╔══•ᴅɪᴀᴍᴏɴᴅs•═╗ ╚══•✯²ᴘᴀʀᴛ✔✧•╝

37- traición.

Esto era una pesadilla, una total mierda.

Soy vampiro y por mas que sea ahorita mismo tengo miedo pero no por mi sino por los niños.

Ellos no eligieron venir a la vida, los consideró un milagro, son el milagro más bello que me la dado la vida.

No tenemos comunicación, estamos bajo tierra, debajo de todo...

Cuando logramos escapar traje a mis  niños al escondite que hice por si se presentaba algo asi y si... Ahora lo estamos usando, estamos metros bajos tierra.

Todo está abastecido, cómida, agua y lo mas importante para mí, sangre.

Lo único es que no hay señal, tiene pros y contras.

No podrán olernos asi sean o amigos o enemigos, el rastro desaparecerá gracias a la brisa.

No hay señal, estando bajo tierra hay interferencia.

Al menos estamos a salvo.

Plante cámaras por los alrededores...

Varios rastreadores han pasado por aquí pero gracias a dios que no nos han encontrado.

De la familia no he sabido nada... Cosa me tiene aterrada a no mas poder.

Los niños aumentaron de estatura... Ya parecen de 14 años, me asombra con cuanta rapidez crecen pero no me aterra supongo que es normal.

Me asusta no encontrar a alguno de la familia, aoce me dijo que saliera de la casa pero no me dijo nada más... Y es preocupante.

A pesar de  todo es la tía de los niños...

— Haz perdido. — Alcé la vista hasta rose el cual miraba a ángel con satisfacción.

— Quiero la revancha. — ya era la quinta vez y todas las perdió...   Sonrei porque el niño no sabe perder...

Abrí mi boca para decirles algo pero la luz roja se encendió, avisandome que alguien se acercaba y muy rápido, la alarma no producía sonido, solo se alumbraba y titilaba.

Me acerque hasta la pantalla junto con los  niños, no podía creer lo que estaba viendo... Mi frío corazón dio un vuelco al igual que mi estómago.

Pulsé el botón de audio silenciosamente, al ver que aquellos individuos movían su boca como si estuviese  hablando y lo estaba.

—Mami... — tapé la boca de rose rápidamente... Estábamos a metros bajo tierra pero eso no evitaba que un rastreador con sus sentidos mas desarrollados que los demás nos escuchara y era súper peligroso, sabia que tenían miedo, yo también lo tenia y mucho.

Mire a mi niña, dejándole claro con la mirada que no hablara, ella asintio con sus ojos nublados y cuerpo temblando, me daba dolor verla asi.

Miré a su lado, ángel estaba perpetuo mirando la pantalla a lo que yo imité su acción y, lo que vi no me gustó para nada.

El sabor amargo en mi boca volvió, mis piernas temblaron como gelatina, mi boca se seco y sentí que mi vida no tenia sentido si pasaba lo que creía que iba a pasar.

— Perdimos el rastro aquí. — el de cabello largo y negro habló, el audio en la habitación era bastante bajita, con nuestros sentidos podíamos escucharlo fácilmente.

— No seas estúpido, el rastro sigue aquí. — Rose retrocedió con miedo hasta resbalarse por la pared, para quedar hecha un ovillo.

Ángel tomó fuerte mi mano, mi niño era bastante fuerte... Aún mas que yo.

— Deben de estar por  aquí, si los sentidos no me fallan... — las cámaras lo captaron caminado por toda la hectárea de terreno sobre nosotros.

— Si es asi entonces que hice del espectáculo, ¿Que es más importante? — se preguntó un chico pelirojo con tatuajes, de seguro era híbrido — ¿Sus hijos? O ¿Su alma gemela? — caí sobre mis rodillas cuando la espesa niebla se fue...  — O... ¿Porque no mejor le preguntamos al lector de mentes? — el chico soltó una risa seca, burlona.

Mi amor... ¿Que te hicieron?

Estaba vendado, es no hacia nada pero la espesa niebla cuemplia otra función u sabía cual, se notaba que no se había alimentado casi por meses, los meses que llevamos aquí... Sus ojeras eran notables aún con la venda, sus manos estaban sujetas con algo completamente desconocido para mí, sus ropas estaban desgastadas, los golpes en su piel, los moretones... Se notaba que eran recientes,  por la falta de alimentación no se había recuperado...

Tapé mi boca y solté un pequeño sollozo, lo estaban matando de hambre.

—Vamos viejo... Animate y encuentralos para mí. — le alentó el joven a edward, el cual no se inmutó. —

No amor... Por favor, no.

No amor... Por favor, no.

Por favor... No.

No.

No.

—Están bajo tierra.