Capítulo 12, parte 2: "Destinados"

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CAMERON

Luego de dejar a Gwen en casa, llego hasta lo de Deuce. Nuevamente su padre está fuera de la ciudad, así que la casa es nuestra.

Debo hablar y aclarar todo con Fred, antes de que sea tarde.

Entro al departamento e inmediatamente me asalta el olor de la comida quemada. No necesito ser adivino para saber que Ben está intentando otro de sus platillos extraños; generalmente son incomibles, no parece que esta sea la excepción.

-¡Hola, llegué!-me anuncio. Ben se asoma por la cocina y me saluda energico, invitandome a probar su comida antes de volver a desaparecer. Creo que paso.

Deuce me saluda con la mano mientras habla por teléfono y se va a su habitación. Veo entonces que Fred está sentado en el sofá de la sala, y que seremos solo él y yo para arreglar nuestras diferencias.

Me siento a una distancia prudente y carraspeo antes de iniciar.

-Yo...-decimos al mismo tiempo. Veo la culpa grabada en sus ojos, me imagino que mi imagen no es muy distinta.

-Fred... lamento haber reaccionado así. No te lo merecías.

-Soy yo quien debe disculparse. Te mentí, me metí con tu hermana, es lógico que quieras matarme.

-No quiero matarte.

De verdad no quiero. Por más que sepa que Fred es un mujeriego bastante desgraciado, no puedo hacer de cuenta que es todo lo que sé de él. En los años que tengo de conocerle, sé perfectamente que es un gran amigo, que es divertido, que cuida a los suyos y que jamás se mostraría en público con una chica como su novia, si no estuviera perdidamente enamorado.

Gwen lo atrapó, él no tiene la culpa de eso.

-¿La harás feliz, oíste?-digo divertido. Él me sonríe con sorna y me tiende una cerveza. Puede que sea muy martes para beber algo, pero la situación lo amerita.

-Lo hago diariamente.-detecto el doble sentido en el comentario y, aunque incluso me divierte un poco, lo golpeo en el hombro.-Entiendo, entiendo, es muy pronto para bromas.

-Demasiado.

-¡Así que ya volvimos a la normalidad!-Ben se une a nosotros y toma el control remoto, buscando en la televisión el partido de fútbol.

-¿Ya volvieron a ser amigos?-pregunta Deuce, uniéndose también.- A ver, dense un abrazo.

Deuce le lanza un almohadón. Nos reímos y pasamos la noche entre cervezas, carcajadas y comida rápida, pedida de urgencia porque Ben es pésimo en la cocina.

Extrañaré mucho al cuarteto cuando me vaya, después de todo, los tres son como mis hermanos.

****

Esta mañana el Briggs se siente distinto. Los rumores de mi ruptura con Bianca abundan en los pasillos, junto con los rumores de que cierta pelirroja es la causante. Era lo más lógico que media escuela se enterara, sobre todo con Bianca eliminando las fotos que teníamos juntos...

¿Debería sentirme mal? No estoy seguro.

Pero además de eso, el centro de estudiantes se encargó de decorar toda la escuela con pancartas, banderines y carteles que anuncian el baile de invierno. Es el evento más trillado del año, a mi parecer; todavía no entiendo la emoción de las chicas por asistir...

Estoy bastante distraído observando las decoraciones, que no me doy cuenta que casi me llevo una persona por delante.

-Lo siento, no te vi.-me disculpo con la chica. Levanta su mirada y me encuentro con unos pequeños ojos marrones, abiertos en sorpresa. La chica es asiática sin dudas. Y está avergonzada, tanto que no puede modular bien.

Un Amor UnilateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora