022

90 11 3
                                    




Si hace quince años alguien le hubiese preguntado a SeungHyun cuál era su fiesta preferida, habría respondido lo mismo que ahora: Halloween. Le volvía loco Halloween.

Cuando era pequeño, siempre cruzaba los dedos con la esperanza de toparse con la típica pareja que había olvidado ir a comprar caramelos y tener la excusa perfecta para lanzar huevos contra la casa o pintarrajear la puerta de sus estirados vecinos con espuma de afeitar.

— Que aburrida Noche de Halloween — se quejó YoungBae mientras avanzaban por la acera. 

A cambio de acompañarlos, Ji Yong les había exigido que dejasen en casa su arsenal de productos destinados a hacer el mal.

— ¡Yo quería lanzar huevos! — exclamó Hye Yoon.

— Lo sé, pero la mentalidad del tío Ji Yong  es similar a la de un hombre viejo. Tienes que ser más comprensiva. No está acostumbrado a hacer cosas geniales — intervino SeungHyun.

Ji Yong  lo golpeó en la espalda con la calabaza que llevaba colgando de la mano y Soo Hyuk emitió una carcajada.

— Oye, SeungHyun tiene razón. Halloween sin huevos es un asco — insistió YoungBae —. ¿Qué pasa si alguien prefiere «truco»? — Miró a Hye Yoon —. Cuando Ji Yong era joven, era mas divertido. 

— Era más genial  y siempre salía mal parado — le recordó —. Ahora haremos las cosas a mi manera. Si alguien dice «truco», simplemente nos marchamos, ¿está claro? 

SeungHyun hizo una mueca burlona, pero no lo contradijo. 

La urbanización estaba repleta de enormes calabazas iluminadas con rostros terroríficos que descansaban al borde de la acera. Habían apagado algunas de las luces de la zona para darle un aire más tétrico y las casas, casi todas en la penumbra a excepción de las múltiples velas encendidas,desprendían un halo de misterio. Algunos jardines habían sido decorados a conciencia, colocando tumbas de plástico que sobresalían entre el césped y telarañas enormes que colgaban de las vigas que precedían la entrada. 

Los cuatro iban disfrazados de zombis. Más o menos. Hye Yoon era la única que llevaba un disfraz completo. Los demás se habían pintado la cara,simulando restos de sangre por las mejillas y manchas de barro y mugre por todas partes. Daban un poco de asco, así que en cierto modo cumplían el propósito.

En todas las casas en las que pararon les dieron caramelos. Ji Yong no recordaba que en la urbanización donde se habían criado los vecinos fuesen tan colaboradores y amables. Llevaban apenas unas manzanas y ya tenían varias bolsas repletas de todo tipo de gomitas y dulces.

— ¿No crees que ya has comido suficientes?

Soo Hyuk le arrebató a Hye Yoon la pequeña bolsita que llevaba agarrada en la mano y ella empezó a chillar.

— ¡No! ¡Es Halloween! 

— ¡Deja en paz a la pequeña zombi!

SeungHyun la defendió y ella sonrió agradecida.

— Luego te dolerá el estómago — insistió Soo Hyuk, antes de devolverle los caramelos.

— ¡No es verdad! — Hye Yoon lo miró enfadada, haciendo un puchero —. YoungBae, ¿a qué no es verdad? ¡Díselo!

— ¡Claro que no, enana! — Se giró hacia ella con una sonrisa —. Ven, vamos, ¡sube a caballito! 

Hye Yoon trepó por la espalda de YoungBae como si fuese un mono y Ji Yong río, mientras todos volvían a ponerse en marcha y se acercaban hasta la puerta de entrada de la siguiente casa.

『다시 만나야 할 33 가지 이유 』 » GTOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora