X

2.4K 365 50
                                    

A pesar de que es
amargo esto es amor.
No quiero probarlo.

LE SSERAFIM ; Sour Grapes

Mis manos se revolvieron desesperadamente dentro del cajón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mis manos se revolvieron desesperadamente dentro del cajón. Miraba repetidamente la puerta del salón de profesores ante la idea de ser atrapada por alguno de ellos. Solté una maldición cuando me di cuenta que no había rastro de esos papeles, podría jurar que fue este el mueble donde los había dejado. Siseé, cerrándolo fuertemente para continuar con el de al lado. Estaba actuando como si el ser descubierta hurgando en el salón de profesores no fuese una catástrofe, podrían incluso suspenderme y perder mi única oportunidad de realizar la pasantía. Por un momento, mis manos se detuvieron y mordí mi labio inferior fuertemente ante la batalla que sucedía en mi mente.

¿Estaba haciendo bien?

No lo sabía. Lo único que tenía claro era que necesitaba respuestas. Necesitaba detener lo que me sucedía y no lo lograría aferrándome a migajas de lástima. Debía actuar.

La puerta se abrió de par en par, paralizándome en mi lugar.

Estoy perdida.

CUATRO HORAS ANTES.

Jugaba nerviosamente con los dedos detrás de mi espalda, mientras intentaba mostrarle mi mejor sonrisa a Present Mic. No sabía si estaba convenciéndole o no, la verdad es que no tengo mucha práctica al respecto. El rubio me hablaba animadamente mientras yo lo apuraba una vez tras otra en mi mente. Nunca había sido muy fanática de las mentiras, pero admito que últimamente estaba siendo partidaria de estas por un bien mayor. Habían pasado exactamente 3 días desde que tuvimos nuestro encuentro cara a cara con Sweet Candy, tres días desde que me interrogaron respecto a todo lo que había sucedido desde que corrí tras ella hasta que Suneater se vio obligado a sacarme de allí. Como era, qué había pasado, y, sobre todo, si había dicho algo. Recuerdo que el solo hecho de traer de vuelta su imagen a mi memoria me había hecho hervir la sangre de la ira. Era más alta que yo, me animaba a decir que tal vez 1.80 a simple vista. Su piel era de un tono grisáceo opaco que te hacía pensar en esas películas taquilleras de vampiros. Su cabello era rubio, pero de un tono más chillón que el mío. Sus ojos eran aterradoramente negros con la única pupila roja, y sus labios delgados eran naturalmente rosa con un poco de azul, probablemente debido a su quirk. Les conté que la había seguido a través de los callejones, y justo cuando iba a huir logré acortar la distancia para lanzarme sobre ella. Que había hecho mi mayor esfuerzo por someterla, pero que había intentado golpearme por lo que tuve que usar mi quirk unos segundos para evitarlo.

« ¿Te dijo algo útil? ¿Tal vez alguna pista de lo que pueda ser su siguiente ataque? — preguntó ese día Fatgum »

Yo mordí la punta de mi labio inferior por dentro, casi como conteniendo las palabras sinceras de lo que ella había dicho. Probablemente eso los habría ayudado a encontrar un motivo, un paradero, algún rastro al que aferrarse. Me encogí de hombros, negando con cabeza y cambiando a una expresión crédula.

¹𝐎𝐏𝐄𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐒𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍𝐂𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora