Capítulo XXXVI

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𝐂𝐨𝐧𝐟𝐥𝐢𝐜𝐭𝐨 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨

La estampó contra la pared sin despegar sus bocas, ella instintivamente enrolló sus piernas en la cadera de Lui mientras que las manos de él no tardaron en escurrirse por debajo de su blusa, palpando su tonificado abdomen e ir subiendo sin recato a sus pechos, los cuales comenzó masajear y apretar de a poco. Ella dio un leve suspiro aún besando con intensidad sus labios, de los cuales escurrió un poco de saliva al separarse levemente para mirarse a los ojos. Apreciaban el indiscutible deseo del contrario, era como una red envolvente de carga hormonal que los atrapaba en un instante para no abandonarlos por un buen rato. Cada uno sintió agraciado su ego ante eso, el solo saber que poseían ese dominio sobre el otro los excitaba aún más, sin darse cuenta que mutuamente llevan una lucha silenciosa por quién controlaba mejor la situación. Era tan natural en su carácter que no lo apreciaban a simple vista, solo dejaban actuar sus impulsos impuestos por su propio cuerpo.

Sin desconectar sus miradas, ella se bajó lentamente de su agarre. Lui se confundió un poco con eso, pero no lo patentizó en su expresión, simplemente la siguió con sus espinelas violetas que brillaban levemente en la noche, dándole un aspecto más atrayente. Cuando la vio ponerse a su costado, sintió sus suaves manos colocarse en cada hombro desnudo, para después irlo empujando lentamente hacia la cama. El blader se dejó guiar. En esa posición el brillo lunar que entraba por la ventana iluminaba los orbes áureos de la chica, haciéndolos aún más hipnotizantes de lo que ya eran. Cuando llegó al borde de la cama, instintivamente se sentó y la tomó de la cintura para atraerla a él, haciendo que se sentara sobre su regazo, pero no la besó, simplemente continuaron mirándose e intercambiando respiraciones.

Sharp sonrió de lado, su mano que seguía en el hombro izquierdo del chico, la comenzó a guiar lentamente hasta su pecho, entonces lo fue empujando para recostarlo en el colchón. Lui alzó una ceja, ¿Qué tenía planeado?

—¿Qué haces? —se sintió extraño en esa posición, y lo fue aún más cuando la vio a ella montarse en él y agarrar ambas muñecas para colocarlas a sus costados de la cabeza—. No —ya entendía a dónde iba esto. Pues no, no iba a dejar que dominara la situación.

—Te va a gustar —dijo suavemente pero con seguridad. Vio que el peli-celeste iba a tratar de zafarse de su agarre, entonces con un lento movimiento de caderas provocó que se quedara algo pávido en su posición, sonrió por eso y repitió su acción. Se meneó lentamente sobre su entrepierna, rozando ambos sexos.

Lui tragó en seco cuando sintió su miembro ir reaccionando a los estímulos. Luchaba internamente contra su ego, le incomodaba que ella estuviera sobre él, pero... el verla desde esa posición, meneándose seductoramente sin dejar de mirarlo... lo hacía en parte no querer que parara. La fricción cada vez comenzaba a sentirse demasiado bien, al punto de sentir esa parte de su cuerpo punzar, suplicante por más y más.

Ya no aguantaba, iba a tomarla de las caderas y recostarla para terminar con ese martirio. Pero de un momento a otro, la chica se bajó de su cadera, dejándolo pálido de la frustración. ¿Ahora qué...? Apretó precipitadamente las sábanas y dio un pequeño respingo cuando sintió el bulto entre sus piernas ser tomado firmemente por ella.

—Hm... —Sharp volvió a sonreír por su reacción, y esto solo era el comienzo de lo que tenía planeado...

—¿Q-Qué haces? —Lui miró hacia abajo en cuanto sintió su pantalón ser bajado lo suficiente para liberar su hombría. Y todo a su alrededor empezó a tornarse borroso cuando la blader por fin lo consiguió. Tomó con una mano su erección y fue subiendo y bajando lentamente...

Cerró la boca para contener los suspiros que amenazaban con salir, pero su pecho delataba su estado; subía y bajaba más de lo normal.

Se sentó de a poco para poder presenciar mejor la escena que ya lo tenía en las estrellas, maldecía internamente a la mocosa por manejar bien sus cartas y tenerlo siempre en la cuerda floja contra su orgullo.

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