Capítulo 8: Kakyuu

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Planeta Kinmoku

Pov. Kakyuu

Algunas veces sentía la necesidad de gritarle a Seiya sobre su pasado, decirle todo el daño que sufrió, cargaba con la responsabilidad de decirlo todo y ahora la oportunidad de permitir que las cosas fueran como debían ser estaba frente a mi, pero tenía tanto miedo de lo que pudiera pasar desde este momento, la batalla que se aproximaba no era sencilla, Aphofis era una de las encarnaciones de Caos pero a diferencia del ser que una vez sailor galaxia encerró y él, era que Aphofis podía manipular el pasado si lo deseaba, era una cualidad adquirida gracias a esa hechicera. Mi madre me había entrenado en secreto para usar el cristal del fuego cuando esté momento llegará, pero había pensado que quizás para ese momento tendría un descendiente que cuidará de mi hogar, alguien a quién confiarle lo que más amaba. Me había casado sintiendo un profundo amor por mí rey, pero él y yo aún no habíamos podido tener un heredero y tenía miedo de morir antes de poder cumplir nuestro sueño de ser padres.

— Kakyuu. — Levantó la mirada de mi libro al oír que me llaman. Allí estaba, su mirada era de preocupación. — ¿estás bien?

— Zafiro...— Me recuesto del espalda de mi silla mirando al techo. — Tengo miedo de viajar al pasado.

— Hablé a nemesis, mi hermano dice que solo debes confiar en la Neo Reina Serena, él piensa que solo debes tener fé. — No pude evitar sonreír. — Tenía pensando viajar a Nemesis para la boda de mi hermano y Esmeralda, pero me quedaré a cuidar del reino y esperar por ti.

— Si algo me pasa...— Lo veo negar. — Escúchame por favor.

— Nada te sucederá, Kakyuu eres la mujer más fuerte que conozco, te amo y sé de tus capacidades. — No entendía como solo con pocas palabras y sus sonrisas era capaz de infundir en mi tanta confianza. — Además te juro que de volver no tardarás mucho en quedar embarazada.

— Pero...¡Zafiro! — Desvío la mirada sintiendo las mejillas rojas de la vergüenza. — eres un pervertido.

— Lo dice la mujer que no me deja dormir más de dos horas. — Acaricia mi mejilla, vuelvo a verlo notando su preocupación. — Confía en ti un poco más, él no podrá lograrlo sin tí.

— Taiki y Yaten han de estar enojados, nunca les oculto nada y está vez oculte durante años este secreto. — Abro mi libro mostrando su interior, dos pequeños anillos. — Los antiguos caballeros de Kinmoku deben volver y cumplir su propósito.

— Ocultaste todo por tú juramento al cristal del fuego, no porque así deseadas que fuera, deja de culparte. — Sonrió al ver como era capaz de apoyarme en todo. — Además estaré a tu lado, si se enojan los haré pagar, nadie hace sentir mal a mi reina.

— Algunas veces eres algo protector. — Cierro el libro dejando los anillos a un lado. — Zafiro, gracias.

— Soy tu esposo, mi deber es cuidarte y apoyarte en todo. — Me lanza un beso antes de salir, no puedo pensar en otra cosa que en mi viaje al pasado. Los dos anillos brillan al sentir la presencia de mis guardianes. Taiki y Yaten parecían estar preocupados por la forma en la que los hice llamar con urgencia.

— Es hora de romper el sello, — ambos se miraron, los anillos brillaron mientras en ellos un símbolo aparecía en sus frentes, la marca del sello de Kinmoku, las cadenas que le rodeaban se rompieron. Ambos cayeron al suelo jadeando.

Fin pov.

Yaten y Taiki se sujetaban la cabeza con fuerza, los recuerdos venían a ellos como olas de tsunami golpeando a la costa, sentían tanto dolor y sufrimiento que no deseaban seguir viendo aquellos recuerdos dolorosos, tanto era el dolor que acabaron desmayandose a los pies de su reina.

— Es hora de que se reencuentren con su pasado mis amadas estrellas.

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Un capítulo corto, pero este fue como un relleno 😅
El siguiente capítulo Yaten, veremos su pasado y su despertar como el caballero de Kinmoku. Gracias por leer y comentar.

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