El oro de tus cabellos. (AU/ Otayurio)

Cap 14: mi lindo gatito.

El viernes lentamente se aproximaba y ambos estaban nervioso, sobre todo el rubio, Yuri no sabía como comportarse o si se repetiría lo de la última ocasión, necesitaba calmarse, necesitaba hablar con alguien para relajarse.

- ¿Tú que crees vieja?, ¿quiere algo más de quedar y conocernos o fui yo quien lo malinterpreto?

- ¿Por qué siempre que me pones al corriente de tu vida, parece que me perdí una temporada de una serie?, entonces casi te acuestas con Otabek y ahora él quiere quedar. Yo opino que no tenía planteado lo segundo hasta que tú se lo dijiste, gatito.

- Por Loki, va a pensar que soy un degenerado que solo piensa en sexo, ¿tengo cara de desesperado?

- Tú siempre has tenido cara de desesperado desde que Otabek te conoció, me atrevo a decir, que desde antes, vivir solo de masturbación es malo gatito.

- ¡Oye, al menos yo sacio mis necesidades!, además, por culpa de los antidepresivos no tenía deseos o fantasías, desde que me rebajaron la dosis, las cosas han cambiado un poco.

- ¿Solo la dosis?, ¿Mr. Altin no tiene parte de créditos?

El rubio empezó a golpear el cuerpo de la rusa con un cojín, se odiaba cada vez que recordaba que Mila sabía lo que pensaba. No iba a negar que Otabek le gustaba, no solo físicamente, sino que también en personalidad; necesitaba ese fin de semana para saber si el moreno podía dar el paso o seguiría como el amigo suyo.

El viernes en la mañana llego y ambos se encontraron en la entrada, ese día tenían una sesión un poco larga debido a las marcas que solicitaban a el modelo, Yuri en pleno invierno se encontraba haciendo sesiones para casi 5 empresas poderosas; Víctor y Yuuri notaron que ambos chicos cada vez se llevaban mejor y casi al año Otabek había logrado cumplir su promesa.

- Plitsesky, ¿puedo hacerte una pregunta?

- Ya la hiciste.

- ¿Puedo hacerte unas preguntas?, preferentemente a solas- al oír lo último dicho por el moreno, el rubio no dudo en decirle a la maquilladora que descansará un rato, ya llevaban casi 5 horas con la sesión y comprendía que sus maquilladores y estilistas debían estar cansados.

- Te escucho Altin.

- Les he dicho a la mayoría que se tomen un descanso y vayan a comer, espero cumplir el plazo para las próximas dos semanas, pero no venía hablarte de eso, sino hacerte unas preguntas, Yura, ¿alguna vez has practicado BDSM?

Yuri se quedó un poco sorprendido, no, se quedo muy sorprendido. No esperaba que Otabek me hiciera ese tipo de preguntas, por Loki, era el último escenario que se imaginaba, pero entonces empezó a unir un poco los lazos, Altin era rudo pero sensato en la cama, le gustaba molestarle y dejarle con tentasiones, Beka sin ningún problema tenía un tono de voz que le hacía caer y dejarse llevar. ¡Altin no podía ser un sádico, eso en su cabeza no entraba!

- Digamos que me suena pero nunca lo he practicado, ¿por qué?, ¿te van los juegos bdsm?, ¿acaso quieres atarme a una cama y azotarme?- el rubio dejó salir unas carcajadas y luego subio su vista en el moreno, Beka estaba sonriendo de nuevo, ¡esa sonrisa no era nada bueno en su idioma!; Otabek se acercó a su oído y le susurro unas frases, después de eso se marcho dejando al ruso sonrojado, caliente y con ganas de que llegará la noche de su primer día del fin de semana.

"Y que si quiero atarte a la cama, vendarte los ojos y acariciar cada parte tuya hasta que no puedas venirte más, oír tus gemidos y saciarme con ellos hasta que parezca que no tengas voz, podría hacerte ver el infierno o el cielo, depende de que tan obediente seas, ¿me lo impediras gatito o complaceras a tu dueño?"