Capítulo XXX

217 14 55
                                    

𝐐𝐮𝐞́𝐝𝐚𝐭𝐞

—No, no, no de nue... —para ese momento su bey ya había salido disparado con brusquedad de la arena, fue sujetado por Lui con agilidad antes de que éste tocara su rostro—. ¡¿Quieres concentrarte?! —increpó Sharp, poniendo ambas manos en su cadera.

—¿Insinúas que es mi culpa? —arrugó su entrecejo.

—Yo estoy concentrada, no sé qué esté pasando por tu cabeza.

—Hazte a un lado, estorbas —la empujó con su codo, estaban juntos ya que debían lanzar al mismo tiempo.

—Oye —lo empujó de igual manera.

—Tsk... —esta vez se lo devolvió con el doble de fuerza, pero ella volvió a su posición inicial, entonces ambos comenzaron a empujarse simultáneamente ejerciendo resistencia, sus mejillas y brazos estaban pegados —. Mocosa... —masculló Lui con dificultad, aún tratando de ser el ganador en esa "disputa".

—Ja, ahora soy mocosa de nuevo ¿no? —sonrió de lado—. No como aquella noche —trató de ejercer más presión.

—Sí, pero aquella noche no querías que me alejara de ti —soltó socarrón, y rió en sus adentros cuando Tn borró su sonrisa.

—¿Aquella noche? —la voz ajena hizo que ambos dieran un pequeño respingo, entonces miraran ampliando sus ojos a ese punto; dos orbes dorados los observaban con atención.

—Niña, ¿qué haces aquí? —los bladers se separaron y trataron de guardar cierta distancia.

—Dijiste que nos veríamos pronto —se justificó y sonrió.

—Ah, sí... Bueno, supongo que puedo darme un rato de descanso —se quitó los aparatos con algo de dificultad y acarició su cabeza con alivio, al igual que el peli-celeste.

Riley miró a Tn y después a Lui, así simultáneamente por un rato. No solo estaban juntos, sino que tenían unos aparatos extraños. En general la situación era rara.

—¿Qué? —preguntó el blader cruzándose de brazos, le incomodaba cómo miraba a ambos.

—Nada... —dijo fingiendo inocencia y desvió la mirada sonriendo. Aún recordaba muy bien su última plática con la albina, donde reconoció que le gustaba el hombre—. ¿Qué estaban haciendo?

—Tratando de dominar esto —Sharp agarró su beyblade y se lo tendió a la chica con naturalidad.

—¿Qué es? —dijo sorprendida y lo aceptó al instante. No se parecía a alguno que hubiera visto.

—Un beyblade fusionado —pudo notar la confusión en los ojos de la menor, así que prosiguió—. Es algo complicado, pero trataré de que lo entiendas —le hizo un ademán con la mano para que se sentara a un lado de ella, y cuando lo hizo comenzó a explicarle.

A Lui le llamó mucho la atención eso, ¿por qué había tanta familiaridad entre ellas? ¿Desde cuando se conocían? No recordaba haber visto alguna vez a la chica.

Sacó a Lúinor en lo que ambas terminaban de conversar y se dispuso a matar el tiempo entrenando.

(...)

—Ya veo... —Riley miraba el pasto pensativa, realmente era mucha información, pero logró comprender hasta cierto punto—. Pero estarás bien, ¿verdad? —sus facciones reflejaban notorio interés por la respuesta.

—Por supuesto —elevó ambos brazos y cerró los ojos, igual de presuntuosa que siempre. Eso le causó risa a la menor, provocando que su preocupación aminorara.

Los Juegos del Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora