Capitulo 14, parte 1: De juegos y apuestas

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CAMERON

Subimos por el ascensor hasta el piso de Deuce, rememorando los momentos más graciosos y bizarros de esta noche. No puedo creer que me atreví a cenar con su familia, a sólo dos días de empezar con lo que sea que tenemos.

Y menos puedo creer lo bien que me sentí allí, rodeado de una familia tan unida y divertida como la de Cia.

Sujeto su mano hasta la puerta del departamento; golpeo un par de veces la puerta, hasta que Fred nos abre con una pizza en la boca y una cerveza en la mano.

-Oa, asen, stan aentro.-frunci el seño ante su complicado lenguaje, pero de todas formas ingresamos al salón.

Sentía la mano de Cia aferrarse aún más a la mía, nerviosa. Sonrío al instante, no puede ser que luego de una cena con su familia, algo como esto le ponga nerviosa.

-Hola, ¿Qué hay?-saludo, estrechando la mano de Deuce y asintiendo con la cabeza a Ben, que se encuentra en el sofá individual.

-Estábamos debatiendo qué hacer.-nos comenta Ben, mientras lanza una aceituna hacia su boca y la atrapa.-¿Vemos películas, jugamos videojuegos... salimos?

-Salir no es una opción, ninguno tiene coche.-saca a relucir Deuce. Cia afloja su agarre a mi mano, mientras se sienta al lado de mi hermana y su novio.-¿Y ustedes por qué llegan tan tarde?

-Perdonalo, Cia. Deuce es el novio tóxico de mi hermano.

-Tuvimos que hacer algunas cosas.-me limito a responder. Menos mal que Venecia está acostumbrada a soportar a sus hermanos; mis amigos son exactamente igual de insoportables.-¿Qué quieres hacer?

Una hermosa y socarrona sonrisa se asoma por sus labios.

-Podría patearte el trasero en el FIFA.

Todos ríen ante el comentario, que lejos de ofenderme, saca mi lado competitivo. Le devuelvo la misma sonrisa de superioridad. Voy a destrozarla en el juego.

-No voy a tenerte piedad, Cia.

-Tal vez yo sí, ¿Quieres que  te deje  marcar algún punto?-la ferocidad en su mirada me recorre de pies a cabeza. No estoy seguro de que sea buena combinación el que los dos seamos tan competitivos.

-¡Suficiente charla! Jueguen.-exclama Fred al acabar de conectar el juego. Todos están súper emocionados, como si fuera un gran evento. Lo peor es que todos parecen apoyar a mi chica, y no a mí.-Vamos a hacerlo más divertido, ¿Qué se apuestan?

-Asientos en primera fila para el juego de este domingo. Para Holly y para mí.-respondió de inmediato Venecia, divertida con la situación. Los asientos en primera fila siempre son dados a los jugadores, para que los repartan entre amigos y familiares. Me guardo una sonrisa, porque se lo habría dado de todas formas.

-De acuerdo. Si ganas, son tuyos.-pienso seriamente en mis siguientes palabras.-Pero si yo gano, me debes una cita.

-Uhhh...-exclamaron mis amigos, como viejas chismosas que son. Juraría que Ben está usando las aceitunas como palomitas para presenciar el espectáculo.

Cia enrojece levemente. Me da ternura.

-Hecho.

Y entonces el juego inicia.

Debo admitir que es excelente como rival. Se nota que tiene práctica, y de verdad que estuvo a solo dos goles de empatarme, pero afortunadamente Fred entendió mi seña cuando le pedí que le diese el mando estropeado.

Incluso haciendo trampas me costó vencerla. Pero es que debía asegurarme de tener esa cita.

-¡Esto es imposible! Te digo que el botón para tirar al arco no funciona.-se queja, incluso luego de terminado el juego. Tras nuestro enfrentamiento, Gwen decidió que era buena idea jugar al póker entre todos. Y como de costumbre, ganó las tres partidas. Pasamos un buen rato con ellos, entre bromas y charlas casuales. Sabía que Cia encajaría fácilmente. Ahora, siendo cerca de las dos de la madrugada, la llevo de vuelta hasta su casa.

Un Amor UnilateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora