Capitulo 3

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Zoe

Me masajeo las cienes tratando de no perder la cabeza por las estupideces que dicen estas personas. ¿Es en serio? Porque existen este tipo de personas en el planeta, entiendo que sufren problemas mentales, pero dios, esconder un cadáver en el patio de tu casa más de un mes, para mí me parece una locura.

Mientras más hojeo el informe que se me entrego, menos puedo entender este nivel de locura. ¿Quién coño mata por celos?

El sujeto apuñalo más de diez veces a la chica por haber llegado cinco minutos tarde a la reunión que tenían aquel día, la chica solo dijo que estaba en casa de uno de los compañeros de universidad, lo que el chico interpreto que era una clara prueba de infidelidad.

Jodida mierda.

Cierro la carpeta y decido que es mejor ir a servirme algún café o algo más fuerte para el dolor de cabeza, estos casos hacen que me duele tanto mi cráneo que creo que en cualquier momento el cerebro se le saldrá por la boca.

Saco mi taza de caballos, y miro hacia la sala. El silencio es una clara evidencia que mi querida Elma no está hoy en casa.

Termino de prepararme un café y siento mi teléfono sonar, no voy a hacer adivina para saber de quien se trata, odio los cumpleaños, odio con el alma tener que arreglar mis cosas para ir a ver a mi padre por su día.

A duras penas, llego a la habitación tomándome mi tiempo, miro el teléfono y cuando lo voy a tomar la llamada se corta.

Lastima

Se que, en otra vida temporal, mi madre hubiera viajado hasta acá mismo para exigirme que conteste mi teléfono, quizás también mi padre, pero él sabe mejor que nadie que las cosas entre los dos dejaron de tener sentido cuando mamá murió.

El teléfono vuelve a sonar, esta vez trato de hacerme más el ánimo para contestar.

—Diga

—Hasta que te dignas a contestar Zoe —dice al otro lado de la línea mi padre nada feliz —Se puede saber porque carajo no puedes contestar, aunque sea una de las miles de llamadas que te he dado.

—Han sido quince, no miles —aclaro, enciendo el computador para comer manos a la obra —¿Qué quieres?

—De partida saber porque te fuiste así como así de la casa, Zoe. Habías prometido quedarte varios días, pero ni veinticuatro horas fuiste capaz de durar.

—Oh... pero es que disculpa por enterarme como una maldita desconocida estaba en mi casa, así como así, padre. De verdad lo siento —el sarcasmo esta más que evidente.

Suelta un bufido, cierro el computador sin una pizca de ganas de hacer nada.

— No puedes comportarte como una niña chica Zoe, tengo entendido que ya eres bastante mayor para este tipo de cosas

Se me hace inevitable no poner los ojos en blanco por semejante estupidez.

¿Yo inmadura?

Por el amor de dios, él ni siquiera tuvo el puto valor de decirme que se había casado.

— Te queda una semana y media para empezar las clases ¿Qué te impide venir aquí? — coloco los ojos en blanco al escucharlo

Muchas cosas.

— Tus hermanas querían verte más días...

— A ver papá — digo sentándome bien en la silla de mi escritorio y poniendo mis dedos en el puente de mi nariz — Te casaste y no me dijiste nada y ella... Dysis es como decirlo... rara, está bien mis hermanas pueden aceptarla, pero papá entiende yo no puedo. — le digo algo ya irritada. — No voy a ir.

Después de Ti ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora