El oro de tus cabellos. (AU/ Otayurio)

Cap 35: Lo admito.

Nota autor:
Al final del capítulo les tengo una noticia por si desean saber más,les dejo continuar con su agradable lectura.
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Faltaban dos días para la fiesta a la que habían sido invitados y Otabek había decidido hacer el castigo ese día, logró que tanto Mark como Sam pudieran ir ese día, su novio entró a su apartamento y se sentó para ver a su pareja.

- Sabes lo que va a pasar, ¿cierto gatito?

- Pensé que lo haría en la fiesta u horas antes, no con días de antelación Amo.

- Antes de todo y de que lo hagamos, quiero disculparme Yura, tenías derecho a hacer lo que hiciste y a enfadarte.

- ¿Entonces no me vas a castigar?

- No confundas las cosas Plisetsky, te pasaste tres pueblos con lo que me hiciste, a tú Amo no se le humilla y menos en público, no me salgas estafador que yo te estafo, te recuerdo que cuando tú ibas, yo estaba volviendo a donde tú caminabas.

- Espera Beka, ¿de verdad estás tan enfadado?, no creí que sería tan malo o te lo tomaras así, en el contrato dice que no debes ser Amo, Maestro o guía de nadie mientras yo sea tú sumiso, por eso lo hice, ¿acaso no tenía derecho?, quiero decir, tú me castigas cuando yo desobedezco.

- Míralo de está manera, vives en una monarquía en donde yo hablo y tú obedeces, yo pido y tú cumples, sin embargo si yo cometo un error o falto al contrato tienes derecho a quejarte, más no a castigarme, soy tú Amo, tú no tienes derecho a castigarme.

- Espera, ¡eso no me agrada, rompiste una regla de nuestro contrato, tienes que recibir un castigo, no puedes irte de rositas sólo porque eres mi Amo!

- No me levantes la voz gatito, sólo te lo permitiré por está vez, pero la próxima lo hablaremos y pactaremos que hacer, obviamente no me voy a ir de rositas, como tú Amo debo también respetar el contrato y seguirlo, pero fuiste muy lejos y lo sabes.

- Que sepas que no me quedo satisfecho, sigo indignado, umh- el moreno al ver el comportamiento de su novio le dio un poco de risa, sabía que eso no le iba a agradar- Muy bien, ahora que sé porque estoy castigado, ¿me dará una pista Amo?

- Oh, solo vamos a tener una pequeña sesión de humillación pública.

- ¡Espera, eso está en mis límites inquebrantables, no puedes hacerlo!

- Me dijiste que podía siempre y cuando fuera con Mark y Sam.

- ¡Mierda, maldita la hora en lo que lo dije!

- Ujum.

- Oups- el moreno señalo el suelo y al instante el ruso se arrodilló.

- Mark y Sam llegarán en unos minutos, quiero que me traigas tú collar y te desnudes, recuerda tratar bien a Sam, al fin y al cabo es un Amo y debes respetarle.

- Perdona, ¿qué me qué?- el ruso subió la mirada mientras miraba incrédulo al kazajo,

- Los gatitos osados deben ser castigados de igual manera, ¿quisiste humillar a tú Amo?, ahora es mi turno- al cabo de unos quince minutos llegaron sus invitados, su sumiso estaba de rodillas en la sala sólo con su collar, no le molestaba que su Amo lo viera desnudo, pero que fueran otros, se sentía muy avergonzado- Saluda gatito- el rubio subió la mirada suplicando con ella, ya había comenzado su castigo.

- Bienvenido señor, espero que la estancia sea de su agrado.

- Gracias Yuri, wow, tienes muy educado a tú sumiso Otabek.

- Es lo que pasa cuando sabe que debe obedecer y complacer a su futuro señor, trae algo de comer y beber gatito.

- Sí Amo.