Capítulo 13: Actuando raro.

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Esa noche no pude dormir, me la pasé dando vueltas como estúpido en mi propia cama y viendo cada dos segundos por la ventana hacia la habitación de Lili.

- ¡Dios! No puedo creer que ese duende maldito me tenga así.

Me senté de nuevo en la cama y miré hacia su ventana, estaba oscura, ¿Qué iba a hacer ahora que sabía que me gustaba Lili?

- ¡Vamos Noel piensa! ¡Aclara tu mente! Ahora que lo sabes ¿Qué planeas ha...

Me golpeó un peluche de un pez. Volteé hacia la ventana de Lili y ahí estaba ella.

- ¿Podrías callarte? Oigo tus quejidos hasta aquí.

Traía su típica pijama de camisa negra de algodón y pantalón de franela a cuadros, estaba despeinada, incluso sus ojos a la luz de la luna brillaban más.

- Lo- Lo siento,

Sonrió.

- Descuida ¿Necesitas ayuda con algo? Actúas raro desde que llegaste a casa.

- ¿A qué te refieres?

- Cuando llegaste no prendiste tu luz, sólo prendiste la luz de noche que nunca prendes, la apagaste muy tarde y llevas más de dos horas lamentandote como doña en menopausia.

- ¿Qué demonios? ¿Cómo sabes todo eso?

¿Cómo rayos sabía que eso no era normal en mí? Se me quedó viendo con cara de que yo era el idiota.

- Idiota, literalmente nuestras habitaciones están a un metro de distancia y he sido tu vecina por meses ¿Crees que no sé todos tus movimientos?

- ¿Así que esa era la razón? Rayos, por un momento me hiciste sentir especial.

- ¿Qué?

- ¿Qué?

Nos quedamos viendo fijamente, ella extrañada y yo nervioso, al parecer su actitud de hablar antes de pensar se me estaba pegando.

- Hoy sí que andas raro. Será mejor que vaya contigo a hacerte entrar en razón.

Estaba a punto de saltar por la ventana a mi habitación.

- ¡No! Espera, Lili, está nevando es peligro...

Cayó encima de mí. La ví sobre mí, despeinada, con su pijama y sus ojos resplandeciendo bajo la luna, tenía su pecho delante de mí, el corazón empezó a latirme fuertemente, lo podía oír en mis oídos, por fortuna se quitó rápidamente antes de que me sorprendiera viéndola.

- Creo que me resbalé.

Dijo mientras se ponía de pie, y yo todavía trataba de calmarme.

- ¿Qué te hizo pensar eso?

Caminó hacia mi cama y se dejó caer en ella abrazando las cobijas.

- Es muy cómoda y huele rico.

¡Demonios! ¿Acaso hacia esto a propósito?

- ¡Vamos cuéntame! ¿Qué es lo que te pasa?

Preguntó haciéndome un ademán para que fuera junto con ella ¡¿Qué rayos le pasaba?! ¡Esto no era una piajamada!

- Yo...

- ¿Qué sucede?

Aparté mi vista de ella, era claro que para ella lo era, hacíamos esto mínimo dos o tres noches por semana, ella no sabía de mis sentimientos. La volteé a ver de nuevo, bueno, si estaba aquí conmigo debería aprovechar ¿No? ¿Quién no quisiera tener a su crush durmiendo a su lado?

Entre hermanos ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora