Ubicación: Yuanyang, Yunnan, China.
Habíamos vivido aventuras una tras otra en el sur de Asia. En la India tuvimos varios problemas por el terremoto, el tsunami y el virus, pero el problema mayor fue O.M. MediLab, una empresa farmacéutica que realizaba actividades ilegales. Durante toda nuestra travesía, descubrimos que en realidad esa empresa era una rama de SOMBRA y un hombre de Rising Hope, Warren Goodfellow, estaba entregándole a O.M. MediLab el dinero de la ONG y de los seguidores del Gurú Om Padmasana, encima que trato de inculpar de todo es al Gurú. Pero al final descubrimos la verdad y pudimos encerrarlo para siempre, y ahora, hemos viajado a el sur de China para tratar de encontrar a su contacto, "El Reclutador".
-Aldo, todavía no puedo creer que Warren Goodfellow estuviera trabajando para SOMBRA desde el principio. ¿Cómo es que SOMBRA lo logra? ¿Por qué siempre no nos damos cuenta sino hasta el final?-Dijo Carmen, molesta.
-Los detalles sobre la implicación de Warren Goodfellow con SOMBRA todavía están pocos claros. Sin embargo, la carta que Aldo encontró nos trajo hasta Yunnan-Le recordó Ripley.
-¡Esa es otra cosa que no entiendo, Jefa! Yunnan es una lejana provincia agrícola de China. ¿Qué podría llamar la atención de SOMBRA en este lugar?-Pregunto Carmen, confundida.
-Eso es lo que tenemos que averiguar. Todo lo que sabemos es que Warren se encontró aquí con su contacto, El Reclutador-Le respondí.
-¡No te equivoques, Aldo! SOMBRA ya se nos adelantó de nuevo, así que nuestra primera tarea consiste en descubrir su escondite chino-Me advirtió Ripley.
-¿Y por donde deberíamos empezar ahora, Jefa?-Le pregunte.
-¡Tienes que ir a una misión de reconocimiento! Empieza por los arrozales. Confió en que volverás con pistas nuevas, Aldo-Me ordenó Ripley y me fui con Carmen hacía los campos de arroz. Al llegar, siempre he sentido curiosidad por los arrozales de China. Parecía ser unos escalones enormes con varias plantas y agua. Pero mientras íbamos revisando la zona, terminamos encontrando el cuerpo de un joven.
-Aldo, ¡Este chico está muerto! ¡Alguien le cortó la garganta!-Señalo Carmen, impactada.
-Esto ya se vuelve común cuando estamos detrás de SOMBRA. No me sorprende que encontremos un cadáver en cualquier parte-Le dije, un poco enojado, y vi al lado del cuerpo de la víctima una tarjeta postal, una canasta de arrocero y unos pedazos rotos.
-Cierto... pero lo que me impacta es que sea un adolescente. ¿Resulta que SOMBRA está asesinando arroceros? ¿O simplemente se trata de una tragedia local que va a volver a desviar nuestra atención del rastro de SOMBRA? ¡No sé que pensar, Aldo!-Me pregunto Carmen.
-Volvamos al principio, Carmen: He logrado encontrar algunas pistas. No tardaremos mucho en examinar esta canasta y, con un poco de suerte, estos pedazos rotos serán de algo que le pertenecía a la víctima-Le mostré.
-Y esa postal debe de haber sido de la víctima; estaba junto al cuerpo. Parece viaje... el mensaje casi no se puede leer-Señalo Carmen.
-La postal está dirigida a un tal Guo Han. Al menos ya sabemos el nombre de la víctima. Recuperemos el mensaje para obtener más información sobre él-Agregue y comenzamos. Primero, llamamos al Cuartel para que vinieran a retirar el cuerpo. Después, al unir todos los pedazos, resultaron ser de un sombrero de bambú.
-Oye, los arroceros usan sombreros como esté, Aldo. Eso significa que puede ser el de nuestra víctima. Vamos a enviárselo a Lars-Me sugirió Carmen y guardamos el sombrero. Antes de irnos, mire entre las plantas de la canasta y encontré un bastón.
-Me pregunto como esté bastón termino en la canasta-Dije, curioso.
-¿Crees que tiene algo que ver con el asesino?-Me pregunto Carmen, pero antes de que le pudiera responder, se nos apareció de la nada un hombre. Era chino y de al menos 75 años, con el cabello largo gris y una larga barba, y vestía una camisa púrpura opaca toda sucia y rota, además de llevar un nido sobre su cabeza y algunas hojas.
ESTÁS LEYENDO
Criminal Case: Edición Mundial.
FanfictionHola de nuevo, soy Aldo Parón, y ahora estoy viajando por el mundo. Pero estas no son vacaciones, es ahora mi trabajo. Después de haber salvado Pacific Bay de Albert Tesla, un científico loco que quería destruir la ciudad y digitalizar a todos sus h...