Capítulo XXI

161 13 14
                                    

𝐀𝐦𝐞𝐧𝐚𝐳𝐚

No se había dado cuenta que había dejado de parpadear hasta que lo hizo después de mucho tiempo. Lentamente giró su rostro hacia la contraria con los ojos bien abiertos.

—¿Te... vio desnuda?

Creía que estaba preparada para escuchar el relato de Sharp, pero esto fue una completa sorpresa.

La albina tenía abrazadas sus rodillas y mantenía la vista al frente tratando de ocultar su sonrojo entre ellas.

—Creí que después de un año de escuchar y atestiguar el desastre que son juntos, nada podría aumentar mis expectativas.

—Vamos, estás exagerando...

La oji-azul alzó una ceja.

—¡Está bien! Siempre pasan cosas raras... o desastrosas... o peligrosas —hasta le daba gracia escucharse, tenía que admitir que estar con Lui era de todo, menos aburrido.

Capeller sonrió adivinando sus pensamientos.

—¿Cómo serán las cosas ahora? —preguntó curiosa.

—Siendo sincera no quiero verlo a la cara por un buen rato... Y dudo que él tampoco a mí.

—Dices que no apartó la mirada al instante —sonrió ladinamente. La contraria rodó los ojos y asintió.

—Hubieras visto su cara, quedó en shock.

—Supongo que es primera vez que ve a una mujer desnuda —se encogió de hombros.

Sharp quedó en silencio un rato, no lo había pensado. Y si lo analizaba, eso podría ser cierto... Después de todo estaban hablando de Lui, no le interesaban otras cosas que no tuvieran que ver con  beyblade. Pero aún así seguía siendo un hombre...

—Me debe una, tuvo una buena primera experiencia —la italiana rió por su comentario.

—Creo que ya no te avergüenza tanto.

—Claro que sí... Es decir... ¿Tú qué harías si Free te viera desnuda? —cuestionó y se acomodó para verla mejor.

—... —duró en silencio unos segundos. Mentalmente fue creando el mismo escenario pero con ellos como protagonistas, ¿será que él también se quedaría petrificado observándola? ¿O se iría al instante? Era la persona que más lo conocía, y aún así le era complicado adivinar sus acciones.

—Tal vez le lanzaría algo como de costumbre —tosió un poco incómoda—. Y él me molestaría siempre con eso, me haría recordarlo en los momentos más inoportunos.

Ambas rieron y siguieron conversando.

(...)

Iba caminando con rumbo a su casa, no supo cuánto tiempo estuvo con Sharp, pero debió ser mucho por lo oscuro que estaba ya. Ella tampoco se había quedado, fue a casa de Shu como había dicho y por ende tomaron caminos diferentes.

Miró su calzado blanco y suspiró aún pensando en la situación de su amiga, era bastante curioso.

Pasaron unos minutos. Sus pasos eran lo único que escuchaba por la calle en esa noche tan sola, eran contadas las luces provenientes de algunas ventanas que estaban encendidas, de ahí en más, todo solo era iluminado por los rayos lunares.

De repente sintió un escalofrío recorrerle.

Flashback

Los Juegos del Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora