Capitulo 20

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Damián

La enfermedad de mi madre es muy poco conocida, normalmente el uno por ciento de las personas en el planeta la tiene, a mi madre le ha dado desde que tengo once años, debería haberla dejado postrada en su cama hace bastante tiempo, pero no fue así. Lleva once años con la enfermedad, se le ha desarrollado tan lentamente que es peor.

Estaba llegando al piso cuando la enfermera de mi madre me llamó para decirme que le había dado una crisis, Evan me trajo en menos de cinco minutos, al llegar la vi sentada en el sillón peleando con sus dos enfermeros. Así es Alicia Mick, no le gusta que nadie la controle cuando tiene sus crisis, ella dice que está perfectamente y que se les pasará a los minutos.

Tratan de hacer que se quede sentada pero esta mujer es indomable, me ve y le frunzo el ceño, coloca los ojos en blanco y deja que los enfermeros la sienten.

— Edith estoy bien — le dice a la enfermera, está coloca los ojos en blanco.

— Sabes que no Alicia, casi te caes de las escaleras. — la regaña y mi madre hace un gesto con la mano como restándole importancia.

— Se van, que llegó mi hijo. — me acerco a ella y me arrodillo para quedar a su altura – ¿Andabas en la playa? — asiento y ella sonríe — Se nota...

Los enfermeros comienzan a arreglar todo, me doy cuenta de que dejan más medicinas de la necesaria en la mesita, las cosas no van bien y mi madre ni me ha dicho.

— Pero me eche bloqueador, bueno me obligaron. — digo mirándola y dejando de lado solo por un momento algún reclamo que quiera hacerle.

— Bien, no quiero que quedes como un cholito — sonrío y ella me mira. — ¿Qué pasa hijo?

La miro entre cerrando los ojo. Han oído eso que dicen que las madres saben todo, pues en ocasiones no me gusta que mi madre sepa descifrarme tan bien, porque me siento ante sus ojos muy débil. Me levanto dejando en evidencia que algo me pasa.

Me apoyo en la repisa en donde están las fotos de nuestros viajes en el pasado, me paso una mano por mi pelo y miro por la ventana, estoy jodido.


"— ¿Puedo preguntarte algo?

Miro a Evan quien cierra el quitasol y tiene los ojos puestos en mí.

— Claro, dime

— ¿Te gusta Zoe?

Sus ojos se entrecierran mirándome y sé que noto como se me callo de golpe la bolsa que Elma había traído para guardar las cosas, mientras las recojo trato de decirle a mi propio cuerpo que no me ponga en evidencia.

Antes de poder decirle algo, aunque sea una estupidez el habla primero.

— Se que sí, pero Zoe por muy amiga mía creo que sabes que hay veces que... se queda mirando un punto fijo Esta muy jodida.

— Nadie está libre de algún pecado Evan, todos tenemos algo que ocultar.

— Lose, pero hay veces que, mira lo que trato de decirte es que no es fácil entender a Zoe la gran parte del tiempo — se rasca la cabeza, se acerca para ponerme una mano en el hombro — Me gustaría que fueras bueno para ella.

— ¿Cómo?

— Nicholas la quiere, hasta podría jurar que llego a enamorarse de ella.

— ¿A qué te refieres?

— Que la va a buscar y no creas que no me di cuenta de cómo lo mirabas, estoy más que seguro que tu Damián lo conoces.

Después de Ti ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora