Mi hermosa bestia

Capítulo 24

Lane

Aburrimiento no era parte de mi vocabulario, me estresaba y me hacía sentir enjaulada, esta era la verdadera manera de agradecerle a la naturaleza, mezclándonos con ella sin dañarla, volvernos solo uno.

Aquí estaba riéndome con chicos que ni siquiera conocía pero que eran muy amables y divertidos de la escuela y de la reserva, todos nos divertíamos jugando en este hermoso lago de agua cristalina. Habíamos crecido muy rápido pero no por eso debíamos amargarnos la vida, porque vida solo hay una y hay que disfrutarla lo más que puedas.

-Te amo- me dijo Antoni pegándome a su cuerpo y abrazándome -eres la mejor mujer con la que me pude haber casado- sonreí conmovida

-Y yo te amo a ti, mi amor- tome su cuello pegándolo a mi boca, me separe viéndolo a sus hermosos ojos azules, realmente lo amaba.

-Dime de nuevo así- pidió uniendo nuestras frentes

-Mi amor? - asintió

-Me encanta escucharte hablar español, te oyes tan sexi- me dijo y reí -Lo digo enserio, mira- me pego muchísimo más a su cuerpo y sentí su erección debajo del pantalón le lancé una mirada atrevida y él me sonrió travieso.

-Princesa Lane, enserio muchas gracias por todo esto- me dijo un chico de la reserva y me separe de Antoni mirándolo con una sonrisa, era castaño y todo de él estaba mojado excepto su cabello -cada año nos reunimos, pero jamás había venido un alma tan libre como la tuya que nos llenara de esta forma- me dijo con una mirada ilusionada

-Gracias a ti, este lugar es fabuloso gracias a ustedes yo solo puse un granito de arena para que todos lo disfrutáramos- respondí alegre

-Siento el atrevimiento, pero si tú y tu esposo están de acuerdo me gustaría darte un obsequio- dijo un poco tímido, voltee a ver a Antoni y aunque estaba un poco tenso asintió

-Claro que sí, con mucho gusto lo recibiremos- respondí con una sonrisa, el asintió animado y me mosto una cajita de terciopelo

-Tenemos una historia en la cual mencionaban a una mujer de cabello tan negro como la noche y  tan deslumbrante como el sol, esta mujer venia al mundo a hacer cosas maravillosas como salvar almas y demostrar el valor real de la vida- me explico y lo escuche atentamente - mis compañeros y yo sentimos que esa mujer eres tú y te queremos dar esto -extendió la caja hacia mí y la tome alagada mojándola un poco -ábrela princesa- asentí amablemente y al abrirla había una piedra hermosa con una cadena -te protegerá y todos los que te quieran hacer daño se alejaran de tu vida o tu poder será tan fuerte que los volverás tus aliados

-Muchas gracias, es hermosa la usare y la cuidare mucho- el asintió satisfecho

-No es necesario que la uses en todo momento, la piedra sabe que te pertenece así que te protegerá aunque no la tengas puesta- explico y asentí -y tengo otro regalo, saco una cajita de plástico negra - Es el sexo de tus hijos- lo mire un poco confundida y vi a Antoni que lo miraba igual -El lago nos lo dice, no la abras ahora, solo cuando te sientas preparada, la cantidad de piedras es la cantidad de tus hijos, el verde es niño y el naranja es niña- explico y tome la cajita sorprendida y a decir verdad un poco escéptica

-Muchas gracias Shan- dije leyendo el nombre en su túnica -enserio aprecio mucho esto, gracias a ti y a todos los de la reserva

-Nos agradas, eres bienvenida aquí cuando gustes- asentí agradecida -son una pareja muy poderosa, lo puedo sentir, pero también muchas personas no los quieren juntos y eso les generan problemas- dijo viéndonos - escúchense y no se guarden secretos- asentí -¿Puedo darte un abrazo?- me pregunto y vi a Antoni se había tensado un poco mas pero asintió resignado así que yo le asentí a Shan, me abrazo, no era mucho más grande que yo- pasara algo que te va a lastimar, pero tú eres fuerte saldrás adelante, él es buen hombre, te ama y dará todo por ti solo necesita aclarar sus sentimientos- me susurro y se apartó de mi -Tienes a una gran mujer- le dijo a Antoni junto sus manos en el pecho, se inclinó un poco hacia enfrente y se alejó. Voltee a ver a Antoni el cual ya me veía