╔══•ᴅɪᴀᴍᴏɴᴅs•═╗ ╚══•✯²ᴘᴀʀᴛ✔✧•╝

14- Claro que no.

El día pasó volando, tal vez por que son vacaciones, para nosotros claro está.

Ya estaba cayendo el atardecer, las olas de la playa eran serenas pero rompían con fuerza al regar a la orilla o cuando chocaban contra una roca.

Los días aquí fueron estupendos, la relación con los chicos es amena, en lo que cabe claro.

Ya había bebido media botella de vodka, me dirán alcohólica, pero es la única forma de desestresarme, cuando no está Jasper claro.

Tampoco es que el se queje, nunca me dice que no al igual que yo tampoco le niego nada. Depende.

La canción de Camila cabello: BAD KIND OF BUTTERFLIES sonaba en el radio que pedí para mí habitacion, estaba sola, pues nuevamente los chicos tenían sed y tenían miedo de lastimarme así que iban a cazar algo rápido para después volver.

Comencé a moverme al ritmo de la canción, recordando cuando mis padres me inscribieron en clases de danza y actuación.

Mis pies se movían majestuosamente, como si flotara, dí varios saltos, quedé de pie correctamente, de acordé al ritmo sacudí mis hombros leve y sensualmente.

Mis manos se movían al son de la canción, junto con mis pies, debo aceptarlo la canción tiene buen ritmo, pegajoso.

Dejé de bailar y tomé otro tragó de vodka para quitar asperezas, me miré al espejo de la habitación, estaba cambiada.

Mi cabello ahora rubio caía en cascadas onduladas, hermoso, me veía más como decirlo... Con más carne, me veían follable, y sin duda alguna apetecible.

Mis labios carnosos pero un poco pálidos salieron a relucir, los mordí ligeramente, y sentí la necesidad de colocarme un poco de manteca de cacao( hidratante para los labios )  al finalizar sentí mis labios un poco más suaves, me sentí satisfecha.

Ya había cenado, pero no podía dormir si aquellos dos estaban fuera.

Alice no ha llamado, cosa que se me hace raro, siempre llama para saber cómo estamos o solo para decirme ( que le diga a Edward) para que volvamos a forks, cosa que no quiero... Me siento insegura, amenazada, siento que si le digo, saldrá corriendo como perro faldero para procurar por el bienestar de aquella castaña.

Dentro de mí siento terror.

Solté un suspiro y me alejé del espejo, volteé rápidamente y choqué con algo dura que ya era de esperarse...

—¿Que estabas haciendo? — miré hacia arriba ya que es más alto que yo por obvias razones.— huele... Bien... — añadió y me miró receloso.

—Ah, tenía mis labios resecos y los hidrate. — me encogí de hombros y seguí con mi camino, apagué el radio y la habitación se hundió en un placentero silencio. —

—Estas tensa, ¿Que es lo que te aterra?— preguntó, no pude evitar estremecerme cuando su aliento fríos chocó contra mi cuello—

—Perderlos. — confesé. Él soltó un suspiro y me volteo, me tomó del mentón, su mirada penetrante cruzó con la mía como si  me desnudara con la mirada, me sentí vulnerable ante su mirada.

—Deja de beber. — murmuró — Ya se te está haciendo costumbre. — regañó con su ceño fruncido.

—Dejame. — murmuré.

Me cargó, mis piernas rodearon su cintura. — No quiero que vuelvas a beber. ¿Entendido? — mordí mi labio inferior, ¡Dios mío! ¿Esta mal que me excite cuando habla con ese tono tan... Demandante?
— Él entrecerró los ojos y me observó, sabía que estaba excitada y eso me hacía sentir de vez en cuando avergonzada.

—No voy a hacerte caso. — me crucé de brazos y el alzó una ceja incrédulo. — Tú no me mandas. — lo miré desafiante.

—Lo dejaré pasar porque estás ebria. — Jasper chaqueó la lengua y luego ladeó su cabeza, tan sexy. Lo ví sonreí con aires de grandeza, me miró fijamente y sonrió coqueto.

Maldición.

Este rubio es mi perdición.

—Dios, Jasper que asco. — miré a donde provenía la voz y pude ver a un Edward recargado en el marco de la puerta con una expresión asqueado. Sonreí y parpadeé.

—No te hagas, de seguro también piensas así.— de vuelta a Jasper el cual miraba acusatoriamente a Edward —

—Culpable. — Edward se encogió de hombros— Pero no tan perverso. — lo ví arrugar su nariz con molestia.—

—Bueno ya sabemos quién es virgen aquí. — Jasper murmuró burlón y Edward lo fulminó con la mirada.

—Esperen, ¿eres virgen mi amor? — pregunté a Edward  aún en mis tres sentidos ya los otros dos se me había ido.

Se removió incómodo — Claro que no. — Murmuró y me sentí enrojecer.

¿Como que no? ¿Quien fue la perra que...?

—Oh-oh creo que va a estallar. — escuché a Jasper murmurar divertido.

—¿¡Como que no, Edward Masen!? — Pregunté histerica — ¡Se supone que eres el virgen del grupo! — exclamé colérica al borde de un colapso.

Jasper me apretó más fuerte contra él y lo escuché soltar una risita.

—Tu tampoco eres virgen, así que no te quejes. — abrí mi boca ofendida.

—¿¡Quien fue la perra que puso sus manos encima de tí!? — gruñi molesta. — Voy a matarla, despedazarla, morirá lentamente.— mascullé.

— Cálmate, cielo. —habló Jasper con tono divertido pero a la vez...De  Advertencia

—¡Calmarme mis ovarios!— exclamé molesta — ¡Maldición! Nunca me había sentido tan celosa en mi vida, primero Jasper y ahora tú... Pedazo de... ¡Ah! — tomé una gran bocanada de aire.

Yo tampoco lo era así que bueno, él es más viejo así que de algún modo cayó en la tentación, nada de eso, es pura mierda.

— ¡Idiotas! — chillé rendida— ¡Y yo que tenía esperanzas! — exclamé al techo eufórica— ¡Maldita tentación! — maldeci con todas mis ganas.—

—Es mejor que duermas. — lo fulminé con la mirada y todo rastro de diversión desapareció de su rostro. — No me mires así, yo no tengo culpa de que Eddy no sea virgen. — Murmuró​ cerca de mis labios y yo volteé los ojos — No hagas eso. — su rostro se endureció.

Bendita tentación.

—¡Santa madre! Pero que sexy estás. —Use un tono de voz coqueta, el sonrió y relamió sus labios — Cómeme toda. — pedí.

—Con gusto. — ladeó su cabeza y me besó.

Escuché una tos falsa y me separé de Jasper — De lo que te pierdes. — le dije al cobrizo con media sonrisa.

—No mientras esté aquí. — hice una mueca de decepción. — Hagan sus escenas porno cuando no esté. — volteé los ojos con fastidió. Él Salió de la habitación en menos un suspiro.

— ¡Maldición Masen! ¡Fóllame!