A TAMAKI AMAJIKI FANFICTION.
« Hay canciones que solo puedes escuchar una vez, porque luego ya no impactan en ti de la misma manera. Así es la relación entre Tamaki y yo » dije, intentando convencerme de que el montón de mentiras que salía de mi boc...
❝ Porque el modo en que luces sé que no viniste a disculparte. ❞
—One Direction ; Love you goodbye
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Una sonrisa emocionada tiró de mis labios en cuanto leí el papel en mis manos. De pronto la vida me parecía hasta en un tono más claro y tenía mucha ganas de comer dulces. Me sentía tan abrumada por estos extraños sentimientos de felicidad que la risa salía por sí sola de mis labios. Leía el inicio de la carta una y otra vez para asegurarme que este no hubiese cambiado. Era real, estaba pasando.
"...La señorita Dai Sasaki es autorizada a realizar su pasantía con el compromiso de..."
Y ya nada más me interesaba leer. Todo lo importante estaba en ese verso. Sin poder evitarlo, corrí escaleras arriba para abrir la puerta de la habitación de mamá. Me miró de mala manera, estaba terminando de vestirse.
—Lo logré, lo hice — dije, sin poder esconder mi alegría —. Haré mi pasantía.
Ella detuvo sus movimientos.
—¿Qué?
—¡Sí! Me autorizaron — sonreí. Mamá me miró con sorpresa, no es que yo sea miss sonrisas —. Tuve una evaluación médica, y al parecer todo salió bien.
—¿Qué fue lo que te dijeron? — preguntó interesada.
—Nada, en realidad, dijo que cuando tuviera los resultados me lo informarían — encogí los hombros. Esa mierda no me importaba ahora —, pero supongo que al fin mi quirk está volviendo a la normalidad.
Ella se quedó en silencio unos segundos, para luego sonreír.
—Estoy muy feliz por ti, cariño — dijo ella, logrando calentar mi pecho ligeramente. Tal vez esta era la oportunidad que estábamos buscando para arreglar las cosas —. Espero que todo salga bien. Tal vez deberíamos aumentar las dosis de los medicamentos.
Mi sonrisa se borró un poco —: ¿Qué?
—Sí. Si te permitieron hacer tu pasantía, es porque están funcionando — entendió ella, pero la idea de depender mucho más de esas cosas no me gustaba ni un poco —. Tal vez si aumentamos las dosis, ya no tengas que consumirlas después. Solo quiero lo mejor para ti, hija.
Envolvió sus brazos a mi alrededor, mientras yo intentaba devolverle el abrazo.
Esa calidez en mi pecho desapareció más que rápido, en cuanto un correo hizo vibrar mi celular.
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