Seis meses, seis largos meses habían transcurrido desde el ataque, los primeros dos habían sido los peores para Arno y Connor, el primero no había pasado un solo día sin llorar por su esposo y todo lo que había perdido en el camino; la vida no había sido especialmente justa con él; Connor por su parte, no sabía del todo como sentirse, ya había perdido a su madre, y a Haytham después, aunque si no eran unidos del todo, no dejaba de doler... Y estaba el asunto con Ezio. Lo había traicionado, y eso no quedaría así.
—¿Qué haces?— Preguntó con seriedad mientras se posicionaba detrás de Cesare, el español parecía muy concentrado en mandar algunos mensajes, luego de los segundos que le tomó entrar al perfil del receptor de sus mensajes, le mostró la foto de un hombre rubio, de cabello ligeramente ondulado, grandes y curiosos ojos azules, además de numerosas pecas por su rostro.
Kenway estaba de pie, desconcertado.
—Te dije claramente que buscaras a Auditore, no que te hicieras una cuenta en tinder...
Cesare frunció el ceño y accedió al perfil del chico en redes sociales, donde tenía algunas al lado del propio Ezio y algunos más de los Auditore.
—No es una cita de tinder; se llama Leonardo, y por lo que sé hasta ahora, es amigo cercano de la familia de tu querido Ezio. Después de todo, nos podría ser de utilidad.
***
Cesare estaba ligeramente nervioso, si bien se había liado ya con más de una persona en sus poco más de veinte años de edad, era la primera vez que saldría en algo formal con alguien, y, cuando ese chico, Leonardo, apareció, no supo cómo reaccionar, pues había quedado embelesado por sus mechones dorados, iluminados aún más por el rebote de los rayos del sol sobre ellos, unos ojos azules acompañaban la imagen, y sus pequeñas pecas por su rostro completaban el magnífico cuadro; pero no podía distraerse, debía sacar la información que pudiera sobre Ezio, y nada más.
***
El sol se vio perdido entre los nubarrones grises que amenazaban con romper en una lluvia agresiva, cosa que a Arno no pareció importarle del todo y aún así salió envuelto en su abrigo azul, no subió la capucha y tampoco llevó una sombrilla, en esos seis meses se había acostumbrado al clima de Londres, y le había tomado cierto gusto, le recordaba a Shay en cierta manera y todas las pequeñas escapadas que podían darse por la ciudad. La lluvia además, era la oportunidad perfecta para permitirse llorar por su esposo, las gotas de lluvia, frías, se confundían y mezclaban con sus lágrimas.
Terminó sentado en una banca, no muy lejos del sitio donde residía, y entre la multitud que iba y venía sin ton ni son, estaba seguro de haberlo visto. Quería y necesitaba que fuera él, y estaba seguro de ello, pues ese abrigo era único, como el de cada miembro de la orden, pero pronto renegó del sujeto que veía, con el cabello suelto y una barba desaliñada.
Ese no podía ser su Shay de ninguna manera.
***
Por su parte, Leonardo estaba encantado con su cita, un chico con carisma, que hablaba fluidamente el italiano y se portaba sumamente protector con él, incluso, cuando su cita se vio estropeada por la lluvia, Cesare se despojó de la chaqueta gris y se la colocó sobre los hombros, por esa clase de detalles, le pasó un poco desapercibido las preguntas del chico sobre las fotos en su perfil donde aparecía uno de sus amigos.
***
—Quiero ir a Londres. —Murmuró Shay mientras se cambiaba el vendaje; George alzó la mirada y negó, el chico aún no estaba del todo en condiciones de viajar, y no necesitaba llevarse otro susto. Luego notó un detalle; Cormac llevaba nuevamente su alianza. —Quiero verlo... y sé que está allá, oí la llamada con Starrick.
Aunque Shay no estaba seguro de ello, no del todo. Vería a Arno ¿pero qué haría después? Le había mentido casi la mitad de su vida, lo había dejado huérfano, y además, había tenido el descaro de dormir con otro hombre.
Necesitaba el perdón de Arno, y por ello terminó en un vuelo, aún en contra de la voluntad de Monro.
Pero al llegar, se acobardó, pudo ver de reojo a Dorian sentado en una banca bajo la lluvia, pero no tuvo el valor de acercarse.
¿Qué podría decirle que valiera la pena?
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Betrayer [Arno x Shay]
FanficDesafío 30 días de la OTP Arno es criado bajo la enseñanza de los templarios, bajo la tutela principalmente de Haytham Kenway y Shay Cormac.