Capítulo 21: Lili y Noel.

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Cuando llegué a mi habitación prendí la luz y me quité el abrigo, la luz del cuarto de Lili estaba ancendida y sólo se asomaban sus ojos por la ventana.

- Lili ¿Por qué estás escondida en la venta...

Me interrumpió arrojando un avionsito de papel, lo recogí.

"Al chile no sé como tratarte por eso te evito".

Volteé con ella, seguía donde mismo y aventó otro avión de papel.

"Siempre nos tratamos con insultos, albures y groserías ¿Debería seguir siendo así?"

Antes de poder voltear con ella llegó otro avión de papel.

"¿O debería actuar como una novia linda, tierna y cariñosa?"

Tomé todos los aviones, hice una bola de papel gigante con ellos y le puse unas ligas para hacerla más pesada y no se desbaratara, obviamente Lili no vió esto, seguía escondida sólo asomando los ojos, me acerque a la ventana y le aventé fuertemente la bola de papel en la cabeza.

- ¡Por su puesto que no imbécil!

- ¡¿Oye por qué hiciste eso idiota?!

- Porque yo no quiero que me trates diferente, me enamoré de la Lili grosera, alburera y directa, no de una hermosa florecita educada y femenina.

- Raro.

Me aventó un peluche a la cabeza.

- ¿Qué?

- Está bien, me comportaré como siempre, así que tú también hazlo.

- ¡Yo no he cambiado!

- ¿Ah no? "Lili, yo llevaré tu mochila",  "Lili ¿Cómo te ha ido con Liam?" "Lili yo te abriré la puerta" "Lili...

La interrumpí.

- Está bien, de acuerdo, de acuerdo, sólo quiero aclarar que hice eso para tratar de atraerte.

- ¿Atraerme? ¿Eres consciente que nada de eso me atrajo a ti verdad?

- ¿Entonces que fué?

Me miró directamente y sin previo aviso saltó a mi habitación.

- Tú - me robó un beso - sólo y únicamente tú y tu personalidad ¿Y por qué no? Tu apariencia física también, eres bastante atractivo ¿Lo sabías?

Me dejó en trance con sus palabras y el beso robado. Fue a mi cama, la destendió y se acostó en ella.

- Ya era hora de una pijamada clandestina ¿Hace cuanto no hacíamos una?

Preguntó.

- ¿Estás loca? - dije en silencio - tus padres están en tu casa, y lo míos aquí.

- Por eso se llama clandestina ¡Dah! Nunca te había importado que las hiciéramos ¿No será que te importa que las hagamos ahora que somos novios? 

¡Por su puesto que me importaba! Ahora que era mi novia podía besarla y tocarla, no sé si me podría contener lo suficiente como para no llegar a incomodarla. Bueno, al fin y al cabo no haría nada que ella no quisiera.

- Vamos no tengas miedo no planeo nada, ¿O tú sí?

Preguntó burlándose.

- No seas idiota.

Parecía que me leía la mente. Apagué la luz y me acosté a su lado, ambos nos estábamos viendo frente a frente. Ella me tomó de la mano, tragué saliva, estaba muy nervioso, ella se dió cuenta y rió.

Entre hermanos ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora