zafira se quitaron los anillos, estos flotaron hasta situarse en una repisa vacía. La espada de la princesa se encontraba dentro de una caja de cristal. Sólo Sailor Venus tenía el derecho de usarla además de su reina, sólo esperaba nunca fuese necesario sacarla de aquella caja.

Biblioteca real

— Lo hemos traído aquí por protección. — Michiru se acercó al joven de rodillas, sus manos estaban atadas, vestía una armadura negra, su cabeza era cubierta por una capa. Plut se la quitó dejando ver su cabello castaño. La respiración de Serena se detuvo por un momento, ella sabía que su familia había muerto hace ya más de cien años, pero aquel joven era él, su hermano Sammy.

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Muchas gracias por leer. Nos leemos en el siguiente :3