Abro los ojos y veo que ya hay luz atravesando las cortinas, intento estirarme, pero no puedo, Antoni sigue encima de mi como si fuera una almohada o un peluche y estoy acalorada, me remuevo, pero es imposible salir de su cuerpo.
Volteo a ver a Antoni, se ve tranquilo, si tan solo fuera así despierto. empiezo a detallar su cara, es jodidamente atractivo, tiene su nariz ligeramente respingada, sus pestañas son largas, su mandíbula se le marca, su boca se ve increíblemente buena, me llegan unas ganas inmensas de besarlo. Me giro por completo quedando de frente a él y pongo mi mano en su mejilla y ni se inmuta, debe de seguir profundamente dormido. lo acaricio llevando mi mano a su cabello, unos golpecitos me sacan del hechizo. Quito mi mano viendo a la puerta.-Si están desnudos tápense que entrare, ahora- de inmediato se abrió la puerta y Carolina entro, Antoni abrió los ojos desorientado y me soltó despacio, me separe un poco sentándome. -Bueno días, quería asegurarme de que recibieras bien a tu esposa, Antoni- le dice esta, ¿Qué onda con la abuelita? -pero esta habitación sigue pareciendo solo tuya- lo reprende
-Apenas, pedimos mis cosas, no deben tardar en acomodarlas- digo, le sonrió y ella asiente
-Bien, quédense aquí a desayunar, hare que les suban la comida y disfruten su tiempo a solas porque hoy pasaremos todo el día juntos - nos avisa y se acerca a la puerta
-Abuela, tenemos cosas que hacer- le dice Antoni adormilado, joder que bien se escucha su voz grave y rasposa
-Los aplace- dijo sonriente y salió,
Antoni no volteo a verme, se puso de pie y se metió al baño, tome mi teléfono, me acosté de nuevo y me estire, revise mi agenda, realmente no tenía nada hoy, ni siquiera Antoni, ya me imagino como tendremos que trabajar después de esto.
-¿A dónde fuiste ayer? -dijo seco y voltee a ver a Antoni
-Por ahí- dije sin importancia y regresé la vista a mi teléfono
-¿Me estas engañando? -
-No te interesa- respondo sin despegar la vista de mi teléfono. El se acuesta con la pelirroja y se atreve a cuestionarme
-Laneth, solo dime si o no, no estoy para tus juegos absurdos- dijo con cierto tono molesto
-No Antoni, no te estoy engañando- dije viendo las fotos con Ab
-¿Por qué debería de creerte? - rodee los ojos sentándome para verlo
-Simplemente porque te lo digo yo y porque a mí no me gusta ser infiel, va en contra de mi ética moral- le suelto y se queda mirándome, frio. Suspiro - ¿Podemos estar tranquilos? - no me responde y me pongo de pie tomando su muñeca -ven, solo hay que sentarnos- lo jalo un poco se zafa con fuerza de mí y se sienta, giro los ojos, me acerco y me vuelvo a subir a la cama. -Estaremos todo el día juntos ¿puedes poner de tu parte? – le pido y solo me mira -vamos Antoni, madura ya, ni siquiera me conoces, ¿Cómo sabes que realmente me detestas tanto? –
-No te detesto, simplemente no me interesa estar contigo - auch
-¿Por qué? – dije, supongo que estaba bien si me decía lo que le molestaba
-Porque jamás quise estar contigo- siento un nudo en mi garganta y asentí
-Pero ahora lo estas, y lo estarás toda tu vida- trago saliva -solo conóceme, como a cualquier otra persona y si aun así no estas cómodo conmigo te dejare en paz- mis ojos se llenan de lágrimas, no estoy acostumbrada a esto, yo no lo elegí, yo no debo soportarlo, pero lo hare- hagamos algo si aun después de conocerme sigues pensando que estar conmigo es tan malo dejare de intentarlo y podrás estar con la pelirroja- me ve analizando mis palabras, analizando si es verdad lo que acabo de decir - obviamente seguiremos casados, pero no me meteré en tu vida, podrás hacer lo que te haga feliz - concluyo
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Mi hermosa bestia
FantasíaUna boda por conveniencia, él se rehusaba a enamorarse y ella estaba tan ilusionada de que iba a tener su cuento de hadas. ¿Cómo llevarán su matrimonio?