A TAMAKI AMAJIKI FANFICTION.
« Hay canciones que solo puedes escuchar una vez, porque luego ya no impactan en ti de la misma manera. Así es la relación entre Tamaki y yo » dije, intentando convencerme de que el montón de mentiras que salía de mi boc...
❝ Puedo huir, pero no puedo esconderme de mi linaje familiar. ❞
—Conan Gray ; Family Line
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Se suponía que yo había venido como medida de precaución, para evitar que algo saliera mal. Sin embargo, no fui capaz de mover ni un dedo para detener a Dai en su violento impulso contra su progenitor. Aún intento averiguar si fue la sorpresa la que me impidió moverme, y no el que creyera que ese sujeto se lo merecía. Ahora, estábamos los tres dentro de su sala en un silencio incómodo. Dai tenía una bolsa de hielos en su mano, mientras que su padre una bolsa de no sé qué en la nariz. Yo, apretaba los labios sin saber qué hacer.
Estos dos son iguales.
Mis ojos iban de ella a él y el parecido era impresionante. Esa misma mirada astuta y desconfiada, moviendo las pupilas de un lado a otro como un gato arisco. La manera en la que sonríen con satisfacción como si todo siempre les saliera bien. Esa postura inquebrantable a pesar de tener todas las de perder.
Si apenas puedo con la idea de lidiar con Dai, no sé que haré estando en la misma habitación que ella, junto a su versión masculina y mayor.
—Das buenos golpes — intentó bromear su padre para calmar la tensión.
Yo solo pude recordar el puñetazo que me dio esa vez.
Y el codazo.
Y el empujón.
—Tiene razón — le dije, alzando las comisuras.
En cuanto vi la mirada de Dai sobre mí, carraspeé y bajé la vista.
Bien, mantendré mi boca cerrada.
—Me da mucho gusto verte, Dai — comenzó a decir el rubio, sin darse cuenta de la intensidad en los ojos de su hija. A Sasaki no le gusta que la llamen Dai, menos extraños —, Has crecido mucho... yo, wow... ya eres toda una mujer.
Yo trataba de indicarle con la mirada que dejara de hablar. Es decir, ¿No podía notar el cambio en los ojos de Sasaki? ¿En cómo el más sutil cambio en sus expresiones significaba mucho?
—¿Qué pasa con ese tono emocionado? — lo miró sin nerviosismo. Ay, ahora sí que será incómodo — No estoy aquí para una relación entre padre e hija, vine por respuestas.
—¿Respuestas? — preguntó con cierta duda.
—Durante mucho tiempo he tenido... problemas para controlar mi quirk — comenzó a explicar ella con cierta duda, como si la idea de estar admitiendo que no es perfecta le desagradara mucho —. Años, en realidad, comenzó cuando te fuiste. Sin intención de ofender, claro, pero lo estuve manteniendo a raya con medicamentos. El problema es que eso no está siendo suficiente, cada vez es más difícil para mí controlar mi quirk que va ligado netamente a mis emociones y como habrás podido comprobar, no se me da bien manejarlas.
