Capítulo XXV

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𝐓𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐚𝐠𝐨𝐭𝐚𝐝𝐨

—¡No te quedes atrás! —gritó divertida a Valt, mientras ambos seguían corriendo casi a la par.

—¿De qué hablas? ¡Quién quedará atrás eres tú! —respondió en el mismo tono a la oji-azul, igual de contagiado de energía.

—Ajá... —estrechó sus ojos y sonrió retadora, acelerando el ritmo. Su amigo se quedó atrás unos segundos, pero rápidamente se colocó a la par, donde simultáneamente rebasaban al otro solo por un corto tiempo.

Después de varios minutos donde a los dos bladers les cambió el color de la cara por el esfuerzo, llegaron al límite del parque donde se detuvieron precipitadamente, colocando sus manos sobre sus rodillas y tratando de nivelar su respiración.

—Toma eso... —articuló con dificultad, pero mirándolo triunfadora.

—¡Hey! ¿Se te metió... tierra a los ojos? Te... vencí —dijo seguro de sí mismo y haciendo un puchero.

—No es verdad... Te gané, Free...

—¿Free? —preguntó Valt, confundido.

—... —Capeller parpadeó, borrando su mueca divertida y cambiándola por una igual de confusa, ¿por qué... había dicho eso?—. Olvídalo, vámonos —se enderezó y movió su cabeza para que la siguiera.

Aoi permaneció unos segundos serio, pero caminó hasta estar al lado de ella. La miró de perfil, se encontraba con una expresión serena, eso lo tranquilizó un poco... Aunque, no siempre solía ser el chico despistado al que todos estaban acostumbrados. A veces sorprendía a su amiga con un semblante perdido, como si constantemente estuviera sumergida en sus pensamientos y no se diera cuenta del entorno hasta que alguien llamara su atención, y cuando sucedía, la veía tratando de disimular, tal vez no quería que se preocupara por ella, pero, ¿qué tanto estaría rondando en su cabeza?

—¿Irás a casa? —preguntó la joven, mirándolo como de costumbre.

—Creo que iré a entrenar con Shu. Espero que ya haya vuelto, porque también tengo hambre —colocó su brazo detrás de su cabeza y sonrió.

—De acuerdo. Entonces nos vemos mañana —afirmó al tiempo que ambos chocaban los puños y se sonreían.

—Es un hecho —comenzó a alejarse corriendo—. ¡Adiós! —extendió su mano para despedirse. Tn le regaló una última sonrisa antes de proseguir con su camino.

(...)

Llegó a su habitación y cerró detrás de sí. Siempre la ponía de muy buen humor ver a Valt, era como si ese adolescente atrajera buenas vibras y contagiara a todos. Bueno... casi todos. Pero definitivamente le hacía bien, y más actualmente.

Suspiró mientras se quitaba su chaqueta previo a caminar al armario para guardarla, pero cuando la colgó y estuvo a punto de cerrar, de la nada algo llamó su atención.

—¿Mm? —parpadeó y miró fijamente el bolsillo de la prenda, donde alcanzaba a sobresalir algo blanco, parecido a un papel. Guió su mano ahí para tomarlo, y cuando lo sacó, pudo comprobar que lo era. Curiosa, caminó a su cama para sentarse y comenzó a desdoblarlo, en ese momento muchas cosas se manifestaron de a poco en su mente. Para cuando estuvo completamente abierto, puso toda su atención a lo yaciente sobre el papel.

Le costó asimilarlo a la primera, sin embargo... mientras más transcurrían los segundos y volvía a releer el contenido una y otra vez, sus facciones iban cambiando al tiempo que también arrugaba la hoja en su mano.

Se paró de golpe, tomó su chaqueta que minutos atrás recién había guardado y salió de la casa.

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