Capítulo III

379 25 17
                                    

𝐓𝐨𝐫𝐧𝐞𝐨

11 años después...

—Debes equilibrar tu postura, Luka. Hazlo como te dije —le dijo a su hermano de trece años. Este la miró frustrado.

—¡Ya perdí la cuenta de las veces que me he acomodado! —dirigió sus ojos a sus pies tratando de encontrar el ángulo que ella le pedía—. ¿Qué tal ahora? —preguntó esperanzado.

La castaña cerró un ojo y posicionó una mano frente a su rostro para guiarse mejor.

—Sí, perfecto —le sonrió.

—Ya era hora —trató de no moverse—. Bueno, ¿Ahora qué?

—Muéstrame tu lanzamiento. Supongo que ya creaste uno propio como te sugerí dependiendo de lo que mejor te beneficiara —se sentó en el pasto, recargó su cabeza en su puño y lo observo esperando.

—M-Mi... propio lanzamiento... —sus ojos se pusieron en blanco y una gota empezó a formarse en su sien mientras trataba de pensar lo más rápido posible.

—No es suficiente con ver a los mejores del mundo competir en la televisión —enderezó su cabeza aún sentada para verla seria—. Debes combinar tu mente con tu cuerpo.

El menor suspiró, sabía que tenía razón. Hace tiempo que quiso dejar de ser aficionado y comenzar a entrenar en serio para en un futuro entrar a las grandes ligas, como su ídolo.

Tn curvó una sonrisa al verlo perdido en sus pensamientos. Dedujo que se estaba cuestionando mentalmente, y eso era importante para llegar a una resolución.

—Bien, volveré más tarde. Tómate tu tiempo —se puso de pie y pasó al lado de él despeinándolo en el camino. Su hermano la miró con reproche.

Estaba por entrar a su casa cuando un grito la detuvo.

—¡Tn! ¡Luka! —reconoció esa voz al instante. Apartó su mano de la puerta y caminó rápido hacia el dueño de esos inconfundibles gritos.

—¿Valt? —dijo ampliando su sonrisa—. No sabía que vendrías ho... —el de cabello azulado la abrazó con fuerza antes de que pudiera terminar la oración, ocasionando que su mejor amiga se tambaleara y retrocediera unos pasos.

—Sé que tendría que haber venido hasta mañana. Pero ya quería verlos —dijo apartándose con cuidado de Tn y observando a ambos hermanos con su típica mueca positiva; cerrar los ojos y sonreír mostrando sus dientes.

—Mientras más pronto, mejor. Debemos aprovechar que estás en Japón —había pocas oportunidades de ello, pues desde hace dos años que se encontraba instalado mayormente en España por pertenecer a BC Sol.

—¡Perfecto, ahora el campeón mundial podrá ayudarme también! —dijo el menor de los tres, emocionado.

—¡¿Ya practicas beyblade?!

—Tn me está enseñando —le mostró orgulloso su bey que recién había construido días antes.

—Con que Tn, ¿eh? —puso una mueca retadora—. Entonces esto será interesante —sacó a Wonder Valtryek y lo colocó frente a él.

—Un Turbo Bey... —suspiró la chica como si estuviera decepcionada. Valt la miró confundido—. Es una lástima que... ¡Yo también tenga uno! —lo sacó de su bolsillo y enseñó triunfante mientras sonreía —Te presento a Mythical Jawzahr—. su beyblade tipo equilibro.

Los Juegos del Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora