¹𝐎𝐏𝐄𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐒𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍𝐂𝐄

XIX

❝ Solo el amor duele así,
debe haber sido un beso
mortal. ❞

— Paloma Faith ; Only Love Can hurt like this

Sentía mi cuerpo pesado, y la sensación de mi espalda era como de mil clavos atravesando mi piel, pero estaba más que acostumbrada al momento después de la medicina. Personalmente, creo que es mucho peor que una resaca. La luz blanca me hizo sentir los párpados pesados, pero de todas formas terminé abriendo los ojos. Me sentía sumamente cómoda, pero no en un espacio familiar. Más tarde que pronto me di cuenta que en realidad estaba en la enfermería. Me enderecé sumamente rápido.

Otra pésima decisión.

—No te levantes todavía — la voz de Tamaki a mi lado me hizo girar el cuerpo para verlo. Frotaba sus ojos y se enderezaba con dificultad mientras hacía sonar su espalda.

—¿Te quedaste aquí? — pregunté, sintiendo como los latidos de mi corazón comenzaban a incrementarse.

Él carraspeó un poco.

—Uh, sí, solo fui a darme una ducha y a cambiarme mientras Recovery te revisaba — respondió, encogiendo sus hombros y restándole importancia. Sus ojos volvieron a posarse sobre mí, dándome una mirada rápida — ¿Cómo te sientes?

Me acomodé mejor en la camilla, aferrándome a la manta que cubría mi cuerpo.

—Igual que siempre — respondí como pude — Luego de la medicación siempre me siento un poco más débil, pero pronto pasará el efecto.

Relamió sus labios, estirando su brazo por el costado del sillón y tomando una bolsa. En cuanto miró su interior, me la extendió y yo la tomé con cierta confusión. Mi mente viajó cuatro años atrás cuando él solía traer bocadillos para ambos, ya que mi madre estaba muy ocupada como para recordar que yo debía llevar comida a la escuela. No era la gran cosa tampoco, estaba bien. Trabajaba todos los días, yo no tenía porqué molestarla con algo tan inofensivo como eso. Saqué la bolsa de frutos secos y el jugo en caja, alzando ligeramente las comisuras en agradecimiento.

Le había dado el primer sorbo al jugo de naranja cuando él soltó la bomba.

—Recovery Girl quería llamar a Red Diamond — me paralicé ante su revelación. El tono confidente que había empleado me revelaba que ella podía aparecer en cualquier momento —. Me costó mucho convencerla de no hacerlo, o de lo contrario, ambos estaríamos colgando en la entrada de la UA.

No puedo mentir y decir que eso no me alivió por completo, aunque no lo entendía del todo. ¿Él no había estado insistiendo desde el principio en decirle todo a los héroes? ¿Por qué no lo había hecho?

—¿Por qué no dejaste que lo hiciera?

Él dudó unos segundos, hasta que terminó dejando salir el aire que retenía con cierta frustración.