GLASS | minsung

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No entendía, realmente no lo entendía, ¿Cómo era posible que con tan sólo tres semanas de tutoría ya obtuviera un sobresaliente en un examen? Increíble, Jisung se lo repetía mil veces, increíble, realmente impresionante, y aún teniendo el papel entre sus manos con la magnífica calificación escrita en la esquina superior derecha de la hoja, incluso con eso no era capaz de pensar en sí mismo, al contrario, lo único que tenía en la cabeza era la imagen de Minho repitiendo lo mismo una y otra vez hasta que ya se le grababa en la memoria. Le debía una muy grande.

-Mentiroso -dijo quitándole el examen de un tirón- no es tuyo.

Changbin miraba la hoja de papel  sin pestañear y sin dar crédito a lo que sus ojos veían, Jisung jamás había sacado una nota tan alta y menos en matemáticas.

-Es mía, lee bien mi nombre -apuntó con su dedo- HAN JISUNG, es mi letra ¿Lo ves?

El más bajo simplemente le devolvió el examen entrecerrando los ojos, estaba feliz por su amigo pero no dejaba de sorprenderle.

-Ese tutor tuyo es mágico -dijo caminando con las manos en los bolsillos del pantalón- lamento no haberte ayudado a estudiar pero tú sabes lo mucho que me costó salir de la puta escuela.

-Descuida, lo sé -se rieron, ambos estaban decididos a comer algo antes de que Jisung tuviera que reunirse a estudiar- y Minho no es mágico, solamente es buen maestro.

-Claro, buen maestro -repitió- no lo sé Han, jamás te habías esforzado tanto, ¿En serio lo haces por tus padres o quieres impresionar a ese tutor?

Jisung lo miró ofendido, se estaba pasando de la raya.

-Le estoy pagando, ¿En qué mundo piensas que le pagaría a alguien sólo porque quiero "impresionarlo"? ¿Qué tienes en la cabeza?

El contrario negó rápidamente dándose cuenta que había metido la pata hasta el fondo, no era su intención hacer sentir mal a Jisung, pero era cierto, desde que había comenzado con sus sesiones de estudio se mostraba diferente, mucho más comprometido y animado que antes y definitivamente eso no pasaba desapercibido para Changbin.

-Disculpa no quise decirlo así -le tomó la mano dándole un apretón amistoso- de verdad me alegro por tu calificación, eres asombroso, ahora entremos a comer algo, yo te invito.

Después de engullir dos  hamburguesas y miles de papitas fritas, se despidieron rápido con la excusa de que el menor debía ir a su casa a cambiarse, pero la realidad era que no podía esperar más para mostrarle su calificación a Minho, le sudaban las manos y había olvidado por completo la sensación de exaltación y anticipación que embarga el corazón cuando algo de verdad logra emocionar, pero gracias a su buena nota lo había recordado y se encontraba trotando hasta la cafetería, la energía le sobraba.

Faltaba más o menos media hora para la reunión y el menor estaba plantado de punto fijo en la entrada del local, los autos pasaban a velocidad moderada por la calle pero ninguno lucía como el de Minho, ya se le estaba agotando la paciencia y se hubiera puesto incluso a dar saltitos para liberar tensión si la bocina del automóvil que tanto esperó no lo hubiese interrumpido.

-Llegas temprano -dijo alzando la voz, aún le faltaban un par de metros para acercarse lo suficiente. Jisung levantó el mentón orgulloso estirando los brazos hacia el recién llegado- ¿Qué? -preguntó sonriendo automáticamente, desde esa perspectiva se podría decir que el castaño estaba pidiendo un abrazo.

Minho inclinó la cabeza confundido pero lo rodeó con sus propios brazos durante medio segundo, ya que al sentir esta aproximación, el estudiante se alejó negando con la cabeza y señalando el bolsillo de su camisa.