Yuri llegó a su apartamento mientras Potya le ronroneaba a la vez que caminaba entre sus piernas, el rubio se sentó en el sofá mientras en el ventanal se veía la ciudad, acariciaba a su gata cuando unas cuantas lágrimas empezaron a caer; no iba a estar bien ese día, ni el siguiente y tal vez ni la semana.
- Es difícil enfrentarse a tu yo pasado Potya, aún creo que sigo buscando con lo que caí en el infierno, no quiero volver allí Potya, no quiero volver a eso- la gata solo pudo mirarle y acostarse a su lado, Yuri sabía que a pesar de que él creía que su bebé no le entendía, ella iba a estar allí para que llorara tanquilo y supiera que tenía a alguien en quien confiar, aunque su bebé no fuera un humano como él.
Yuri se durmió en el sofá acurrucado junto a su gata, sus ojos se abrieron casi al anochecer y se levantó para alimentar a su bebé, no quería que pasará hambre ni que se aburriera, estuvo jugando con ella un rato mientras se distraia de lo que le pasó en la mañana, quería ir a trabajar mañana pero tanto Víctor como Yuuri no le dejarían entrar. A la mañana siguiente estuvo todo el día con su pequeña, vio serie, fue a sus prácticas de ballet y decidió preparar una comida un tanto elaborada, todo estaba más o menos bien hasta que recibió un mensaje de Otabek.
Otabek:
- ¿Podemos quedar para hablar un momento Yuri?, necesito aclara algunas cosas, sobre todo contigo.Yuri:
- Claro, nos vemos dentro de 15 minutos en la cafetería del otro día.Otabek:
- Muy bien, allí te espero.Yuri le dejó comida a su gata y se preparó para salir, bajó hasta el sótano y entró a su coche. Negaría si dijera que no estaba preocupado o nervioso de lo que el kazajo quisiera hablarle, no le conocía mucho y sabía poco de él, en Internet no había mucha información que le llegará a hacerlo ser más cercano; ambos buscaban la cercanía del otro, pero temían decirlo en voz alta; llegó a la cafetería y aparcó el coche, le envío un mensaje a su compañero y entró a el local. Su mirada estaba pérdida y se encontraba solo existiendo en el lugar, cuando diviso a Otabek no dudo en levantar el brazo para que supiera donde se encontraba.
- No te vi hoy en ningún lugar, pregunté por ti y tampoco sabía casi nadie, fue Mila la que me comentó al final; ¿te encuentras bien?, a debido de ser un día un tanto tedioso para ti.
- El dúo no me permiten ir a trabajar esta semana, no te preocupes, ¿qué tal la sesión de fotos de hoy?
- Supongo que bien, es difícil trabajar con un modelo a última hora cuando ya tenía todo planificado. No quiero hacerte sentir mal o culpable; JJ preguntó por ti.
La sola mención de éste puso alerta a Yuri, entendió por donde quería ir su compañero, algo que había aprendido en su poco tiempo de compañía es que era directo, no podía andarse con rodeos, era algo inevitable.
- ¿Cómo está Potya?, me gustaría ir a visitarla y verla, claro, sí tú me lo permites.
- ¿Perdona?
- ¿No quieres que la vea?, dijiste que le agradó mi presencia.
- Pensé que querías hablar de JJ y lo sucedido, no que deseabas ver a mi gata. Dijiste que debías aclarar algunas cosas y eran sobre todo de mi.
- Yura, ¿alguna vez te he forzado a contarme algo u obligarte a abrirte como persona?, claro que deseo aclarar muchas cosas, pero no voy a forzarte a contarme algo que aún no has asimilado; y las cosas sobre ti, es conocerte y que tú me conozcas, no quiero mal ambiente pero tampoco deseo ser solo compañeros, me gustaría que pudieramos ser amigos. Entonces, ¿vienes o no a acompañarme a ver a tu elegante gata rusa?
Yuri solo pudo sonreír al escuchar eso, quería conocer más a su compañero, sabía que a su bebé le había agradado y no iba a negarle un intento de amistad a Otabek, porque solo era eso, una amistad. Decidieron ir cada uno en su respectivo vehículo, el rubio le abrió la puerta y fueron juntos en el asensor, había un silencio cómodo y nada cortante, el ruso empezó a pensar que podía abrirse más hacia el kazajo, aunque sea un poco.
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El oro de tus cabellos. (AU/ Otayurio)
FanfictionNecesitaron solo un instante para saber que todo su mundo iba a dar un giro de 180°. Necesitaron mucho tiempo para aceptar lo que sentían en sus corazones. Yuri Plisetsky es un joven modelo acostumbrado a la vida de cámaras y de ser adulado por su b...