Después de Ti ✔️

Capitulo 31

"Ella era joven, tenía alrededor de unos diecisiete años, estaba a unos días de cumplir los tan esperados dieciocho años, iba a empezar la universidad, era el día de su graduación. Estaba feliz porque iba a entrar a estudiar enfermería, lo que no le gustaba era que su novio no estaba de acuerdo de que estudiara tan lejos de él, ella iba a estudiar en una universidad de Los Ángeles, California, por otro lado, él iba a estudiar en una universidad de Manhattan, Nueva York.

Llevaban nueve meses juntos, él la ama como nunca lo había hecho, mientras que ella sentía cariño por él claramente estaba enamorada pero no con la intensidad que él tenía con ella. Llegó la noche del baile de graduación y ella les había dicho a sus padres que se iban a ir con sus dos amigos, claramente los padres confiaban en ella ciegamente, así que no le pusieron peros, eran alrededor de las once de la noche cuando se iban a marchar a la fiesta, estaban tan contentos de que al fin se irían de fiesta sin problema de llegar temprano a su casa, llegaron a la casa donde sería la fiesta de fin de curso, pero ella se sentía algo incomoda.

Decidió beber por primera vez, se tomó tres vasos de cerveza con otro algo más y se sentía tan libre por primera vez, bailo y se reía con sus amigos en la pista de baile, cuando decidió salir a fumarse un cigarrillo vio que estaba el auto de su novio, lo busco con la mirada, pero no lo encontró, busco por todos lados, pero nada, cuando se dio por vencida alguien le agarro la cintura y la llevo hace fuera de la casa, se giró y ahí estaba el con su sonrisa angelical, sus ojos café y su pelo castaño todo desordenado. Estaba Cristóbal su novio, la comenzó a besar por todas partes felicitándola por hacerse graduado, él le planteó ir a su casa y como ella estaba un poco borracha acepto gustosa ir.

Estaba dentro del auto se dio cuenta de que había tomado un camino que no era el de siempre, pero no le presto mayor atención y fue entonces cuando comenzó el caos, ella le decía una y otra vez que se iría en unos meses más a Los Ángeles que podían compartir mucho tiempo juntos hasta ese entonces, pero él se negaba a dejarla partir, él quería llevársela a Nueva York, que según ese era su hogar, donde podían ser felices, el auto se detuvo en la parte trasera del edificio donde vivía Cristóbal, él era dos años mayor, pero eso no les importaba, para ellos era mejor así estaban siempre bajo tensión y presión. Aquella noche como siempre que estaban juntos tuvieron mucho sexo, tanto que ambos quedaron sin energías para dar un quinto asalto.

Ella despertó, pero se sentía rara, muy rara, no podía moverse bien, le dolía la cabeza horrores, se tocó el cuerpo y sintió que estaba con ropa que no era de ella, trato de levantarse, pero no podía, su cuerpo dejo de mostrar señales de obedecer a su cerebro, volvió a cerrar los ojos para recuperar fuerzas.

Unas horas después los volvió a abrir y se sentía un poco mejor, salió de la habitación y vio que estaba Cristóbal fumándose un cigarrillo, miro para todos lados y fue ahí donde se dio cuenta por primera vez que no estaban en la casa de él, ella por instinto se asomó a la ventana que tenía cerca y miro hacia fuera, todo era campo, árboles y más árboles, negaba con la cabeza sin poder entender que estaba pasando, de la nada Cristóbal la agarro de la cintura y beso su cuello, pero ella no podía reaccionar, necesitaba saber que había pasado porque estaba en medio de la nada, trato de apartarse para preguntar, pero él no la dejaba, la afirmaba más fuerte.

La apoyo en la pared y comenzó a besarla, al principio se resistió un poco, pero él comenzó a bajar su mano y meterla debajo de aquella polera que tenía, le masajeó los pechos tan brusco que no le estaba gustando, la mano bajo y bajo hasta llegar a sus bragas y comenzó a penetrarla con los dedos tan fuerte que ella trataba de sacarse la mano de su sexo, pero le era inútil, era tan fuerte los movimientos que no podía evitar hacer muecas de dolor y eso Cristóbal lo vio y no le gustó.