Pov. Serena
Todos nos encontrábamos preocupados, Seiya tenía más de una hora dormido, Endimion había decidió posponer la reunión. Me sentía agradecida por eso, no quería apartarme del lado de Kakyuu, ella parecía ida en sus pensamientos, no era para menos, Seiya se había comportado de una forma extraña. Me siento a su lado notando que miraba aún la fotografía.
- En mi planeta se conoce la historia de este hombre, no había pinturas suyas pero si un legado en la historia. - Tuve curiosidad al oírla. - Mi abuela una vez me hablo de él.
- ¿Era alguien muy importante? - Ella asintió, alzó la mirada hacia Seiya, Kakyuu parecía confundida pero más que nada su expresión era de culpa. - Puedes confiar en mí.
- Kinmoku lo traicionó...él amaba a una princesa pero decidió comprometerse con otra. - Desvió la mirada hacía mí. - La dejó en el altar y corrió a los brazos de otra mujer.
- No fue así. - La voz de una mujer llamó nuestra atención, a su lado se encontraba una dama de cabellos azabaches tejidos en una trenza adornada de pequeñas orquídeas de cristal diminutas, sus manos juntas a la altura de su pecho, sus ojos plateados parecían estar tristes, todo en ella era enigmático. Queria llamar a los guardias, pero al verla sonreirnos desistí. Su cuerpo se encontraba translucido. - Mi nombres es Hipolita, reina del sol, ese planeta que han descubierto fue mi hogar.
>> En esa época de oro, éramos amigos del reino de la luna, su reina Serenity era mi mejor amiga, - Me sentía confundida al oírla mencionar esa historia. - Yo tuve a Hiperión y ella a ti, mi hijo se enamoró profundamente de una joven doncella que servía en el palacio pero mi rey se negaba a una relación con plebeyos, decidimos enviarlo a Kinmoku para ser entrenado por el rey de ese planeta, mi hermano mayor. - Hizo una pausa antes de continuar, parecía que aquella historia le dolía. - Shun lo llevo a la luna y allí quedó enamorando de la princesa Serenity, tanto fue su amor que volvió a casa y suplicó que fueramos a pedir tú mano. Aquella doncella enamorada pensaba que él había vuelto por ella, al saber la verdad entró en cólera y robo un libro de magia negra, creo un talismán que corrompio su corazón. Kinmoku sólo fue uno de sus títeres, Hiperión buscó ayuda en ustedes pero ella fue tan fuerte que ya había corrompido su planeta. En su desespero Hiperión creo dos anillos para su amada, pero se perdieron después de que huyó con ellos a nuestro hogar.<<
- Supongo que la traición se debe al hecho que mi gente se dejó manipular por esa mujer. - Kakyuu parecía pensativa. - ¿Los anillos?
- No sé donde estén, mi hijo los perdió y lastimosamente murió el día de su boda defendiendo el reino. - Me levanto de mi asiento, me sentía mareada, camino hasta él, sentí que me llamaba, no puedo evitar caer de rodillas junto a su lecho. - Tus memorias están selladas por orden de tu padre.
- No sé quién es mi padre. - Susurre confundida por todo eso. - ¿Qué poder tienen esos anillos?
- No estoy segura, pero Hiperión quería algo que la protegiera en su ausencia.
Seiya se removió susurrando mi nombre, Hipolita sonrió antes de desaparecer dejándonos a los tres solos en aquella habitación. No sabía si toda esa historia era real, pero si el cristal de plata le había permitido aparecer ante nosotros significaba que no era alguien de quién pudiéramos desconfiar.
Fin pov. Serena
Seiya abrió sus ojos lentamente, miraba a su alrededor, lo primero que noto fue a Kakyuu sentada a un lado en un sillón, pero su mirada recayó en Serena, la rubia meditaba con los ojos cerrados.
- Mi reina. - Kakyuu corrió a su lado, Serena se tensaba. - Podría dejarnos solos por favor.
Ella entendió su mirada sería, no quería preguntar pues lo conocía y él le diría que pasaba después. Asintió dejándolos solos, Serena trató de levantarse pero él lo impidió sujetando su brazo.
- ¿Por qué lo hiciste? - No tuvo que ser un genio para entender. - No entiendo porque sigues con esto, esos niños son míos bombón.
- Seiya yo...- Oculto su mirada en su flequillo, no quería ver esa mirada azul herida. - Quería ir a tu lado pero...
- No tienes justificante, a menos que dudaras de la paternidad. - Soltó su mano al decir eso, la rubia le miraba dolida. - Los amaría y protegeria.
- ¡Son tus hijos! - Rompió a llorar sintiendo su corazón destruido. - No fui a tu lado, todo un reino depende de mi, tenía miedo.
- Se que es eso. - Ni él entendió su respuesta. - Quiero estar a su lado, quiero estar con los tres. Permíteme amarte, déjame hacerte feliz.
Sus manos se entrelazaron, una pequeña luz se formó entre ambos, al despejarse dos pequeños anillos cayeron encima de las sabanas, Serena los conocía, eran los mismos que ella había entregado a Michiru. El pelinegro tomo uno mirándolo con nostalgia.
- Los hice para estar siempre a tu lado, serían nuestro enlace en la boda, no pude lograr dartelos. - Su mirada se encontraba perdida en un punto distante. - Te amaba tanto Serenity, pero ella nos alejo...- Se sujetó la cabeza con fuerza llorando. - ¡EOS! ¿Donde está Eos?
Kakyuu entró corriendo al oír los gritos de Seiya, Serena trataba de calmarlo. Dos pequeños veían la escena con curiosidad. Sailor Plut alzó su báculo, la gema en el brillo, Seiya caía nuevamente dormido. Sólo ella había visto el símbolo dorado en su frente.
..........(~>.<~)..........Hola, bueno espero este capítulo les haya gustado. Créanme por un minuto me hice bolas redactando :') pero bueno ya luego tome el hilo, la idea del otro fic y éste se mezclaron jajaja
Gracias por leer y comentar.
Nos leemos en el siguiente: Plut
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Luz de estrellas
FanfictionTokio de Cristal fue fundado bajo el mandato de dos gobernantes amados por su pueblo, ella serena y con un espíritu infantil que poco a poco se fue encerrado hasta sólo quedar el recuerdo de quién fue, él era todo lo contrario. formaron un futuro gu...