A TAMAKI AMAJIKI FANFICTION.
« Hay canciones que solo puedes escuchar una vez, porque luego ya no impactan en ti de la misma manera. Así es la relación entre Tamaki y yo » dije, intentando convencerme de que el montón de mentiras que salía de mi boc...
❝ Cayendo más profundo en la oscuridad, incluso si desapareces en ella, nunca te dejaré ir. ❞
— Aespa ; Lucid Dream
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Desconocido « Si no quieres que tu escuela vuele en pedazos, encuéntrame en el callejón. »
Era lo único que mi mente repetía ante cada paso que daba hacia la salida. Sentía como miles de voces hablaban sin parar en su mente, planeando, analizando, teorizando. Me detuve solo un segundo para presionar las manos contra cada costado de mi cabeza y ejercí fuerza, solo... necesito silencio. Silencio de una vez por todas. Cuando me di cuenta, ya había llegado a la entrada, y solo los rayos del sol iluminando mi rostro me despertaron de ese tormento silencioso. Miré al guardia en la entrada, tratando de carraspear y mejorar mi rostro visiblemente irritado. Practiqué mi sonrisa un par de veces en el reflejo de mi teléfono hasta que estuve segura. Una vez lista, troté hasta él. Tenía una cara amargada que sabría que me causaría un par de problemas.
—Hola — sonreí un poco cuando me acerqué —. Mi mamá me trajo un uniforme porque rasgué el mío, necesito salir por él, ¿me daría permiso?
—Ni un estudiante puede salir sin autorización — negó él rápidamente sin siquiera pensarlo —. Si tu madre tiene algo, que lo traiga a la puerta.
—Es que tiene que ir al trabajo, se lo suplico — me mordí el labio con una falsa lástima —. No tardaré más de cinco minutos.
—No.
Estuve por rendirme, pero no es algo que yo hiciera con facilidad. Contuve la sonrisa astuta que quiso aparecer en mis labios, para luego bajar la vista y asentir con lentitud.
—Entiendo. De todas formas, mis compañeros se encargarían de romper ese también, no les agrado para nada — comenté, ganando su atención —, usaré el que ya tengo roto. ¿Podría decirle a mi mamá que se vaya y pedirle perdón por hacerle perder el tiempo? Disculpe haberlo molestado a usted también, se lo agradezco.
Me di la vuelta, dando un par de pasos ligeros antes de que su voz me detuviera. Fue entonces que realmente sonreí. Todo el mundo siente lástima por los pobres pollitos incapaces de defenderse, aun así, nadie hace nada por protegerlos. Siempre termina en eso, lástima. Es lo que usé a mi favor. Cuando volteé, mi rostro esperanzado le hizo rodar los ojos.
—Solo cinco minutos — aclaró, y yo sentí mi corazón latiendo con fuerza.
Me había salido con la mía.
Sonreí, y no perdí más tiempo. A paso apresurado, rodeé la infraestructura de la escuela hasta llegar al callejón. Una particularidad de esta calle, es que no importa la hora del día, siempre está oscuro, y es gracias a que la UA es demasiado grande en comparación al edificio al lado, lo que deja el espacio entre ambos en constante oscuridad. Divagar sobre estas cosas me ayudaba a desviar la realidad de que estaba caminando por voluntad propia a la boca del lobo.
