Una sensación cálida y besos por toda mi cara me despertaron
-Buenos días mi amor- dije al ver a Antoni arriba de mi cuerpo, sus hermosos ojos azules veían los míos y tenía una enorme sonrisa. Este hombre me encanta
-Buenos días Bella- dijo dándome un beso en mis labios cargado de ansias
-Mi eminencia, tiene usted mucho afán- dije divertida separándome apenas unos centímetros de su boca, el me vio sonriendo
-No me culpe mi alteza soy un simple hombre que ha caído en su encanto- sonreí besándolo -además no tiene ni idea como me pone que me hable con ese tono tan sexi- lo empuje riendo poniéndome arriba de su regazo y me moví un poco frotándome en su miembro erecto
-Creo que puedo imaginármelo su majestad- le dedique una mirada traviesa y me quito la playera de prisa y volvió a besarme bajando por mi mandíbula dejando un rastro hasta llegar a mis senos haciéndome soltar pequeños gemidos cargados de placer.
Se puso de pie y me jalo a la orilla de la cama para acomodarse entre mis piernas y sin previo aviso me embistió por completo provocando que ambos gimiéramos al mismo tiempo un agudo dolor se extendió en mi interior ya que no estaba lo suficientemente lubricada, pero rápidamente se fue calmando con los movimientos constantes de Antoni.
- Lo siento ¿Estas bien? - me pregunto, no había dejado de mirarme para nada, limpio la lagrima que se me había salido y asentí -Si quieres que lo haga más despacio no dudes en decirme, no quiero lastimarte- dijo besando la punta de mi nariz
-No me lastimas- dije poniendo la mano en su mejilla y el asintió moviéndose un poco más de prisa llenando la habitación de gemidos de ambos, pasaba las manos por mi cuerpo con delicadeza a pesar de que sus embates eran salvajes, su mano se detuvo tocando el collar que aun traía puesto, era el que me dieron en la reserva. - ¿Todo bien? - dije cuando sus movimientos fueron disminuyendo, desvió su mirada a mis ojos y me asintió besándome y regresando los movimientos
-Si, hermosa, todo está perfecto- me beso sin dejar de moverse, teniendo el ritmo perfecto para llenarnos de placer a ambos y minutos después se corrió y siguió llegando a mi orgasmo también.
-Linda forma de comenzar el día- afirme con una sonrisa regulando nuestra respiración con Antoni aun dentro de mi
-Te amo- susurró acomodándonos en la cama, a veces me impresionaba la facilidad con la que podía moverme.
-Y yo a ti- me recosté arriba de su pecho abrazándolo
-¿Por qué no dices yo más?- lo mire entrecerrando los ojos sin comprender por completo su pregunta
-¿Quieres que te diga que te amo más?-
-No, es solo que eres la única chica que no dice yo más- una punzada de celos apareció en mi y al parecer él lo noto -Lo siento, no quise que...-
-Lo entiendo Antoni, sé que no soy la primera en muchas cosas de tu vida- dije sonriendo aunque no pude calmar por completo mi tono celoso- No te digo que yo más porque no quiero hacer menos tus sentimientos, ambos nos amamos a nuestra manera- le explique y el asintió
-Vale, y Bella si eres la primera-
-A que te refieres? - pregunté sonriendo y el me subió por completo a su pecho
-Eres la primera con la que hice el amor, la primera con la que tuve confianza totalmente de ser yo mismo, la primera con la que realmente sentí lo que es realmente el amor, la primera que me volvió loco, la primera con la que no tolero que se le acerque ningún hombre, tú eres la primera en todo lo que hasta ahora disfruto. Lo besé abrazándolo como pude, me acosté de nuevo sobre su pecho escuchando su corazón acelerado y su respiración tranquila. Así nos quedamos unos minutos en silencio que increíblemente no me incomodaba, era tranquilizador - Bella ¿Qué quieres hacer hoy? - dijo despacio moviendo mi cabello
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Mi hermosa bestia
FantasiUna boda por conveniencia, él se rehusaba a enamorarse y ella estaba tan ilusionada de que iba a tener su cuento de hadas. ¿Cómo llevarán su matrimonio?