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Pasó un tiempo para que Stefan comenzara a aceptarnos a Damon y a mi en su vida, nos puso de condición ayudarlo a tener una vida humana en Mystic Falls.
Las miradas de los adolescentes de la preparatoria se clavaban en mi, murmuraban todo tipo de cosas sin siquiera conocerme, odiaba ser la chica nueva.
Stefan me había inscrito un año más abajo que el, realmente se estaba esforzando para que todo esto de los hermanos que regresan a su antiguo hogar fuera más creíble.
—Debes actuar normal— dijo Stefan mientras me acompañaba a mi casillero.
—¿Actuo tonta como Caroline o miserable como Elena?— dije sin evitar poder reír.
—Como mi fastidiosa hermana menor— dijo frunciendo el ceño —Quiero presentarte a alguien—
Caminé junto con mi hermano después de dejar mis libros en mi casillero, nos dirigimos hacia la gemela malvada de Katherine que se hacía llamar Elena.
—Quiero presentarte a mi hermana, Elena ella es Catalina, mi hermanita menor— dijo alborotando mi cabello.
—Mucho gusto— dijo la de el cabello café.
—Lo mismo digo— forcé una sonrisa.
—Estarás con Jeremy en algunas clases, ambos son de primer año— Stefan tomo a Katherine 2 de la cintura y se fueron a su clase.
[...]
Regrese del primer día de clases, el cual fue horrible, no podía creer que les siguieran enseñando esas cosas inservibles a los adolescentes.
—¿Cómo te fue en tu primer día? ¿Hiciste amiguitos nuevos?— habló Damon.
—No volveré a ese lugar insufrible— dije mientras servía vodka en una botella.
—Volverás, si quieres que nuestra relación de hermanos funcione tienes que actuar como una adolescente normal— entró Stefan a la conversación.
Si le tenía que dar el gusto a Stefan para estar bien con el, pues lo haría, mi único motivo para estar de regreso en Mystic Falls era recuperar mi relación con mis hermanos.
—¿La Katherine 2 sabe sobre nosotros?— pregunté antes que Stefan saliera.
—Si, ella lo sabe y también Bonnie, ella es una bruja— habló Stefan.
—Dios mío, esto cada vez más se parece a Crepúsculo— dije rondando los ojos.
Salí de la casa para aclarar mi mente, tenía el plan de ir con Lexie para quejarme sobre mis hermanos, pero prefierí ir a buscarme un problema yo solita.
Entre a ese lindo bar, Mystic Grill, Damon me había hablado sobre los cócteles de ese lugar.
—Un shot de tequilita porfa— le dije al cantinero.
—Tu identificación— preguntó el sujeto.
—No necesitas mi identificación— utilicé mi encanto para hipnotizar al cantinero.
—Esa fue una gran hipnosis— habló una rubia a lado mío.
Reconocería esa voz donde fuera, giré mi cuerpo y mi vieja amiga Rebeka estaba sentada a lado mío.
—Lina, no sabes cuanto te extrañe— la vampiresa rubia me abrazo con fuerza.
—Beka, te extrañe mucho más— dije sin soltarla.
Estuvimos bebiendo y poniéndonos al día sobre todo lo que había pasado desde la última vez que nos vimos en Nuevo Orleans.
[...]
—Espera a a que conozcas a Elijah y a Klaus, van a adorarte— dijo mientras caminábamos hacia el apartamento dónde ella vivía.
—Espera a que mis hermanos te conozcan, se van a volver locos de envidia al saber que una vampira original es mi amiga—
—Supongo que aún no arreglan las cosas con Stefan—
—Ni siquiera se si tengan arreglo— dije algo desanimada —Es muy difícil vivir en la misma casa con ellos, se la pasan peleando—
—Vive conmigo unos días, yo se lo difícil que es ser la hermana menor— dijo riendo.
Vivir con Rebeka me vendría bien, creo que sería mejor mantenerme alejada de las peleas de mis hermanos por Elena.
—Me encantaría, muchas gracias Beka— la abracé rápidamente.
—Espero que no te moleste que Klaus pase la noche en el cuarto de invitados— dijo apenada.
