Capítulo XXVIII

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𝐂𝐞𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨

Las gotas escurrían de los cabellos de ambos, recorriendo sus rostros y cayendo en los hombros o al suelo. Pese a que eran conscientes de los cinco pares de ojos sobre ellos, no apartaban la vista uno del otro.

En un contexto habitual no hubieran dejado que nadie notara un simple acto como ese, ya sabían ingeniárselas para pasar desapercibidos. Pero ahí se encontraban; ignorando como si se trataran de fantasmas a los demás. Aferrándose como imanes al invisible lazo que constituía un hecho y abría entre ramificaciones muchos sentires.

La tensión se olía en el aire, ese par poseía carácter de sobra, y verlos en primera fila en un enfrentamiento silencioso, no era nada paupérrimo en cuanto conmoción.

Oxford hubiera interrumpido el silencio desde hacía rato si no fuera porque le llamó la atención el intercambio, el cual parecía guardar un significado interesante. Naturalmente era analítico y observador, así que no titubeó en guardar mentalmente este hecho para agregarlo a las carpetas de información de ambos.

Vaya que poseían información... Tenían bien estudiado a cada uno de ellos. Nada fue al azar.

Sonrió un poco y caminó a la máquina que había concluido el desarrollo y construcción del segundo beyblade enlazado en la historia. La máquina se dividió en dos partes, abriéndose hacia arriba y dejando salir humo en el acto, hasta que poco a poco se esparció; dejando a la vista al objeto metálico.

—Está hecho —habló finalmente, llamando la atención de los presentes.

Sharp respiró hondo y se puso de pie lentamente, dejando su semblante sombrío. Le temblaba ligeramente el cuerpo.

Lui avanzó hacia el científico con una expresión más fría de lo normal, pasando de largo a la blader.

Y cuando llegó a éste, le arrebató el objeto, guiando toda su atención al beyblade, pero sin cambiar la mínima facción en su rostro. Simplemente lo miraba sin hacer nada más.

Capeller solo observó brevemente al peli-celeste, pero regresó su atención a la albina, quien permanecía como una estatua lúgubre. Lograba percibir una energía extraña emanando de ella, ¿o era solo su imaginación?

—Oye —la llamó con cuidado. No sabía qué tan vulnerable o susceptible se encontraba después del proceso que requirió demasiada energía mental y física, y su volatilidad la hacía estar alerta a la mínima reacción.

Demoró unos momentos, pero finalmente levantó su mirada... Y la castaña no la reconoció, a pesar de que seguía igual físicamente.

Entrecerró sus ojos, y al instante giró hacia Oxford, mirándolo con notorio enfado.

—¿Qué le hiciste? —demandó al tiempo que daba fuertes pasos hacia el hombre, sin embargo, Free la tomó del brazo a mitad del camino, aunque eso no impidió que volviera a exigir respuesta—. ¿Qué fue lo que le hiciste? —sí, comenzaba a recordar esa energía y mirada... Esto no le gustó.

—Estoy bien —soltó Sharp totalmente neutral, dirigiéndose hacia Lui para también observar el Beyblade. Pero ni siquiera le dio una pequeña mirada a su amiga.

—Mm... —Capeller y Shu no tardaron en interceptarse mutuamente, ambos con la misma expresión seria debido al presentimiento.

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