27- Corazón.

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¿Que les podría decir? No me lo creo.

Todos en esta casa están vueltos locos, no me dejan hablar, ya han llamado a los recién casados.

Yo aún trato de asimilarlo, porque no creo que sea verdad, cuando decidí mantener una relación con los chicos me resigné a no tener hijos... Pero veo que se me dió el milagro.

Tampoco se como pasó, bueno si.
Me olvidé de beber una  píldora y ya viene la bendición.

La sala están en un discusión sin fin, no tengo voz y votos aquí.

Ya llevamos horas así, Carlisle había hecho Miles de pruebas y si estoy en cinta, embarazada.

Lo único que me falta es que crean que no es de ellos, o alguno de los dos. De los dos joder.

Cuando desperté ya estaban discutiendo sobre mí, como si fuese un objeto hasta el jodido lobo metió su hocico donde no le llamaban, según él porque aún era humana, cierto. Pero no le da ningún poder sobre mí como para tomar decisiones.

Estaba comenzando a amanecer y las discusiones no acababan.

—¡En vez de estar feliz de que van a ser padres, están aquí decidiendo en sacarle al bebé como si fuese su decisión! — limpié mis lágrimas lentamente sin dejar que las vieran en realidad. —

—No te metas Rose.— mascullo Edward, él estaba al borde del colapso, al principio entró en pánico pero ahora al menos habla —

—¿Que no me meta? Maldito infeliz. — masculló sin creerlo — ¿Quien te crees para tomar decisiones sin siquiera preguntar? — si no fuera por su esposo juro que le hubiese saltado encima.


Jasper no sabía que decir, estaba frente a mí, pero no estaba aquí estaba en algún lugar de sus pensamientos.
No había hablado.


—El feto no es compatible con ella, es peligroso. — habló el líder del clan hechando le leña a la llama.—

—Hay que sacarlo. — sentenció edward mientras Jasper seguía sin dar signos de vida.

—Edward, calma. — lo detuvo bella ya que Edward parecía que iba a cavar un hoyo en el suelo — No puedes decidir sobre su cuerpo.

—Bella. —

—No Jake, nadie puede decidir sobre ella, solo ella tiene la última palabra. — finalizó con voz dura.

En ese momento agradecí que bella estuviera aquí, espero que de verdad este apoyándome.

Aclaré mi nariz y limpié algunas de mis lágrimas — ¿Quieren que aborte?  — Pregunté sin mirar a nadie, no quería que vieran mi cara, mis lágrimas parecían cascadas — Eso están pidiéndome. — finalicé con voz rota, alcé mi mano para limpiar mis lágrimas, mis manos Temblaban demasiado.

—Es dañino, Lizzie. No soportaría perderte. — cerré mis ojos fuertemente.

—Yo no soportaría perderlo. — le corté con voz temblorosa.

La sala se fundió en un silencio sepulcral, algunos gemidos ahogados se escuchaban pero nada importaba.

—Tu sabes cuántas veces he soñado con esto. — hablé refieriendome a Edward — No será un demonio, será como yo. — mi labio inferior tembló del miedo.

—No estarás aquí para verlo, en todas fuiste un espejismo, me rehuso. — la voz de Edward resultó sonar vacía pero a la vez temblorosa, con miedo. — No dejaré que esa cosa te arrebate de nuestro lado. — suspiré fuertemente.


—Mi amor... — aclaré mi garganta— Mi amor por los dos es fuerte sí, pero nada pasara por encima dela moto que siento por el bebé sin siquiera conocerlo. — mi voz carrasposa pero frágil resonó — Lo tendré.

—Lizzie, no debes de estar hablando enserio. — lo ignoré.

—¿Lo tendrás? — todo mi cuerpo tembló y se estremeció al escuchar la voz de Jasper —


Decir que la voz de Jasper sonó... Soñadora sería poco.

—¿La apoyas...? — el dudoso Edward Preguntó— La apoyas. — afirmó.


—La voy a apoyar. — sentenció mi bebé y en menos de nada ya estaba frente a mí, se agachó a mi altura y besó mi frente, limpió con sus manos frías mis lágrimas, transmitiendo apoyo y amor.

—Yo... No... — fue lo último que escuché, una corriente de aire arrasó con la sala y ya no sentí su presencia.


—No Lo entiende... — Murmuró Jasper mirándome a los ojos. — Solo está pensando en él, Pronto se le pasará.— asentí y mis sollozos se escucharon más altos.

Me abracé fuerte a Jasper y sentí como mis párpados pesaban.






O M N I S C I E N T E



ÉL cobrizo estaba en la maleza del bosque sintiéndose temeroso, el cobrizo comenzó a descargar su furia en los troncos de los árboles sus fuertes gritos frustrados.

Él se rehusaba a estar sin ella, después de tanto... Estaban bien, felices. Y ahora pasa esto.

El cobrizo sabía que en el fondo Lizzie estaba feliz y eso le hacía sentir culpable, él no podía sentirse de la misma forma.

Está siendo egoísta.

Por primera vez era plenamente feliz y ahora vienen a decirle que lizzie está embarazada y puede morir.

Lizzie nunca quiso la inmortalidad lo que estaba bien con él en ese entonces pero ahora sí algo llegaba a pasar el cobrizo estaba considerando la opción de convertirla si algo malo ocurría, Terriblemente malo.


Él no compartía la misma emoción que Jasper o Lizzie lo que lo hacía sentír miserable.

Jasper apoyaba a Lizzie aunque fuera una muerte rotunda, porque sabía que si Lizzie estaba feliz Jasper lo estaba.

Pero con el cobrizo era diferente, el cobrizo es egoísta, la sola idea de compartir a Lizzie con la muerte le aterra, la quiere solo para él aunque en realidad no sé pueda.

Pero la quiere solo para él, es algo primitivo, instintos de vampiro.

Eso era lo que los diferenciaba.

Jasper sacrificaría su felicidad solo para ver a Lizzie feliz.

Edward es egoísta y si tuviera que elegir entre el feto y su pareja eterna, sin duda elegiría a su pareja.

Uno es un amor y el otro un egoísta.

Pero tienen algo en común.

El amor, el amor de la misma chica.


Un amor tan intenso que a pesar de todo, nada ni nadie lograría acabar con él.

Un amor que hacía a lo seres sin alma revivir su corazón.





╔══•ᴅɪᴀᴍᴏɴᴅs•═╗                               ╚══•✯²ᴘᴀʀᴛ✔✧•╝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora