19- OJITOS.

1.5K 153 6
                                    

—¿Cielo? — hablé aún medio sorda. —

Las sirenas de las ambulancias  sonaban demasiado fuerte, las patrullas policiacas omitian aquel sonido tan insoportable, que te había querer ir y reventar eso de una maldita vez.

—Lizzie... ¿Estas bien? — Suspiré, la voz de Jasper sonó muy preocupada. Supongo que vieron las noticias—

—Si, bebé. Casi me muero. — sollocé — Estoy bien... Si, eso es lo que importa.

—¿Donde estás? ¿Que pasó? ¿Te sientes bien? ¿Te lastimaste? — el tono preocupado no desaparecía.

—Ay... Si no fuera por que lo ví antes de estrellarme, estuviera muerta, mi amor. — Murmuré aún con lágrimas en mis ojos —

“Señorita déjeme revisarla, aún está herida."

Miré a la paramédico, ella hacia su trabajo brindándome primeros auxilios.

—¿Te lastimaste mucho? — escuché en la otra línea.

“Tendré que saturar, señorita."

—Si un poco. — dije un poco adolorida. —

“Tienes un esguince, señorita."
Debe ir al hospital central para un chequeo completo, está muy golpeada."
¿Acaso no tenía el cinturón puesto?
“Pudo morir señorita, gracias a Dios y salió ilesa."

De repente me sentí muy mareada. Veía todo borroso. Me sentía ida.

—¿Lizzie...? Cariño, háblame. — el celular resbaló de mis mano sin poder hacer nada.

“¿Señorita?  ¡Nick! ¡La estamos perdiendo! "
"La camilla, ¡Ahora!  Múltiples contusiones.
Central, envíen otra ambulancia iremos con una paciente."

“¡Ana, una fuerte hemorragia!
Se golpeó en la cabeza."
"Tenemos que irnos ya, no resistirá..."

Después de eso... Si me preguntan, no escuché ni entendí nada más, solo sentía que el sueño estaba venciendo me.


Unas luces blancas escandilaban mis ojos, sentía que movía de un lado a otro, que extraño.

Se pude llegar a ver cosas metálicas, pero no llegue a saber de qué...

— Apliquen anestesia. Bien, en tres... Dos... Un... — Esa voz...

Definitivamente el sueño pudo más conmigo.








[...]

Mis párpados pesaban, demasiado.
Por más que intentaba abrir mis ojos con podía, simple, no podía.

Todo era negro.

Escuchaba un leve pitido a la lejanía, muchos zumbidos molestos, el ruido de las ruedas al rechinar.

—Mi niña...— esa voz... Se hace conocida... — Estarás bien, lo estarás.— sentí una temperatura cálida en mi mano, lo que fue reconfortante ya que sentía mucho frío.

No se cuanto tiempo pasó pero llegó bien momento en donde ya lo cálido no se sentía.

¿Donde estoy?

╔══•ᴅɪᴀᴍᴏɴᴅs•═╗                               ╚══•✯²ᴘᴀʀᴛ✔✧•╝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora