Entre hermanos ®

Capítulo 7: Un recuerdo de Liam y Lili tan dulce que dan ganas de vomitar.

- Fue en un invierno... Liam y yo nos habíamos conocido en la primavera de ese año, recuerdo que su cabello era tan rojo en ese entonces que me burlé de él diciendo que tenía cabeza de buzón, ya sabes, por el buzón rojo de mi casa, el muy joto no aguantó la carrilla y se fue llorando a su casa, pero él no sabía que yo había elegido ese buzón porque me gustaba ese color.

- Y qué tú habías elegido ese buzón.

- Así es. Al día siguiente vino a mí burlándose, diciendo que tenía ojos de alberca, me burlé nuevamente de él por creer que eso era una ofensa para mí, y de nuevo se fue a su casa llorando, de verdad que era jotísimo, pero un día ¿Recuerdas el Bull Dog de la señora Margaretta?

- ¿Qué parte de que no recuerdo nada anterior a los 7 años no entiendes?

- Cierto, bueno, el perro se soltó y me persiguió por todo el vecindario hasta llegar al parque, yo ya estaba cansada de correr cuando de pronto él salió a ayudarme espantando al perro con la bara de un árbol, el perro lo mordió, entonces yo traté de defenderlo con otra bara y...

- ¿Lo lograste?

- No, también me mordió, la gente que estaba alrededor se comenzó a preocupar y lograron alejar al perro, poco después llegaron nuestros padres y nos llevaron al hospital, estuvimos los dos en urgencias llorando como niños pequeños, ya que nos vacunaron contra la rabia, pero en mi interior yo ya veía a Liam como mi héroe, y creo que él a mí también porque desde ese momento fuimos inseparables.

- Aww cosita, ¡Que bonito!, Cuéntame más, anda.

- Bueno, después de eso nos esperábamos mutuamente en la puerta de la casa del otro cuando llegábamos de la escuela, siempre nos íbamos a jugar y hacíamos las tareas juntos, incluso hicimos un fuerte en mi patio trasero utilizando cobijas y ramas del jardín.

"Lili ¡Mira! Esa es la constelación de Orión, y esa es la osa mayor".

"¡Wow! Sabes mucho del espacio".

"Eso es porque tus ojos me recuerdan a las estrellas" .

-¡Ay no! ¡Qué ridículo! ¡¿En serio Liam te dijo eso?!

- Sí, y espera que aún hay más.

"Pero mis ojos son más claros que el azúl de las estrellas".

"¿Color? No, yo lo digo porque tus ojos brillan mucho igual que las estrellas".

- Ese Liam siempre tan ridículo, ¡Qué oso ser su hermano! Pero oye, ¿Cómo estuvo eso de que fue tu primera vez con él?

- ¡Oh cierto! Me desvié del tema, fue en un invierno...

La época de navidad ya había pasado por lo tanto el frío y las nevadas eran cada vez más fuertes. Un día cundo iba de regreso a casa después de la escuela comenzó a nevar terriblemente, algo impresionante, nunca había visto una nevada así, pasaron unos cuantos minutos y la nieve ya me llegaba a las rodillas, el viento era tan fuerte que me había rebatado el gorro, la bufanda y la capa.

"Hace demasiado frío"

Creí que iba a morir, apenas se podía ver algo por la tormenta y mi ropa ya estaba mojada, estaba temblando de frío y ya no podía avanzar más entre la nieve.

"¡Lili!"

Cuándo volteé ahí estaba, era Liam, su cabello rojo era inconfundible entre la tormenta, lo ví acercarse y después no recuerdo nada. Cuando abrí los ojos ví frente a mí ramas de árbol, y estaba cubierta con una manta.

"¿Dónde estoy?"

" Tranquila estás en mi fortaleza".

Me respondió Liam, miré al rededor, todo parecía estar hecho de madera, había un calefactor pequeñito, cobijas, almohadas, juguetes, un celular barato y dulces, muchos dulces.

"Es mi casa del árbol, la construí en este parque al que nadie viene junto con Sally, llamé a papá y mamá, les dije que estaba junto contigo en la casa del árbol, van a venir por nosotros en un rato".

Me senté un momento, aún tenía frío.

"Lili ¿Estás bien? Casi te mueres ahí fuera".

"Sí, es sólo que aún tengo frío".

Comencé a temblar, él se paró y abrió un baúl de donde sacó ropa de niña.

"Es ropa de Sally, no creo que le importe que la uses si tu ropa está mojada y tienes frío".

"Pero ¿Y dónde me cambio?".

"Bueno, no hay otra habitación y afuera está nevando, me pegaré a la pared y cerraré los ojos, ¡Te prometo que no te veré! Una niña debe proteger su cuerpo de ser visto por otros para que se pueda casar ¡Confía en mí!"

Hizo lo que dijo y yo me cambié, después de eso estuvimos esperando a nuestros padres sentados frente al pequeño calefactor pero el frío era cada vez más y más fuerte al punto que nos pusimos todas las cobijas encima.

"Cabeza de buzón, ¿Crees que vayamos a morir de frío?"

"¡No lo permitiré!"

Y de pronto, sin previo aviso me abrazó bajo las cobijas.

"No permitiré que la niña que me gusta muera de frío, eso no sería valiente de mi parte".

"¿Te...gusto?".

Recuerdo que se puso más rojo que su cabello y yo más azul que mis ojos, asintió tímidamente.

"¿Te... Te puedo dar un beso? Si no lo-logramos sobrevivir al menos quiero morir sabiendo lo que es haber besado a una niña, sobre todo si esa niña me gusta y eres tú"

Te lo juro que estaba en shock, no me podía creer las palabras que dijo, así que tímidamente asentí, se acercó lentamente y nos besamos, fue un beso de pico, corto y sin chiste, pero ha sido el mejor beso de mi vida, después de eso los dos estábamos tan apenados que no dijimos nada ni nos volteamos a ver hasta que llegaron nuestros padres. Unos pocos meses después nos enviaron a estudiar al extranjero a Noé y a mí.

- ¡Dios mío Lili es una historia hermosa! No te culpo para nada de estar enamorada de Liam, pero oye, ¡Qué atrevido! Pedirte un beso así de la nada, ¿Quién diría que el bobo de Liam era tan atrevido de niño?

- Calla, ni me lo recuerdes.

Lili estaba más roja que su buzón, con esa historia me dieron más ganas de ayudarla a conquistar al bobo de Liam.

- ¡Lili! ¿De quién es esa voz masculina que se oye?

¡Puta! Los dos nos pusimos azules al oír la voz de Noé al otro lado de puerta, Lili se levantó encabronada de la cama y se puso detrás de la puerta.

- Estoy en altavoz con Noel platicando cosas de niñas ¿Tienes algún maldito problema?

Que... Ruda.

- No, ninguno hermanita querida, descansa.

¡Eso! Noé se fue con la cola entre la patas, así que ella y yo podíamos seguir con el chisme y nuestra pijamada.

Fue una de las noches más divertidas que había tenido en mucho tiempo, tan así que prácticamente no dormimos.