010

92 13 0
                                    


Dicho con palabras amables, no era demasiado satisfactorio descubrir que los tres habían permanecido juntos y unidos durante aquellos años mientras Ji Yong estaba solo, perdido en un pueblo del que nadie había oído hablar, donde solo llovía y llovía y llovía... Ellos, bueno, ellos lo debieron pasar en grande en la universidad, disfrutando de fiestas y experiencias nuevas. Era consciente de que YoungBae y Soo Hyuk merecían todo aquello, pero SeungHyun no. Soo Hyuk tamborileó con los dedos sobre el brazo de su sillón y suspiró hondo.

— Es... es difícil ponerte al corriente — dijo, sin saber cómo empezar a contarle todo lo que había ocurrido porque, en primer lugar, no le correspondía a él revelar parte de la historia —. Pero por si te consuela, le di un puñetazo a SeungHyun cuando nos encontramos. Le partí la nariz.

Vale, sí que consolaba un poquito. Ji Yong entornó los ojos.

— ¿En la fiesta de DongWook?

— ¿Qué fiesta? ¡No! Él también desapareció. Los dos desaparecisteis — matizó y se rascó el mentón pensativo —. Creí que lo sabías.

—No. Como seguís en contacto, pensé que... pensé... — Dejó de hablar y se encogió de hombros, indeciso y confundido.

Entre el hecho de tener a Soo Hyuk enfrente y escuchar nuevamente el nombre de SeungHyun, le parecía que su cabeza no funcionaba bien. Todo estaba aturullado y espeso, y muy turbio.

— Te llamé un montón de veces, Ji Yong. También pasé por tu casa. Al final, desistí. Una vecina aseguró que había hablado con tu tía cuando fue a recoger algunas pertenencias y que ella le comentó que pensabas irte a Hongdo — dijo, aunque su voz no reflejaba el reproche que cabría esperar —. YoungBae y yo nos fuimos a la universidad y no volvimos a ver a SeungHyun hasta dos años después, casi de casualidad...

Ji Yong tragó saliva y cuando habló lo hizo con un hilo de voz.

— ¿SeungHyun tampoco fue a la universidad?

Soo Hyuk emitió una risa con cierto deje de tristeza que Ji Yong no pudo descifrar y después negó con la cabeza. Ji Yong sintió un escalofrío en cuanto advirtió la cantidad de preguntas que comenzaban a asaltarlo y colocarse en fila india, dispuestas a encontrar una respuesta... Pero no quería. No quería ni preguntas, ni respuestas. No quería saber nada de todo ello. Se limitaría a lo básico.

— ¿Cómo está YoungBae?

— Bien, más o menos. Es YoungBae — añadió como todo argumento.

— Ya. — De pronto sintió unas ganas tremendas de llorar, pero hacía años que no se permitía hacerlo —. Y por lo que veo, a ti las cosas te van perfectamente... — Se frotó la nariz —. Te lo mereces. No sabes cuánto me alegro. — Echó un vistazo al reloj que colgaba de su muñeca—. Creo que será mejor que me marche ya, se me está haciendo un poco tarde.

Soo Hyuk se levantó, dio tres grandes zancadas y se paró frente a la puerta, evitando así que Ji Yong pudiese escapar. Y de verdad, de verdad que Ji Yong necesitaba salir de allí cuanto antes.

— ¿Perdona? ¿Prisa de qué? Pero si acabas de decir que tienes tiempo... — Soo Hyuk se cruzó de brazos —. ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué necesitas? Cuéntamelo.

— Nada.

Ji Yong también se había puesto en pie y, cuando notó que Soo Hyuk intentaba buscar en sus ojos algún tipo de respuesta. Se sentía débil. No quería derrumbarse delante de Soo Hyuk. Lo único que deseaba era largarse.

Como si Soo Hyuk hubiese adivinado su momentánea fragilidad, se inclinó un poco más hacia él y rompió la escasa distancia que los separaba.

— Ji Yong, lamento... lamento muchísimo lo que ocurrió — dijo de pronto, sacudiéndolo por la sorpresa —. Todo lo que pasó aquella noche. Hemos intentado encontrarte desde entonces...

『다시 만나야 할 33 가지 이유 』 » GTOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora