Capítulo 2: Los hermanos Lili y Noé Grissi.

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- Oye Noel, mira allá.

Me dijo mi hermana menor Sally con una sonrisa pícara en la cara mientras frenaba a mi lado aventando hielo por todos lados, estábamos patinando en una pista.

- ¿No es sexy? ¿Cuánto a que le saco el número antes que tú?

¡Mira pero que atrevida! Me quería apostar a mí la muy desgraciada.

- Jajajaja ¡Ay tan linda! ¿Cuándo vas a entender que la belleza y el carisma de esta familia me la gané yo querida?

- ¡Pues entonces ve!, ¡Vamos! Te reto.

Miré al chico, sí, era muy muy atractivo, definitivamente esos brazos abrazarían muy bien.

De pronto, como si fuera un flash-back, se me vino a la mente su rostro y un recuerdo que no quería tener en mente.

"¡¿Qué le ves a otros chicos?!, ¡Soy muchísimo mejor que todos ellos!"

Me toqué la cara instintivamente recordando el dolor.

- No.

Regresé a atarme las agujetas de los patines.

- ¡Vamos! ¡Ya pasó más de un año! Ya estás en el segundo año de universidad ¿Hasta cuándo vas a superar Tom?

- Ya lo superé.

- Oh sí claro.

Dijo sarcásticamente. En ese momento oímos un fuerte estruendo en el hielo, una chica se cayó horriblemente al tratar de hacer un doble axel (un salto muy difícil), y mi hermana y yo, como toda buena persona haría nos comenzamos a reír a carcajadas, pero ¡La chica no se levantaba! Literalmente todos los que estaban patinando en la pista pararon y se le quedaron viendo, y pues mira que si yo hubiera estado en su lugar también me hubiera finjido la muerta.

- ¡Ay, ya! No tolero tanta vergüenza ajena.

Fuí patinando hacia la chica.

- Oye hermosa, diva del cielo, ¿Estás bien?

La chica se movió un poco, ¿Cuál mover? ¡Estaba temblando!

- ¡Ay! ¿Está convulsionando?

Pregunté abiertamente. La chica movió la cabeza y se comenzó a reír fuertemente.

- ¡Que buena caída! Hace mucho que no me caía así.

Algo sí era seguro, su apariencia física y sobre todo el color de sus ojos no se podía comprar por kilos en ningún mercado, jamás en mi vida había visto un color azúl tan claro y tan intenso en los ojos.

La ayudé a ponerse de pie y comenzó a sacudirse el hielo. Era una chica curiosita, de estatura pequeña, más bien extra chica, de acuerdo, tamaño bolsillo, básicamente un llavero, y lo único que me hacía pensar que era una chica era su inegable cara femenina porque por delante y por detrás estaba más plana que la personalidad de Bella Swan, hasta su cabello era pequeño, apenas y le llegaba a los hombros y eso que lo tenía ondulado, eso sí, la muy princesa del hielo tenía un estilista ¡Increíble! porque su color de cabello era de un tono café chocolate muy chocolate.

Le ofrecí mi mano, la tomó y se paró.

- Muchas gracias por ayudarme.

Me dijo.

- ¡Ay! No podía dejar que sufrieras más humillación, suficiente fue con pegarte ¿No te duele?

- Mmm no, ya estoy acostumbrada.

- ¿A tantos putazos en el hielo o de la vida?

La chica rió a carcajadas.

- Supongo que a los dos ¿Y tú?

- ¡Lili! ¿Estás bien?

Y aquí estaba, mi próximo putazo en muchos sentidos, el chico que se acercó a preguntarle a Lili si estaba bien (al parecer así se llamaba la chica tamaño libro de bolsillo) era guapísimo, justo cómo me gustaban, alto, blanco, castaño, musculoso, con tatuajes y cara de pendejo, básicamente un hombre más común que el herpes en Estados Unidos.

¡Hazme tuyo quién quiera que seas!

- Sí, estoy bien, este chico me ayudó a levantarme.

Respondió el llavero viviente.

- Gracias por ayudar a mi hermanita.

¡Hay por Dios era su hermano!

- No de nada, siempre me preocupo por ayudar a las personas, ¿Son hermanos? No se parecen en nada.

El chico guapo con cara de pendejo rió.

- Sí, así es, mi hermanita se llevó toda la belleza de la familia.

Abrazó a su hermana, por un momento deseé ser esa pinche enana, no importa que fuera su hermano, sería capaz de cometer incesto por él.

- Y tú te llevaste la estatura.

Lili soltó la carcajada abierta pero al hermano sexy no pareció agradarle mi chiste, quería tanto a su hermanita que le ofendió que le dijera enana indirectamente.

- ¿Estás criticando a mi hermanita?

¡¿What?!

- Noé él no dijo eso, ¡Dios! ¿Por qué eres tan celoso y sobreprotector?

¡Oh por Dios! ¿Se llamaba Noé? Definitivamente era mi ser amado enviado por los ángeles, Noel y Noé, ¡Se vería tan bonito en nuestra acta de matrimonio!

- ¿Te llamas Noé?

Pregunté extasiado.

-Sí ¿Por qué?

- ¡Qué curioso! Yo me llamo Noel.

- Parece que nuestras madres tienen el mismo gusto culero por los nombres.

Dijo Lili mientras reía ¿A caso dijo que mi nombre era culero? ¡¿Y también el nombre de su guapo y sexy hermano?!

- Lili, hermanita hermosa, te he dicho que no hables con groserías, opacas por completo tu belleza.

Dijo el sexy mientras acariciaba la cara y el cabello de su hermana, ¡Dios de mi vida! Este chico tenía un serio complejo de hermano mayor, Lili sólo puso los ojos en blanco, al parecer ella tenía un problema con el complejo de hermano mayor de su hermano.

- ¡Ficha 32!

Gritó una mesera que estaba en la cafetería de la pista de hielo.

- Esa es la nuestra, hermanita quédate aquí, iré a recojer nuestra comida, cuando esté la mesa lista vendré por ti.

- Estamos a 10 metros, no es necesario.

- Haz lo que te digo.

El sexy le puso su chaqueta encima a su hermana y se fue ¡Era tan caballeroso! Si así trataba a la hermana ¿Cómo trataría a sus parejas? Lili solamente lo miraba con odio.

- Le hace falta una novia.

¡Exacto Lili! Tú sabes de lo que hablo.

- O novio.

Lili se soltó riendo.

- ¿Estás bromeando? Noé no puede ni decirle hola a una mujer por qué se apena muchísimo, mucho menos a un hombre.

- Ya me dijo hola a mí.

- Estás diciendo que...

Asentí.

- Exactamente.

- Me agrada.

¡Amaba a la chica tamaño mini! Parecía que nos comunicábamos telepáticamente.

Entre hermanos ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora