A TAMAKI AMAJIKI FANFICTION.
« Hay canciones que solo puedes escuchar una vez, porque luego ya no impactan en ti de la misma manera. Así es la relación entre Tamaki y yo » dije, intentando convencerme de que el montón de mentiras que salía de mi boc...
❝ Porque el karma es mi novio. Karma es un Dios. ❞
—Taylor Swift ; Karma
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Mi cabeza comenzó a palpitar en cuanto mis párpados se adaptaron a la luz. El olor a humedad y el ambiente rancio me hicieron sentir incómodo. No recordaba porque me dolía la cabeza, no al principio al menos. Me senté mirando a mi alrededor en busca de alguna señal conocida. Estaba en el centro del edificio. Entre las sombras había varias cajas y barriles con contenidos desconocidos para mí. Solo la luz de la luna a través de los cristales rotos del techo me iluminaba. Cuando traté de moverme, noté que estaba amarrado con varias cuerdas. Entonces los recuerdos llegaron a mi mente como una bala.
Dai.
Traté de alcanzar mis bolsillos, pero mi comida marina de emergencia había desaparecido. Maldita sea, debía pensar en un plan B. Solo recuerdo haber sido arrastrado entre el humo rosa, y luego todo se volvió de color celeste. Ya no recuerdo más. Me sentía nervioso, mis manos sudaban. Podía intuir la situación, era víctima de un secuestro, pero aun arriesgándome a sonar como un completo maniático, no era lo que más me preocupaba. Mis ojos nerviosos recorrían el lugar, solté un suspiro aliviado al darme cuenta de que estaba solo.
Por un segundo creí que ellos nos tenían a los dos.
Y casi me dio un infarto.
No pude evitar repasar en mi mente todo lo que había sucedido estos últimos días, de solo pensarlo, podía sentir el calor subiendo por mis mejillas. Era patético. Me sobresalté cuando a mi alrededor sonó una de las cajas. Miré alerta, pero nada. Fue cuando otro sonido se hizo presente, esta vez la silueta del padre de Dai se dejó ver. Una sonrisa cargada de burla tiró de mis labios cuando vi la marca de la cadena en su cuello, de la piel de sus rodillas y brazos raspada por los fuertes arrastres que le dio Sasaki. Pude haber soltado un suspiro enamorado allí mismo. A su lado, Sweet Candy me miraba como si fuese su boleto a la victoria. Su pómulo tenía un corte y la vista a su estómago revelaba un golpe que se ponía rojo. Ciertas marcas de quemaduras comenzaban a hacerse visibles a lo largo de su cuerpo.
—Oh, vaya, parece que se divirtió sin mí.
Mi comentario mordaz y provocador no surtió el efecto esperado, al contrario, vi el gesto de burla en el rostro de la villana.
—No mucho, probablemente los que se están divirtiendo ahora son los médicos intentando detener el sangrado de su cabeza.
Mi sonrisa se borró lentamente. No... No podría. Había muchos héroes presentes, no pudo haberla lastimado, ¿no es así? Sentí mi cuerpo temblar, no sabía si del enojo o el miedo, tal vez eran ambos.
—Si te atreviste a tocarle un solo cabello te juro...-
—No estás en posición de amenazar, no sé si lo has notado — ese estúpido tono relajado en su voz me ponía los nervios de punta. Como si todo fuese parte del plan que ella misma había ideado —, aun así, hay algo que me inquieta mucho. ¿Qué es lo que ella vio en ti?
