Capítulo 3, parte 3: Fuera de lugar.

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CAMERON:

Sentía la sangre fluyendo por mi nariz. La enfermera fue muy clara en sus instrucciones: Mantén el algodón en su sitio, y evita ahogarte.

Me sentía fatal, más allá de los golpes y de que tuviese un terrible dolor en todo el cuerpo, no puedo evitar sentir que el motivo de la pelea fue absurdo. Fred y yo hemos sido amigo por años, sé de memoria como es, y nunca he reaccionado igual a hoy, nisiquiera cuando ha hecho cosas realmente malas...

-Me siento un idiota.-confesé, mientras sacaba el algodón sucio de mi nariz. Deuce se encontraba recostado por la ventana, de brazos cruzados y con una mirada inexpresiva. Ben estaba intentando persuadir a los profesores de no llamar a nuestros padres. Y Fred fue llevado al hospital tras haber sufrido lesiones graves en la mandíbula. Me siento una basura.

-Lo eres, Cam.

-Que sincero...

-¿Quieres que mienta? Amigo, tú iniciaste. ¡Casi desmayas a Fred a golpes!-apreté los ojos con fuerza ante el recuerdo de mis manos ensangrentadas, justo cuando me dijo lo de Bianca... quería que pagara lo que hizo, pero me dejé llevar. Esta no es la forma y lo sé muy bien.-No sé que te ha ocurrido.

-Ni yo... Me siento fatal. ¿Crees que esté bien?-me preocupaba que lo haya dejado muy mal. Lo último que vi de él fue una imagen de su rostro muy distinta a la real.

-No lo sé. Pero los tres iremos esta tarde al hospital.-espetó, como una orden que no me atrevería a romper.-y tú, te vas a disculpar.

-Si... lo haré.

Quería hacerlo, pero algo en mi interior, llámese experiencia, sabe perfectamente que Fred no se caracteriza por ser de perdonar fácil. Es más bien orgulloso al extremo, y no me pondría las cosas fáciles.

En la habitación de color crema había dos camillas y un área con instrumentos de primeros auxilios, junto a un sofá al lado del gran ventanal por el Deuce se apoyaba. Era mi tercera vez allí, la primera fue por un accidente en fútbol, la segunda por una pelea con los antiguos chicos de último año, y hoy, por pelear con uno de mis amigos...

Estaba a punto de decirle a Deuce que le avisara a la enfermera que ya me encontraba mejor, para así poder irme, cuando irrumpieron dos chicas totalmente desesperadas.

-¡Cameron!-chilló Cia, al verme con los moratones y la nariz con sangre seca; debía limpiarme, daba pena. La miré dudoso, sin entender que hacía allí, pero feliz de que se preocupara.

-¡Amor!-exclamó Bianca, quien no tardó en llegar junto a mí y comenzar a inspeccionar mis lesiones.-¿Qué ha pasado? ¿Por qué te has peleado con Fred?

-¿Quién se los dijo?-inquirí, quejandome un poco cuando su mano tocó uno de mis golpes.

-Lo siento...

-Ha sido Ben, lo encontramos por el camino y le hemos obligado a hablar.-respondió Cia, quien parecía estar incómoda allí. No entiendo porqué, y siendo sincero, tampoco la esperaba.-Me alegra ver que estés bien...

Sonreí, agradecido con ella, mientras aprovechaba el momento de agarrar en un abrazo a Bianca. No voy a mentir, me dolía absolutamente todo, pero abrazarle aliviaba las cosas. Le hice cosquillas, por lo que soltó unas risitas al tiempo que se sentaba sobre mi regazo y pasaba sus brazos por mis hombros.

-¿Esto quiere decir que me perdonas?-canturree, mirando a sus ojos azules y esperando un beso de su parte.

-Si, bobo. Pero promete no volver a asustarme así...-la besé con ternura durante unos minutos. Habría sido más tiempo si no fuera por el carraspeo de Deuce.

Un Amor UnilateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora